Romanos 8:37
Más que vencedores, en eso nos convertimos cuando decidimos enfocarnos en Jesús, cuando le damos la oportunidad de vivir y dirigir nuestras vidas por medio de su infinito amor, este objetivo solo lo podremos lograr cimentados en la fe que Dios ya nos dió.
Para convertirnos en más que vencedores debemos conocer su voluntad mediante su palabra; porque solo de este modo su propósito se hará́ bueno, agradable y perfecto para nuestras vidas.
Además, el entender que cuando amamos a nuestro Padre, todas las cosas nos ayudan a crecer y a madurar en la fe.
Por otro lado, la disciplina juega un papel muy importante en el caminar de la vida.
Terminar lo que iniciamos, ser constantes en la oración y dedicarnos en cuerpo y alma a cumplir nuestro propósito.
Para reflexionar, es bueno aclarar que esta tarea sería imposible sin la ayuda del Espíritu Santo quien debe ser nuestra guía y más grande de tesoro. ¡Nunca olvides que todo lo que fuiste, eres y serás es gracia a su infinito amor!
Oración: Amado Padre, hoy te entrego mi corazón, llénalo de tú amor. Ayúdame a alcanzar la valentía y la disciplina para ser más que vencedor en ti.
¡Amén!
Álvaro Uribe Cerchiaro