La propuesta de un acuerdo Social por Riohacha es urgente en medio de la creciente desigualdad, las últimas crisis invernales y el desencanto político que ha marcado nuestra ciudad en las últimas décadas. Ante los desafíos de pobreza, desempleo, y desigualdad social exacerbados por políticas propias de instituciones extractivas, es imperativo adoptar un enfoque inclusivo y colaborativo para revitalizar nuestra comunidad.
Riohacha, la capital de La Guajira, presenta una realidad desalentadora: altos índices de pobreza, un acceso limitado a servicios básicos, y una democracia frágil. La ciudad carece de un proyecto integrador que abarque los ámbitos económico, social, cultural, político y ambiental, reflejando una sociedad fragmentada y excluyente. Las administraciones locales, plagadas de corrupción y clientelismo, no han logrado establecer un sentido de unidad ni la capacidad para un trabajo colectivo efectivo.
Frente a esta realidad, el Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira ha lanzado una invitación a todos los sectores de la sociedad, academia, organizaciones sociales, partidos políticos, gremios empresariales y medios de comunicación para formar un frente unido. Este pacto busca trascender las divisiones y movilizar a la ciudadanía hacia la construcción y fortalecimiento de nuestra democracia y ciudadanía.
La esencia de este pacto radica en su capacidad para ser un proyecto convocante e incluyente, donde las decisiones se tomen democráticamente y reflejen las verdaderas necesidades y aspiraciones de todos los riohacheros. Se pretende cambiar las prácticas políticas habituales y democratizar la toma de decisiones, construyendo una agenda que promueva la justicia social y la equidad.
Un ejemplo inspirador de éxito en la implementación de diálogos democráticos proviene de la ciudad de Medellín, Colombia, donde iniciativas similares transformaron una ciudad asolada por la violencia en un modelo de innovación urbana y cohesión social. Estos procesos incluyeron amplios diálogos comunitarios que facilitaron una notable disminución de la violencia y un aumento en la participación ciudadana.
Para que el diálogo y el consenso sean efectivos, necesitamos crear espacios donde las diversas voces de Riohacha puedan expresarse y ser escuchadas. El establecimiento de grupos de estudio y foros de discusión propuestos para el 2025 serán vitales para fomentar la participación ciudadana y garantizar que todos los sectores tengan un rol activo en la formulación de políticas.
Estos encuentros no solo deben servir para compartir conocimientos y concertar desafíos, sino también para asegurar que los ciudadanos puedan influir directamente en las decisiones que afectan sus vidas. Al profundizar los mecanismos de diálogo, consenso y encuentro, Riohacha puede abrazar un modelo de gobernanza que respete la dignidad humana y fortalezca nuestra cohesión social.
Riohacha está en un momento crítico. Podemos seguir el camino del estancamiento o decidir colectivamente redirigir nuestro destino hacia un futuro más justo y próspero. El acuerdo Social por Riohacha no es solo una propuesta; es una invitación a cada riohachero a ser parte activa de la transformación que nuestra ciudad y región necesitan desesperadamente.
Juana Cordero Moscote