El presidente Petro, necesita tener una mayoría en el Congreso, conformado, por la Cámara de Representante y el Senado, para sacar adelante una serie de reformas, con urgencias se requieren. Una mayoría conformadas por quienes persiguen intereses particulares, endulzados con mermeladas, es inestables, en el vaivén de intereses. No son de confiar. Los tres partidos que se declararon de gobierno, deben corresponder, a consolidar acuerdos concertados, respetando diferencias, de manera consecuentes.
Sin embargo, el interés personal, que comprometen, a directores, de partidos: Liberal, Conservador y la U, en calidad, de socios y beneficiarios de EPS, ponen en peligro, la aprobación del proyecto, de reforma a la salud, si votan del mismo, no es voluntaria individual, si no forzando congresistas, a respaldar en bloque, de manera absoluta, dispuestas, por directores de bancadas políticas, que estarían impedidos, por ser beneficiarios económicos, de los servicios de salud, pero amenazan con sanciones y castigo, a sus congresistas, que desobedezcan y se vallan en contravía, de lo ordenado. Los partidos que se declararon de gobierno, tienen divisiones internas, pueden rebelarse y dejar mal parado, a sus directores, aprobando la reforma
La reforma a la salud, ha sido punto de quiebre, en la coalición de gobierno, por algunas diferencias, de formas, técnicas y financieras, lideradas por los presidentes de las bancadas, por disgusto en contenidos textuales de ponencia. El asunto se ha extremado hasta impedir que se abra el debate, que originen discusión del mencionado proyecto, para efecto de: hundir o aprobar la reforma.
El presídete Gustavo Petro, ha sido modesto, asequible al dialogo, en busca de consolidar acuerdo, pero todo debe tener límites, de paciencia y tolerancia, cundo impera: incertidumbre, mala fe, dilataciones y juegan; con Dios y con el diablo, transitado y circulando en doble vía, sin moral.
Veo al presidente acorralado, con contradictores silenciosos, en su propio gobierno, que podrían contribuir al fracaso de las reformas, comenzando con la salud, y en efecto dominó, pensiones, laboral y otras; para desarticular, desacreditar y desmotivar el gobierno. El presidente debe despertar, poner las cartas sobre las mesas, cortando él vacilón, de quienes se declararon partidos de gobierno y están actuando en oposición.
Los opositores de presidente Gustavo Petro, están cazando errores y fracasos del gobierno, para alegrarse, exaltándolo emotivamente, en medios de comunicaciones, que están al servicio y disposición, de las tendencias de derecha neoliberal.
El presidente no debe descuidarse, de algunos, judas e hipócritas, que le aparentan. Operan como el comején, filtran informaciones, tiran la piedra y esconden las manos. Se manifiestan, zalameros, atentos, aduladores y obedientes; pero en el fondo, terminan en: deslealtad y traiciones; después se lavan las manos, esquivando responsabilidad participativa u omitida.
Las reformas que propone el presidente Gustavo Petro, son necesarias debatir, de lo contrario, es ignorar, la realidad razonable, en prestaciones de servicios y atención de salud, que deben mejorar de calidad. También debe garantizar seguridad social, amparándole reconocimiento de pensiones, personal o vitalicia. Los ciudadanos tenemos el derecho natural, de participar libremente, en acciones democráticas, gozando de la libertad de expresión, que debe utilizarse de manera respetuosa, sin ofensas, agresiones, degradaciones, insultos, criticas infundadas, ni mala fe.
Pronunciémonos en apoyo al gobierno, acosado y acorralado, por jaurías de lobos y perros salvajes, que quieren devorarlo, destrozándolo o someterlo, aislándolo en soledad, para destronarlo y reconquistar el gobierno, sepultando las reformas y proyectando otras similares, atornilladas a términos y prohibiciones futuras.
Todavía no es hora de convocar marchas populares, ni se vaya a desgatar en esas prácticas. Es preferible utilizar la inteligencia, con paciencia, en operaciones y precisión, ni ejercer, presiones, coerciones y fuerzas, para prevenir alteraciones del orden público. El pueblo lo apoya, pero usted necesita conexión y comunicación, con su gente. Apertura espacios participativo, aprecie y valore, consejos y asesorías, de quienes, lo consideran y quieren mejorar esta nación, desechando lo obsoleto e inservible, transformando cambios técnicos, de costumbres y hábitos, que nos tienen envuelto en un círculo sin salida.
El presidente Gustavo Petro, quería y tiene, una oportunidad de gobernar, un periodo, en igual condiciones, de los que le antecedieron. ¿No creen que es mejor, ayudarlo, antes que pretender tumbarlo? No perdamos más tiempo, en confrontaciones, inútiles y enfrentamientos de choques violentos. Dejen trabajar, sin dejar de opinar, en favor del bienestar y utilidad común. Así nos va mejor.
Martín Barros Choles