La Península de La Guajira es un destino increíble que combina la belleza natural con un gran potencial productivo. Es el destino más al norte de Suramérica, con una ubicación geoestratégica que cuenta con todos los pisos térmicos, ofreciendo una variedad de paisajes, desde zonas semidesérticas hasta bosques secos tropicales, y recursos naturales energéticos y mineros. Estas son algunas de las características que atraen a un gran número de turistas al año y también a grandes empresas del sector productivo que han apostado por el departamento.
La Guajira se perfila como un pilar esencial en el escenario energético de Colombia, ostentando un potencial inigualable para convertirse en el epicentro de la transición energética del país. Esta posición se debe, en primera instancia, a su excepcional capacidad para la generación de energía solar, avalada por una impresionante media de 7.1 horas de sol y una tasa de radiación solar de 6kw por metro cuadrado, superando el promedio global en un 66%.
Esta ventaja se complementa con la presencia de vientos constantes y unidireccionales, que soplan a una velocidad promedio de 9.8 metros por segundo, optimizando el rendimiento de la generación eólica.
A este panorama se suma el hecho de que La Guajira alberga el 20% de las reservas probadas de gas natural de Colombia, contabilizando 0.56 TPC de acuerdo con cifras proporcionadas por el Ministerio de Minas y Energía, consolidando aún más su papel como epicentro energético del país.
Asimismo, La Guajira es un destino atractivo para la inversión en el sector minero. Al año 2022 obtuvo 70 títulos mineros, los cuales, por clasificación de la Agencia Nacional de Minería, el 45% de estos títulos fueron para mediana minería, el 37% para pequeña minería y el 11% para la gran minería.
Esta distribución revela una diversidad de operaciones en términos de escala y enfoque. El mayor porcentaje (56%) de estos títulos se destinaron a la mediana y pequeña minería, que si bien, son proyectos que pueden generar empleo y oportunidades económicas locales, enfrentan grandes desafíos en términos de gestión ambiental y prácticas responsables, mientras que ese 11% que fue destinado para la gran minería, el cual tiene una gran capacidad de generar ingresos fiscales y regalías significativos para el departamento, además de los proyectos asociados a la protección del medio ambiente al bienestar de las comunidades locales.
Además del sector minero energético, en La Guajira el turismo es otro de los sectores que puede atraer inversiones significativas para el desarrollo social y económico del departamento.
Con 28 frecuencias aéreas semanales, que conectan al Distrito con la capital del país, Aeropuertos de Oriente reportó que el aeropuerto Almirante Padilla de Riohacha incrementó en un 10% las operaciones aéreas en la temporada de vacaciones de Semana Santa este 2024, periodo en el que se movilizaron 16.935 pasajeros, representando un crecimiento del 36% a comparación del mismo periodo el año pasado.
Estas cifras demuestran que La Guajira se ha venido consolidado como un destino turístico atractivo a nivel nacional e internacional. Incluso, en el año 2023 se registró un récord de 520 mil turistas, que superó las proyecciones para el año 2030.
Estos turistas, en su mayoría cautivados por los atractivos turísticos del departamento, como el Cabo de la Vela, Punta Gallinas, Mayapo y Palomino, también se ven motivados a viajar al destino por la diversidad de aves que se encuentran en el territorio. Albergamos el 26% de la diversidad de aves existentes en Colombia, ocupando el segundo lugar en avistamiento de aves en el Caribe colombiano. Con el registro de 296 especies durante el Global Big Day del año 2023, La Guajira es un destino ideal para el Aviturismo. De igual manera, la presencia de 5 culturas indígenas ancestrales (Wayúu, Koguis, Wiwas, Arhuacos y Kankuamos), posicionan a La Guajira como un destino para inmersiones culturales auténticas.
Gracias a este panorama turístico, que se encuentra en crecimiento, la inversión en infraestructura hotelera se perfila como una necesidad apremiante. La Guajira tiene todas las cartas sobre la mesa para consolidarse como una potencia turística en Colombia, y el desarrollo adecuado de su capacidad de alojamiento es un paso crucial hacia la materialización de este potencial turístico. Para ello, es necesario en ciudades como Riohacha finalizar con la formulación del POT, reglas de juego claras con respecto a la propiedad privada y una infraestructura de servicios públicos eficiente.
La Guajira tiene un alto potencial para convertirse en un destino de inversión, pero para lograrlo, debemos garantizar la seguridad y cerrar brechas sociales que no permiten el correcto desarrollo del turismo y de los proyectos de inversión productiva.
Debemos trabajar de manera articulada para generar las condiciones habilitantes de proyectos que tienen la capacidad de cambiar y transformar el departamento. Así es como La Guajira realmente podrá hablar de una diversificación productiva y convertirse en un destino de inversión con una visión de desarrollo socioeconómico donde los más beneficiados sean sus habitantes.
Luis Guillermo Baquero