COLOMBIA Y EL RANKING DE LA FELICIDAD

Hace poco, exactamente el 21 de marzo, llegó a mis manos una noticia relacionada con la medición anual de la lista de países más felices del mundo o World Happines Report según su traducción al inglés. El informe en que se basa dicha medición utiliza datos de encuestas globales sobre como las personas evalúan sus propias vidas en más de 150 países de todo el mundo y con más de 9 millones de personas consultadas. Por octavo año consecutivo Finlandia ocupó el primer lugar, Dinamarca quedó en segundo puesto e Islandia en la posición número 3, luego figuran sucesivamente Suecia, Países Bajos, Costa Rica, Noruega, Israel, Suiza y México para completar los 10 primeros. Llama la atención la irrupción por primera vez en la lista de líderes, de dos países latinoamericanos: Costa Rica y México. España mientras tanto se sitúa en un modesto puesto 36 en ese Ranking.

Colombia ha venido retrocediendo, en el año 2020 se ubicó en el lugar 52, y en 2021 retrocedió al lugar 66, mismo sitial de los años 2022 y 2023. En 2024 mejoró 5 posiciones, ubicándose en el puesto 61. Somos superados en la región por los ya señalados Costa Rica y México; por Uruguay puesto 28, y luego siguen por encima de nosotros: Brasil, El Salvador, Panamá, Argentina Guatemala, Chile, Nicaragua, y Paraguay.

Por su lado, África enfrenta desafíos significativos aportando 9 de los 10 países menos felices, factores persistentes como inseguridad alimentaria e inestabilidad política tienen una alta incidencia en esa lamentable situación del continente africano.

El concepto de felicidad colectiva es un fenómeno complejo, pero esencial para entender el bienestar global. Cabe destacar que los lugares de vanguardia en ese listado han sido copados constantemente por los mismos países, a los que se suman los ya mencionados Costa Rica, México, y agregamos a Kuwait en el top 13, desplazando a naciones como Estados Unidos y Alemania. Existe una estrecha correlación entre el tamaño de la poblacion y los niveles de felicidad.  Los países menos poblados son los adalides. Lo cual envía un mensaje en lo atinente al control de la natalidad.

En cuanto a rangos etarios no se advierte una tendencia constante, ya que en algunos países la poblacion que se declara más feliz, es la mayor de 60 años, mientras en otros la poblacion juvenil es la que se considera más feliz.

Los tipos de modelo económico resaltan en esta medición de la felicidad, los países nórdicos caracterizados por economía con fuerte presencia estatal son los más felices del mundo. Lo cual le da un mentís rotundo a los que cuestionan en Colombia a la intervención estatal en asuntos económico-sociales clave, y en consecuencia alardean de la excesiva libertad empresarial como factor indispensable para el desarrollo, crecimiento económico, igualdad y prosperidad de sus ciudadanos. Las variables clave para explicar las razones de la felicidad son: 1) PIB per cápita 2) apoyo social, 3) esperanza de vida saludable 4) libertad, generosidad y 6) percepción de corrupción.

El modelo nórdico al que pertenecen los 5 primeros países en la clasificación de felicidad, surgió como respuesta a la crisis de principios de la década de 1930, o sea la Gran Depresión. Nació bajo el liderazgo de gobiernos socialdemócratas. Gira en torno a un estado de bienestar que promueve la movilidad social y un sistema de negociación colectiva multinivel. Se puede decir que su característica clave es la colaboración social. “El modelo nórdico se basa en la cooperación entre sindicatos, empleadores y el Estado”. En palabras del sociólogo Haldor Byrkjeflot: El trabajo conjunto entre esas tres fuerzas explican los indicadores de igualdad en las sociedades nórdicas. Todos sus gobiernos se pueden denominar de izquierda o si se prefiere socialdemócratas aliados con los partidos de izquierda. En todo caso distantes de una concepción de derecha.

Los países nórdicos como Finlandia y demás países líderes en el Ranking de felicidad siguen beneficiándose de sistemas de salud, educación y apoyo social universales y de alta calidad. La baja desigualdad también explica en buena medida la felicidad. Aquí cabe recordar que somos uno de los países más desiguales. Los sistemas de apoyo social robustos son determinantes en ese status. Finalmente se destaca la unidad y la confianza. Centrarse mucho más en lo personal que en lo material es otro factor importante.

¿Sera que, si son indispensables la realización de las reformas propuestas por el gobierno actual para mejorar los índices de felicidad y avanzar hacia posiciones más honrosas? en lugar de estar siendo superados por naciones como Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá, por no mencionar a los demás, en los cuales no extraña esa primacía por encima de nosotros.

Llama poderosamente la atención que, tanto en algunas partes de Europa como en el propio Estados Unidos, la disminución de la felicidad y la confianza social figuran como factores que han contribuido al aumento de la polarización política y de los votos contra el “sistema”. Que podemos decir de nosotros.

José Luis Arredondo Mejía

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