Es la vida un torrente de sentimientos que te exigen dar de ti la mejor versión.
Nacemos sin el raciocinio de nuestra misión en la vida, y cuando avanzamos en el tiempo descubrimos que somos más que la transformación de muchos sentimientos, alguna vez te has analizado en el silencio de tus lágrimas, en la auto evaluación de tus errores, o simplemente en el dedo señalador de quienes quieren ver de ti una imagen fugaz?. Justo ahí despierta tu voz interior, esa que fue diseñada para unirte con un espíritu de valentía, para extraer de ti las emociones que en la soledad te hacen cicatrizar las heridas de una evolución constante, justo ahí empiezas a ver en ti la fotografía enmarcada en papel de seda que te hace frágil pero valiosa, analizas que el proceso que te ha llevado a construir las piezas de un rompecabezas donde tu eres el eje fundamental, te hacen vivificar la esencia de tu alma.
Un día despiertas enamorada de ti, logras observar el despegar de un alba que promete sueños en la inmensidad, y te desprendes de aquella ideología que un día te hizo ver la felicidad como la opción de un diario vivir, en los recuerdos del pasado analizas que perdiste tiempo en descubrirte, que el espejo donde te reflejaste se quebró y junto a el también se quebraron tus sueños, es hora de despertar junto al alba, es hora de entender tu propósito, deja que las huellas del ayer te recuerden tu nacimiento, tu dolor, tu evolución y te permitan diseñar un nuevo espacio de libertad.
Analiza de donde vienes, para que sea esa la fuerza que te motive a no regresar, por lo menos no a encontrar los escombros del dolor, aquellos que en la soledad te latigaron sin piedad, llego tu tiempo de metamorfosis, no te creas oruga, porque aunque era necesario vivir el proceso, tu tiempo de volar ha llegado.
Michelle Paola Rodriguez