Las cartas están sobre la mesa, Colombia hoy decide quienes serán los dos candidatos que pasan a segunda vuelta en las elecciones presidenciales. Sería una sorpresa mayúscula el triunfo absoluto de cualquier candidato en esta jornada, pues no hay condiciones reales para que esta situación ocurra, por diferentes razones no habrá la avalancha de votos que los analistas políticos esperan conforme a las encuestas en redes sociales. Por otro lado, no será extraño como en otras ocasiones que se grite a las 5 de la tarde, ¡Fraude!
No podemos partir de la falsa premisa que todos tienen intención de votar, el abstencionismo seguirá siendo el rey de la jornada, es obvio que los indecisos siguen con su postura debido a que ninguna de las candidaturas los enamoró. Otros no quieren ser parte de los extremos ni del supuesto centro considerando que siempre son los mismos con las mismas, y unos más que se desembarcaron de alguna u otra propuesta por los respaldos recibidos a última hora de parapolíticos, escándalos de lavado de activos y desafortunadas intervenciones en los debates televisados frente a millones de personas.
Si me voy del lado de Fulano que es al que veo más firme, ¡no me reciben o seré un convidado de piedra porque allá están mengano y perencejo que siempre han sido contradictores políticos míos y no me dejarán sobresalir! Dice Lucho.
No voto por este porque tiene tal o cual defecto físico o se parece a tal animal o un gamín, manifiesta Sofía.
Prefiero votar por este porque este que dice lo que uno quiere escuchar, pero se sabe que no lo va a hacer, pero tiene la intención. Expresa un Juancho convencido
Esas frases las escucha uno en la calle, razones sin fundamento que afectan la verdadera razón de elegir. Por otro lado, tengo la certeza que a diferencia de las elecciones territoriales no se verán grandes movilizaciones de vehículos para transportar personal desde su residencia hasta los lugares de votación que poco o nada se ven en el debate presidencial, por lo menos en Santa Marta, personas que viven en la Paz y votan en la IED Juan Maiguel de Osuna, no se trasladarán hasta allá.
Pero algo que me preocupa más es la tendencia que convirtieron en costumbre algunos asesores y líderes políticos, implementaron la estrategia de crear cada día escenarios de confrontación incitando odio por quienes no comparten sus ideas; por otro lado, los magos de las redes sociales concibieron como indispensable para el público iletrados, jóvenes no lectores y perezosos borrar la verdad histórica y escribir una nueva donde los victimarios de otrora se ven como los redentores de la patria lo que ha resultado extremadamente fácil de hacer en un país sin memoria. Los desarrolladores de estas tareas consideran que se le han dado al pie de la letra todas las circunstancias favorables para convertir la rivalidad en difamación y odio, dando paso a la auténtica batalla campal de mentira y resentimientos que vemos en nuestras calles.
Por ejemplo, uno de los extremos siguió en campaña desde la victoria de su opositor en las elecciones hace cuatro años, en aquel momento públicamente se le advirtió que no se le dejaría gobernar tranquilo y de veras que lo cumplieron; claro que este también dio unos papayazos tremendos en temas puntuales. En la estrategia profetizada y efectivamente consumada el objetivo se centralizó en resaltar y amplificar sus errores, creando una sombra de escepticismo sobre sus capacidades y, sobre todo, le endilgaron supuestas contradicciones entre lo que piensa, dice y hace. Todo lo anterior, les sirvió de cortina para utilizarla contra quien en las actuales gestas proselitistas se presentaba como su más fuerte contrincante, le achacaron su padrinazgo y listo. Evidente estrategia sacada del libro de Sun Tzu, ganar la batalla sin empezar la guerra.
Lo principal de todo ha sido sembrar dudas en el elector más que presentar propuestas, logrando culpabilizarlo si decide votar a un candidato que no haga parte de esa estrategia, provocando su frustración pues lo lleva a convencerse que es parte de una organización perversa. Los potenciales votantes por otras campañas son el objetivo claro de la estrategia de guerra sucia, pues se busca desdibujar la imagen de su candidato escogido endilgándole responsabilidades ajenas, logrando hacerlo cambiar de preferencia, no por razones de debilidad en fórmulas para resolver los asuntos más importantes del país, sino por la transfiguración orquestada del personaje lo que conlleva a la ruptura de la conexión entre el candidato y su potencial votante.
Por lo menos yo tengo la esperanza que las personas que han actuado de manera fraudulenta, realizando una campaña sucia y agresiva reciban justo lo contrario de lo que persiguen tras de sus maneras cuestionables de conseguir votos lesionando la imagen pública de los otros candidatos. Amalaya hoy gane la democracia, sea la oportunidad de ajustar y fortalecer las instituciones estatales para qué sean más eficientes y eficaces en el cumplimiento de sus fines. Muchos esperamos qué se realicen los cambios que han ofrecido en debates y no sé quede en retórica, especialmente en las propuestas de disminuir el gasto fiscal para apuntar a adicionar recursos a fin de ampliar la cobertura de los servicios básicos.
Es hora de que haya reconciliación entre todos los hermanos que vivimos en el país, pero sobretodo que haya respeto sí piensas políticamente diferente, pues hoy la política electoral corre el riesgo de sucumbir a la agresividad y esto a destruirnos como nación. Pasada esta jornada debemos reflexionar todos respecto a lo que deseamos para Colombia en el futuro, el cual creo que debemos afrontar juntos por lo que debe existir sinergia entre personas del común, cooperación entre partidos y entre las organizaciones sociales. Quién gane la elección presidencial tiene la obligación de mandar mensajes de unidad, respeto, institucionalidad y compromiso con todos los sectores.
Adaulfo Manjarrés Mejía
Fico presidente…..CAPICU. Alcalde.
Hoy es el día, que tenemos los Colombianos de seguir con nuestra democracia!