Después del candente debate en un término de 90 minutos, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, expresidente Donald Trump, por el Partido Republicano y la vicepresidenta, Kamala Harry, candidata del Partido Demócrata, transmitidos por canales televisivos desde el Estado de Pensilvana, coordinados por medios de comunicaciones agrupados para preguntar temas, referentes actualidades, proyecciones, compromisos o promesas en futuro gobierno; en busca del apoyo popular de ciudadanos.
Las confrontaciones ocuparon el primer lugar en el referenciado debate, donde el candidato republicano Donald Trump, se caracteriza por ofender con mentiras a sus contrincantes, menospreciarlo u humillarlo, con arrogancias sobre los demás, como un súper hombre, poderoso en capital económico, que terminó estrellado, con la rival contrincante, candidata demócrata Kamala Harry, quien lo aquietó, colocando respetuosamente en su lugar. Le mencionó que no estaba debatiendo con el presidente Joe Biden, les cantó verdades delictivas y tramposas, que hizo botar el chupo al expresidente, para luego estallar en ira y soberbia, transformando el estado anímico y comportamiento personal, frente a las cámaras.
Se habían programado dos debates previos a las elecciones presidenciales, que tendrá lugar el 5 de noviembre, conjuntamente con elección de Cámara y una parte del Senado, en las cuales se juegan el voto popular, de ciudadanos indecisos e independientes, que predominan, entre 7 a 9 Estados, estos al final definen la elección presidencial, dentro de 50 Estados.
Hay paridad de militancia tradicionales en ambos partidos, el presidente no se elige de manera directa, sino a través de delegados por estados, esta práctica derrota algunas veces, a una mayoría globalizada de la totalidad de los resultados, como ocurrió en la pasada elección de Donald Trump frente Hillary Clinton, quien a pesar ganar en la totalidad de votantes, por más de un millón de votos, la candidata demócrata perdió la presidencia, al ser derrotada en La Florida, por menos de 10 votos. El candidato que gana en un Estado le corresponde todos los delegados del citado estado y al que pierde, nada, cuando lo lógico y más democrático seria dividir delegados proporcionales, al porcentaje de votación de cada uno de los candidatos.
El cambio de candidatura en el partido Demócrata, de la vicepresidenta Kamala Harry, en remplazo del presidente Joe Biden, quien renunció, para darle paso a quien tiene como compañera de gobierno popular, durante periodo, que vence el 6 de enero, del próximo año.
La candidatura de Harry, no fue prevista, ni calculada por los republicanos, pavoneándose de triunfalistas, por el resultado del primer debate, entre el expresidente Donald Trump y el presidente, Joe Biden, candidato reeleccionista Demócrata, donde el presidente por condición de vejes y cansancio de estado físico, divagó y desacertó, algunas respuestas que sirvieron para descalificación de sus opositores y aventajar, en 7% la encuestas a favor del candidato Republicano Trump, fortaleciéndose con el atentado, previo a la convención del partido, que resultó herido, de bala rosando la oreja derecha, de un supuesto disparo arma AK.47, dejando dudas por el tipo de calibre que le hubiese volando la oreja, desgonzándolo al suelo, lo cual no ocurrió. El candidato se agacho, levantó ensangrentado y consciente, pero el hecho constituyó parte del lanzamiento de candidatura.
La ventaja considerable del candidato Republicano Donald Trump, sobre el presidente Biden, puso a reflexionar a los miembros del partido de gobierno, que acordaron sin traumatismo, cambiar la formula en candidatura presidencial, materializando la candidatura en cabeza de una mujer de raza negra, Kamala Harry, apagando la euforia emotiva, desatada en algunos republicanos radicales y sectarios, de extrema derecha.
La disputa por la presidencia de EE. UU. se emparejó con el cambio de candidatura, con tendencia a subir en algunos Estados, donde las encuestas desfavorecían, al presidente Biden tales como: Georgia, Michigan, Nevada, Arizona, Filadelfia, Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y Wisconsin. Estados claves para ganar elecciones, debido a que sus habitantes son variables en cuanto apoyos de candidatura presidencial, a diferencia de otros Estados tradicionales para uno y otros partidos, ejemplos republicanos: Texas, Virginia, Misuri y Oklahoma. Demócratas: California, New York, Washington, Indianápolis entre otros.
El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, descartó llevar a cabo otro debate, acordado para el mes de octubre, rehuyéndole a enfrentamientos en revancha política, con la candidata demócrata, que aspira ser elegida, primera mujer presidente, en la historia de Estado Unidos, goza de simpatía y favoritismos, entre las mujeres, lgbti+, jóvenes y adultos, menores de 50 años, emigrantes latinos y descendientes de estos, sindicatos, comunidad afro y judío.
Últimamente la candidata demócrata, recibió una carta de respaldo de unos 200, dirigentes republicanos de diferentes Estados, entre los que se encuentran la familia Bush, predominantes en Florida y Texas, ex precandidatos a presidencia, ex vicepresidente, gobernadores, senadores y Cámara de Representantes. Rober Kennedy, demócrata sobrino del expresidente John F Kennedy, asesinado por grupo de derecha Norte América, respalda de manera contradictoria, a Donald Trump, justificando que Kamala Harry, era de tendencia de izquierda, olvidándose que a su tío expresidente, lo tumbó del gobierno, la derecha extrema ortodoxa, que apoyan a Trump, matándolo.
El expresidente Donald Trump, quiere repetir presidencia, en condición de delincuente, al estar procesado y condenado, por conducta delictiva, en Fiscalía y tribunales, por diferentes cargos criminales, que le han sido imputados en audiencias formales, sobre los cuales se viene defendiendo. Si logra ganar la presidencia, los cargos penales formulados se van al carajo o valen una archivada, para auto amnistiarse e indultarse. De igual forma, indultar a todos aquellos delincuentes, que asaltaron el Congreso, para obstruir el reconocimiento de presidente a Joe Biden, en procura de destronarlo y continuar gobernando.
El candidato Republicano Donald Trump, está cargado de sentimientos vengativos, constituyéndose en grave peligro para la humanidad y el mundo. Impone sus caprichos, por sobre la razón, con pedanterías y arrogancias, de manera irritable e intimidatoria, creyéndose el Superman. Solo le interesa, perseguir intereses personales, ultrajando: vasallos, dependientes, sumisos y miedosos, exaltando machismo.
Martin Barros Choles