Tomando como epicentro al corregimiento de cañaverales municipio de San Juan del Cesar, los docentes del programa de sistema de gestión ambiental y producción agroindustrial de alimentos, Martha Laura González Ávila; Milagros Yinez Oñate Maury, Walter Enrique Coronel Blanchar, mediante la convocatoria realizada, por el rector del Instituto Nacional de formación Técnica profesional INFOTEP Doctor Luis Alfonso Pérez Guerra quien tuvo a bien apoyar y financiar este importante proyecto del cual resultaron beneficiados 15 familias del corregimiento de Cañaverales del San Juan del Cesar en La Guajira; cuya región Es una zona donde la escasez de agua y el aumento de Las temperaturas afectan la producción agrícola y la seguridad alimentaria, la implementación de estas huertas han demostrado ser una estrategia innovadora y efectiva para mitigar la inclemencia de las altas temperaturas que se vienen presentado.
El proyecto, basado en principios de agroecología, ha permitido la optimización del uso del suelo y la implementación de prácticas agrícolas que reducen la degradación ambiental. A través de técnicas coma el compostaje, la rotación de cultivos, el uso de semillas nativas y el riego eficiente por goteo, se ha logrado minimizar la huerta hídrica y mejorar la fertilidad del suelo «Hemos aprendido a cultivar sin agotar los recursos naturales., utilizando practicas regenerativas que garantizan la sostenibilidad a largo plazo”, explican los líderes del proyecto.
El impacto de estas huertas va más allá de la producción de alimentos. Según estudios realizados en la comunidad, la cobertura vegetal generada por los cultivos ayuda a reducir las temperaturas locales y mejora la retención de humedad en el suelo, lo que contribuye a contrarrestar el proceso de desertificación que afecta a la región. Además, al disminuir la dependencia de productos externos y fomentar el consumo de alimentos locales, se ha logrado reducir la huella de carbono asociada al transporte y distribución de alimentos.
Desde una perspectiva social, el proyecto ha promovido la residencia comunitaria frente a los efectos del cambio climático. La educación en prácticas sostenibles ha generado conciencia ambiental en la población, permitiendo que las familias adopten un modelo de producción que respeta los ciclos naturales y optimiza los recursos disponibles. «El conocimiento adquirido nos empodera para enfrentar los retos climáticos con soluciones locales y eficientes», señala José Camargo, líder comunitario.
Es importante resaltar, que con la implementación de las huertas han favorecido la biodiversidad al atraer polinizadores y fortalecer los ecosistemas locales, convirtiéndose en pequeños refugios ecológicos dentro del entorno urbano y rural. Expertos en ecología afirman que estos espacios verdes no solo aportan en la lucha contra el cambio climático, sino que también mejoran la calidad del aire y generan microclimas más estables.
La implantación de huertas caseras en Cañaverales representa un modelo exitoso de adaptación y mitigación de cambio climático, demostrando que las soluciones locales pueden generar impactos significativos en la lucha contra el calentamiento global. La combinación de innovación, sostenibilidad y participación comunitaria ha convertido a este corregimiento en un referente de desarrollo agroecológico en la región. Con la continuidad y expansión de este proyecto, Cañaverales se consolida como un ejemplo de la agricultura sostenible puede ser una herramienta clave para enfrentar los desafíos ambientales del siglo XXI.
Al tiempo que con dicho proyecto se logra mejorar las condiciones de vida de estos beneficiados quienes son de una producción agrícola y ambiental digno de admirar hoy que nuestra tierra está necesitando de personas que trabajen por contrarrestar los efectos climáticos.
Ana Cecilia Fuentes