El corregimiento de El Totumo pertenece al municipio de San Juan del Cesar, sur del departamento de La Guajira, ubicado a trece kilómetros del casco urbano de la municipalidad, en zona limítrofe con la Sierra Nevada de Santa Marta.
Limita al norte con el corregimiento de Guayacanal, al sur con el corregimiento de La Peña, al oriente con los corregimientos de Villa del Rio y Corral de Piedras, y al occidente con estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Es un hermoso corregimiento bendecido por exóticos paisajes naturales de los cuales sus habitantes se sienten muy orgullosos, una linda población compuesta por pocas familias que con el paso del tiempo han ido aumentando, y que hoy por hoy han sido reconocidas como gente laboriosa, pujante, amable, luchadora trabajadora e incansable, herencia ancestral de su negra e indómita raza que en otrora habitara esta región.
Historia regional
Cuentan personas muy reconocidas del pueblo, como lo fueron Abraham Rodríguez y Elena Oñate (Q.E.P.D.), que el corregimiento fue fundado un 15 de agosto de 1840 por una familia de apellido Fragoso, conformada por Eufemia Fragoso y Jacinto Mejía, junto a sus hijos Efraín, Candelaria, Isabel Mercedes, José Antonio y Ángel, entre los más reconocidos, porque eran once en total.
Con el paso del tiempo fueron llegando otras personas a la población. Entre los años 1845 y 1866 ya avanzaba la aparición de numerosas familias en El Totumo, caso de las familias Oñate, Manjarrez, Guerra, Córdoba, entre otras. Con toda esa gama de familias se fueron multiplicando los núcleos familiares, y se recuerda que para esa época los hijos llevaban el apellido de la mamá si no existía entre la unión el sacramento matrimonial.
El Totumo es una población alegre y acogedora, y sus habitantes demuestran un gran sentido de pertenencia por su tierra natal, cuenta además con pintorescas anécdotas que parten de su historia ancestral.
Desde el año 1840 hasta 1888 se conoce al pueblo con el nombre de ‘La Raíz del Trupío’, el cual se originó por un acontecimiento atmosférico que se enmarcó para la historia: un fuerte vendaval que ocasionó la caída de muchísimos árboles, en un sitio muy representativo para la comunidad tumba un palo de trupío haciendo brotar una de sus profundas raíces, la cual queda por encima del suelo; fue tan impresionante y llamativo el acontecimiento que decidieron de manera unánime llamar la población desde ese momento como La Raíz del Trupío.
De La Raíz del Trupío a El Totumo
Fue entre los años 1888 y 1889 cuando llega alguien a darle un cambio rotundo a la identidad del pueblo. Un hombre de piel negra dedicado a la actividad de arriar ganado bovino, quien se queda en El Totumo durante un lapso de tiempo pastoreando unos animales pertenecientes a reconocidos ganaderos del municipio de San Juan del Cesar (La Guajira).
Un día cualquiera, con un sol muy resplandeciente y un intenso calor, el arriero de ganado se echa a descansar debajo de un árbol de totumo, de los muchos que había en la plaza del pueblo, tiempo que aprovecha para realizar un análisis, y concluye que el pueblo no debería llamarse ‘La Raíz del Trupío’ sino ‘El Totumo’, porque la presencia de este árbol era muy alta en la población. Posteriormente, pone en consideración de los nativos del pueblo su opinión, logrando convencerlos, y desde ese momento gracias al análisis de ese negro palenquero a quien le decían ‘El Zambo’, la población queda para la historia con el bello nombre de El Totumo.
La idiosincrasia de este pueblo se enriquece con el aporte diario de hombres y mujeres muy trabajadores, factor que, sumado a los periodos de lluvia frecuentes, la cultura y las creencias hacen de este rinconcito del sur de La Guajira un remanso de paz y tradición regional.
En el año de 1888, además del hecho histórico de adoptar el nuevo nombre de ‘El Totumo’, un día 15 de agosto llega al pueblo la imagen de la Virgen del Carmen, patrona del caserío, constituyéndose en motivo de alegría para las personas muy católicas de la época, quienes recibían las festividades con música de acordeón, bombos y carrizos.
Corría el año de 1906 cuando fundaron el orfelinato en la vereda La Sierrita, por ese entonces ya existía la imagen de la Virgen del Carmen en la población, y muchos habitantes de otros lugares llegaban a El Totumo a pedir prestada la imagen de la virgen para realizar las festividades en sus comunidades, entre estas, La Sierrita, Caracolí, Atánquez, entre otros.
Emporio turístico
El tiempo siguió su curso, los cambios se fueron presentando en todos los sectores, y para el año de 1968 se constituye el corregimiento de El Totumo como centro turístico del municipio de San Juan del Cesar y el departamento de La Guajira. Los habitantes se declaran bendecidos por poseer una piscina natural que consideran un regalo del creador, un balneario conocido como ‘El Pozo de El Totumo’, sitio que además de su belleza física, también es muy reconocido por las múltiples anécdotas que existen sobre el mismo.
En el año de 1984 se realizó el Primer Reinado Infantil del Turismo en el corregimiento, evento liderado por Luis Rafael Fragozo Córdoba, reconocido por su entrega en la búsqueda del bienestar común para sus coterráneos. Luis Rafael es un ciudadano que merece el reconocimiento de sus paisanos porque a través de los años ha demostrado un gran amor por su pueblo natal y por su gente.
A raíz de los buenos resultados obtenidos con el certamen, por petición de muchas personalidades, entre ellas Consuelo Araujonoguera, nace la idea de pasar el certamen de infantil a juvenil, ocasión en la que se reunió a nueve municipios y se llevó el honor como primera soberana del turismo juvenil la señorita Rosa Elvira Díaz Mejía, representante del corregimiento de La Junta e hija del cantautor Diomedes Díaz Maestre.
El Totumo es una región pintoresca, con anécdotas curiosas, caracterizada por el esfuerzo de su gente luchadora, orgullosa de sus ancestros y excelentes embajadores de su cultura y riquezas naturales.
Hermes Francisco Daza