“Muchos dicen que mi ser esta desierto que los días de mi existir ya son verano, vivo como el cardenal siempre contento para este pájaro cantor no hay tiempo malo”
El acontecimiento achacoso que motiva nuestro comentario trajo a mi mente el aparte transcrito de la canción titulada “El cardenal” de la autoría de Mateo Torres incluida por Jorge Oñate y Colacho Mendoza en el Corte 4 Lado B del LP UNICOS que tuvo como fecha de lanzamiento el 8 de diciembre de 1976.
Resulta que nos hemos enterado que Ismael Fernández “El Cardenal mayor” tiene un achaque que lo tiene enjaulado en un centro asistencial en las alturas donde reina el cóndor de los andes, pero nos asiste la íntima convicción que muy pronto y gracias a la ciencia y la oración de su familia y sus amigos habrá de salir pronto y plenamente restablecido con pistones nuevos y el motor repotenciado.
Sabiendo de su admiración por el Cacique de la Junta igual que el en su canción “Mi corazón” que grabo con el Cocha Molina y vino en el LP fiesta vallenata, ya le ha contado a los cardiólogos como dice la canción, “Los golpes que he recibido aquí en mi pecho me tiene el corazón muy afectado y ahora de nuevo me lo maltrataron de modo que ya ni casi me lo siento, esto me tiene a mi muy preocupado por que antes mi corazón viva contento y quiero que usted me tome un electrocardiograma pa fijarlo y si no tiene remedio me abre el pecho y me pone uno pequeño y me da el otro pa’ guardarlo, porque un corazón tan bueno no merece que me lo saquen del pecho pa botarlo”.
Evidentemente un corazón bueno, donde cabemos todos sus amigos y su familia gracias a la divina Providencia se mantendrá palpitante para que su dueño siga dejando en alto en nombre de la guajira como hombre emprendedor, inteligente y buena persona.
El cardenal permanece en tierra, pero son muchos los altos palos que loe esperan para continuar su tarea y como el maco se soltara de las patas, pero por que esta guinda’o de la cola, la mismísima virgen estará vigilante para colocar de su parte lo que haga falta, para que el, Demis y sus cardenalitos pasen una navidad colmada de bien a venturanzas y un año nuevo que hará que este episodio inesperado sea muy pronto pasado, anecdótico e insignificante.
La cardenal mayor dirá como Ruth la esposa de Tobías Enrique Pumarejo en su conversación con Lucia Gullo Fragozo que el narra con detalle en la canción “El Compadre” que grabaron Jorge Oñate y los hermanos López, cuando Adon Toba, se lo llevaron grave para Valledupar, ella manifestó lo siguiente “Pero tengo la fe de que se haya mejorado y al día menos pensado a mi lado lo tendré” y él le respondió “Así como usted dice aquí tiene que volver, compadre Tobías enrique no se muere todavía, a santo Eccehomo del Valle le ruego por su salud, le aseguro doña Ruth que ahorita viene el compadre”.
Tiene lo facultativo en el altiplano una gran responsabilidad, confiamos plenamente que Isma esta en buenas manos, la palabra tiene poder el Todo poderoso asumió ya el control de la situación, supe que fue operado y haber salido con vida del quirófano significa que ha dado los primeros pasos para su regreso a casa, por que como también lo dice Luciano en su canción sobre el cardiólogo que lo opero “Es un medico eminente, un experto cirujano, con el Bisturí en la mano le da vida a su paciente”.
El que todo lo puede entonces ha premiado al epónimo hijo de Villanueva con una segunda oportunidad sobre la tierra y la aprovechara a plenitud, sabe que su tarea esta inconclusa y que la debe continuar sin prisa, pero sin pausa.
La circunstancia presentada a su regreso debe propiciar en este hombre de radio y de empresa una gran reflexión, comenzando por evaluar si vale la pena seguir de prisa o si es mejor pisar el balón, mirar a donde esta su compañero de equipo mejor ubicado y pasarle la bola no debe asumir a solas tantas responsabilidades juntas, pues no conozco el primer torero que se haya enfrentado a mas de un toro al mismo tiempo, porque si así fuera ninguno hubiera sobrevivido, del mismo modo todos tenemos que revisar el libreto, por que la platica no entra al cielo y lo que había que hacer ya está hecho.
Luis Eduardo Acosta Medina

