COLOMBIA UN PAÍS DONDE EL SECUESTRO Y LA DELINCUENCIA GOBIERNAN, MIENTRAS LOS TRES PODERES SE PELAN LOS PUESTOS Y LAS RIQUEZAS

La pluma dorada en esta ocasión, plasma la página en blanco de tristeza e indignación por uno de los flagelos más lamentable que puede existir en el mundo, el secuestro, un hecho oscuro que viven muchos colombianos, un flagelo que no tiene color político, ni estrato social, que se viene practicando, como una actividad criminal y egoísta por parte de distintos grupos delincuenciales, que se vienen formándo a lo largo y ancho del país.

En esta oportunidad me referiré a uno de los miles secuestros que ha tocado al país, todos igual de importantes, como es el caso de Luis Manuel “mane” Díaz,  padre de un guajiro ejemplar, que ha demostrado, que no todos los colombianos son terroristas,  delincuentes y secuestradores, que hay talento, donde muchos han venido buscando las estrategias para ser, para emprender, como es el caso de Luis Díaz, un joven barranquero,  guajiro y colombiano, que salió de su país a buscar mejor calidad de vida, que salió a darla  toda, uno de esos colombianos que trata de contribuir al buen nombre y prestigio de su país, pese a que estamos en un pueblo de pocas oportunidades, donde el oportunista y los que no sirven reinan y los que sirven son humillados, maltratados, secuestrados, asesinados y no pasa nada, un sistema social desequilibrado, una política de seguridad floja, que persigue al trabajador,  al honesto y se hacen los sordos, los  ciegos y mudos  frente  a la delicada situación de inseguridad,  que abraza, baña y viste a toda  Colombia. Situaciones tan evidentemente negativas, que la hacen parecer normal y positivas, por Dios, ¿hasta dónde va llegar esto? Ya basta, no se puede seguir permitiendo más vergüenza nacional, más sangre, más incertidumbre por lo que pasan miles de familias es Colombia,  no es justo, que esta sea la forma, en el gobierno y el estado colombiano le pague a un Luis Díaz, quien confiando en su pueblo Barrancas,  en su Guajira, en su Colombia,  que representa con altura y  quien no  quiso sacar a su familia para que gozarán  de lo que la vida y su competencia le estaba dando, gastarlo en  otra parte, hoy se haya convertido en un error, en una mala decisión, que le causa hoy este lamentable hecho, de no saber donde, ni quien tiene a su padre.

Esta reflexión es a la que debe entrar la policía, el ejercicio, los gobernadores, los senadores y el presidente actual, junto a su ministro de la defensa, ¿Qué pasa con el orden, la seguridad de los ciudadanos? los delincuentes pueden hacer y deshacer, andar como quieren, ¿dónde esta la ley? ¿Dónde están los que juraron portar con honor y gloria el uniforme?  los que ante una biblia juran cuidar a la población, y lo primero que hacen es olvidarse de la gente y asegurarse ellos, sus amigos que le apostaron y a su familia.

Es momento de despertar, de apostar a cambios significativos que nos permitan entender, que los resentimientos de unos, no tiene porque pagarla otro.

La educación bebe ser la bandera, los maestros deben comprometerse más con la sociedad y   con los ciudadanos que entregan al país, del que hace parte, ya que la formación, la mala calidad de esta, tendrá como resultado malos padres, malos ciudadanos, malos profesionales y pobreza.

Como colombiana hago un llamado al estado, al gobierno, quienes deben comprometerse con la formación, la calidad y el bienestar de sus maestros, es aquí, donde los gobiernos tercer mundista, deben poner la lupa, para que los maestros tengan un salario digno, una vida justa, con una salud digna, para que se dediquen a formar con calidad, con justicia y con amor a su vocación.

Liberen a todos los secuestrados ya.

Delia Rosa Bolaño Ipuana 

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