Los 57 años de vida administrativa del departamento de La Guajira coinciden con la fase de alistamiento e inicio del nuevo gobierno, Gustavo Petro se convirtió en el Presidente con mayor votación en la historia de Colombia, más de 11 millones de colombianos depositaron su confianza y esperanza en el candidato de izquierda, quien lleva varios años liderando la oposición y quien finalmente ha logrado una victoria indiscutible.
El voto petrista predominó en departamentos periféricos como La Guajira, donde logró una victoria contundente sobre Rodolfo Hernández en 14 de los 15 municipios guajiros. Existen grandes expectativas sobre las decisiones e inversiones que pueda tener el nuevo gobierno en temas críticos como la superación de la pobreza, la seguridad alimentaria e hídrica y los demás compromisos enmarcados en la sentencia de T-302 de 2017; también en temas económicos importantes como la estabilidad jurídica de los proyectos del sector minero energético, las inversiones para la competitividad del agro, comercio, turismo y la reapertura de la frontera con Venezuela.
No podemos esperar que en poco tiempo el nuevo gobierno resuelva problemas estructurales e históricos del departamento, pero si hay que iniciar una transición hacia el diálogo que genere una serie de acuerdos para sacar adelante una agenda compartida y solidaria para La Guajira. Frente a los retos en el cierre de brechas sociales, la ruta está trazada con el plan de acción de la sentencia T-302 de 2017 y el Conpes 3944 de 2018, como estrategia para el desarrollo integral del departamento de La Guajira y sus pueblos indígenas.
En la medida que se logren asignar los recursos y aplicar los principios constitucionales de coordinación y concurrencia entre autoridades nacionales y territoriales, y se puede ganar un tiempo valioso en concertaciones que ya los dos gobiernos anteriores realizaron. Será clave el rol de la bancada guajira en el congreso, pues, se debe trabajar de la mano en la inclusión de estas metas y programas en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.
Frente a los temas económicos y de competitividad, La Guajira hoy se ha consolidado como un clúster energético en el país, nunca antes el departamento había tenido tantas empresas que generarán un impacto positivo para el territorio en términos de generación de empleo directo e indirecto, inversión social, pagos de impuestos y regalías que se configuran como una gran oportunidad y ayuda adicional para la transformación de la calidad de vida de los guajiros.
Recientemente, el DANE reveló la composición del PIB del departamento de La Guajira. La minería tras un periodo crítico de demanda, bajos precios, bloqueos y huelgas; logró recuperarse y aportar el 46% de la producción departamental. Esto es una gran noticia para nuestro sector minero energético y para las finanzas públicas nacionales y territoriales, no obstante, es imperante una política nacional para la diversificación económica del departamento.
Sectores potencialmente competitivos y que generan un porcentaje significativo de empleos como el comercio, la agricultura, ganadería, pesca y actividades asociadas al turismo, suman el 8,3% del PIB departamental. Lo anterior, evidencia la informalidad en estos sectores económicos.
Otro tema clave para el departamento de La Guajira es la transición energética. La Guajira es el epicentro de la misma, por tal motivo, las empresas deben tener todas las garantías para operar y los guajiros y en especial las comunidades indígenas, deben beneficiarse en el mejoramiento de su calidad vida.
El gobierno nacional entrante debe generar las condiciones para que se dé un escenario de beneficios integrales para todos los actores de involucrados. Sumado a esto, la minería es clave en la transición energética, por tal motivo, no se puede promover el discurso de acabar con la minería e iniciar con los proyectos de energías alternativas. El conflicto de Rusia y Ucrania dieron una gran lección de la volatilidad del sector energético como consecuencia de tensiones geopolíticas.
En esa línea, en el marco de los 57 años de vida administrativa del departamento, se adelanta una agenda común, hacia un territorio diverso donde conviven y se complementan los distintos sectores económicos para lograr el anhelado cierre de brechas sociales; aquí todos somos más para La Guajira.
Luis Guillermo Baquero.