Adecuado título para reflejar la actual coyuntura económica, social y política del país. Justamente en momentos en que la virtualidad se encuentra tan en boga y las Fake News han logrado dimensiones inconmensurables gracias a la proliferación de redes sociales sin control. Las frustraciones de los viudos del poder se están emparentando y les permite a aquellas adoptar la credibilidad que la coyuntura del mundo de las especulaciones les proporciona para abonar un terreno apetecido. El periodista, escritor, ensayista y poeta polaco Ryszard Kapuscinsky afirmó: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.
La Revista Semana aliada fundamental en el propósito, periódicamente y abusando exagerada e irresponsablemente de su posición dominante en el mercado digital informativo, es crucial para contribuir a desinformar y confundir a la opinión pública. Otorgándose licencias y amparándose en versiones arbitrarias y sesgadas de la libertad de prensa y de la libre opinión, auspiciando como consecuencia veredictos perversos. El derecho a informar no debe dar pie a desafueros, ni a rebasar los linderos de la ética periodística, debe encasillarse dentro de estándares mínimos de responsabilidad.
Como anillo al dedo le caería a la señora Vicky Dávila repasar y repensar un video que casual, y oportunamente pude escuchar esta semana en el Foro Caribe, magnifica tribuna donde diariamente tenemos el placer de interactuar y aprender de un importante número de mentes brillantes de nuestra región. El video recoge las sabias e impecables reflexiones del Papa Francisco, sobre los 4 pecados capitales del periodismo. El Papa no pudo haber anticipado y explicado de mejor manera la coyuntura mediática desatada por la señora de Gnecco.
Múltiples situaciones del contexto actual reflejan las dos Colombias: la que prefiguran la derecha, los uribistas, las minorías afectadas por medidas del gobierno, minorías ostentadoras del poder para su usufructo durante largos e interminables años y la oposición visceral. A riesgo de volverme repetitivo, reitero la incidencia decisiva de la gran prensa, factor vital en la generación de esa corriente replicadora irreflexiva. Para nadie es un secreto el estrecho maridaje entre poderosos empresarios y la propiedad sobre medios masivos de comunicación. La sumatoria de fuerzas y sectores insinuados, se han encargado de suponer esa Colombia virtual. La otra Colombia, es la que acaece en la vida real.
El estribillo predilecto durante la campaña y en los primeros meses de gobierno: que nos íbamos a volver una nueva Cuba u otra Venezuela. Perdió razón y soporte. Pronosticaban un gobierno derrochón, estimulador de la pereza, la improductividad, la ineficiencia, un gobierno rumboso, alcahueta del populismo económico y social, que todo lo iba a regalar. El gobierno Petro paradójicamente, y obligado por el monumental déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de la gasolina, heredado y acumulado de anteriores gobiernos, sobre todo de Duque, tuvo la osadía de incrementar gradualmente el precio del galón de gasolina, medida absolutamente impopular pero totalmente responsable. EL déficit de ese Fondo de Estabilización, el año pasado alcanzó la bicoca de $ 39 billones de pesos, lo cual supera con creces lo que se pretende recaudar en un año con la Reforma Tributaria. De no haberse adoptado la medida del ajuste en el precio de la gasolina, se corría el riesgo de quebrar a Ecopetrol y afectar sustancialmente las finanzas de la nación.
Contra toda evidencia, sin asidero en la realidad y en las cifras, quienes aplaudieron, prohijaron y estuvieron de plácemes con regímenes antecedentes; arbitrarios, injustos y depredadores, acuden ahora a la manida e insustancial frase: que desastre de pais. Esos alucinados, obtusos y vehementes opositores atribuían la devaluación del peso ante el dólar, al gobierno Petro y a las medidas anunciadas por este. Ahora que la corriente se invirtió y el peso se apreció frente al dólar, también es culpa del actual gobierno. Palo porque bogas y palo porque no bogas. Se está desacelerando la inflación, mejorando los niveles de empleo. La OCDE incluye a Colombia a mayo de 2023 como el quinto pais que más crece entre sus 37 estados miembros. Lo cual ocurre luego de un periodo de estancamiento. El primer trimestre del año pasado, el PIB creció algo así como el 1,4%, estábamos en el noveno lugar en ese rubro. Este año y durante el primer trimestre, el crecimiento del PIB se situó alrededor del 3%, o sea que más que se duplicó con respecto al mismo periodo del gobierno Duque. Asimismo, la Inversión Extranjera Directa en el primer trimestre de 2023 contabilizó recursos por US$ 2.582 millones, lo que representa un incremento del 25,3 % frente a igual periodo del año pasado.
La Reforma Tributaria, aprobada en noviembre pasado, apunta a corregir inequidades, debemos decir en su beneficio que estudios realizados en el año 2021, concluyeron que Colombia es uno de los países de América Latina cuyo Régimen Tributario es regresivo, injusto y desigual, asentado básicamente en los impuestos indirectos y cuya base esencial han sido el IVA y los impuestos sobre la renta de sociedades También ostenta un bajo nivel de recaudación tributaria con respecto al PIB; al 2021 era del 19,5%, mientras en los países de la OCDE era del 34,1%, y para compararlo con países de América Latina y el Caribe: en Brasil era del 33, 5 %. Además, adolece de complejidades y de múltiples exenciones, y facilita las evasiones y elusiones.
Los recursos recaudados con la Reforma Tributaria serán destinados prioritariamente a financiar: educación, salud, seguridad alimentaria, disminución de pobreza multidimensional y de pobreza extrema, reducción de niveles de desigualdad y eliminación de las externalidades negativas generadas por actividades depredadoras del medio ambiente y la salud. Por otro lado, se aprobó el Plan Nacional de Desarrollo, al igual que la Educación Superior gratuita, se aprobó la Jurisdicción Agraria y Rural, progresa la Reforma Agraria, se eligió presidente del senado a un miembro del Pacto Histórico, hubo significativas manifestaciones de soporte al gobierno, se firmó un cese al fuego con el ELN, Estados Unidos expresó un apoyo sin ambages y hasta avaló los acuerdos con esa guerrilla.
Las reformas a la salud y pensional presentadas por el ejecutivo, en términos cuantitativos benefician a más gente de la que damnifican, no obstante, el énfasis mediático y de los contradictores en general de esas iniciativas está enfocado en cómo y a quien perjudica. No se habla o muy poco se dice de los beneficios aparejados. Prestigiosas entidades internacionales, lo mismo que atildados gobiernos, han ponderado las características y el contenido de esas reformas, las cuales avanzan en medio de infinidad de talanqueras. El gobierno no ha detenido su ritmo.
Sin embargo, no se interrumpe la construcción del imaginario donde se vende la idea de que la llegada de Petro al poder es sinónimo de inseguridad, de miedo, de que todo ese país ordenado, seguro, prospero, desarrollado que veníamos disfrutando, se acabó con su asunción como Presidente. Se ha intentado generar la percepción de que, en un Santiamén, hemos transitado del Edén al inframundo, nada más falaz. Las cifras de conflicto, el escenario de guerra y desorden están entronizados hace décadas en la nación. La extrema derecha está acudiendo a niveles de cinismo inauditos. Esos guarismos de inseguridad y caos, con bastante probabilidad eran superiores en periodos antecedentes.
Ese sector de la sociedad aupado por los medios se aferra en la construcción del imaginario, persiste en su feroz arremetida e intentos de desestabilización y de creación de un contexto y estado de cosas inexistentes, producto de mentes atolondradas. Se frotaban las manos ante una supuesta ausencia de gobernabilidad y hasta auguraban la renuncia de Petro por los hechos derivados de las desaforadas declaraciones de Benedetti y simultáneamente las derivaciones del caso: Laura Sarabia; pero se han quedado con los crespos hechos.
Movimientos y riadas de gentes hacia centros turísticos, a disfrutar normalmente de sus vacaciones. Centros comerciales, restaurantes, plazas de mercados y demás sitios de intercambio atestados desmienten tales augurios y el imaginario pesimista. Nada hace intuir que el país se encuentra en dificultad. Sin embargo, el torrente antagonista en su inconcebible y absurdo empecinamiento antipetrista divisa un periodo crítico. Pero su rol de arúspices del desastre no tiene eco en la realidad, la situación de crisis, solo existe en sus percepciones calenturientas, febriles, obstinadas y fanáticas, fuera de ellas nos encontramos en un país que, a pesar de la multitud de taras heredadas, prospera. Los nostálgicos del autoritarismo, de las alianzas con lo más oscuro, con las fuerzas que realmente si han contribuido a deslegitimar al país, a generar el estado caótico, debilitar la institucionalidad, paradójicamente, son los más críticos. Según ellos, hemos transitando en un abrir y cerrar de ojos, del cielo al infierno, de Suiza a Colombia.
En el escenario internacional el panorama no puede ser más halagüeño. A diferencia de Duque, quien tuvo que rogar durante varios meses para que el energúmeno Trump lo albergara en la Casa Blanca. Petro es recibido rápida y directamente por el vigente gobierno de Estados Unidos. Acogido con honores en España, Francia y más recientemente en Alemania; en cada uno de esos países ha firmado importantes convenios. Con este último subscribió el viernes 16 de junio un acuerdo que prevé la cooperación de la Sociedad Fraunhofer, una de los líderes mundiales en investigación, para analizar la producción de hidrogeno verde y sus derivados para su exportación hacia ese país. Este acuerdo cobra vital importancia en el futuro energético de La Guajira y del Cesar.
Adenda: inimaginable el contexto prevaleciente en Colombia al día de hoy de haber dictaminado la Fiscalía que la muerte del coronel Dávila hubiese sido resultado de un homicidio, mas no consecuencia del suicidio.
José Luis Arredondo Mejía