En las recientes elecciones del municipio de Distracción, La Guajira, la integridad del proceso democrático se vio amenazada por la perniciosa práctica de la compra de votos. A pesar de un total de 11 concejales, con solo dos pertenecientes a la oposición, el escenario electoral estuvo empañado por una triste realidad: el día de las elecciones, cada candidato al Concejo se vio obligado a desembolsar sumas exorbitantes que superaban los $200.000 para asegurar el respaldo de los electores. Esto condujo a la obtención de entre 200, 400 e incluso 500 votos por candidato, generando un contexto de corrupción y desviando la esencia misma del sufragio.
La responsabilidad no recae únicamente en los políticos inescrupulosos, sino que también involucra a aquellos que acceden a estas prácticas corruptas. Esta lamentable realidad se traduce en la proliferación de “bandidos” en la esfera política, socavando la legitimidad del proceso democrático.
Si bien los resultados electorales reflejaron una diferencia de más de 1000 votos a favor de la campaña ganadora sobre la oposición, el verdadero escenario del fraude no se ubicó en las urnas ni en los centros de votación. La esencia de esta afrenta a la democracia se reveló en las calles, los barrios y las zonas rurales, donde la compra de votos se convirtió en una práctica habitual. Líderes políticos transformaron el acto de votar en una transacción mercantil, corrompiendo el proceso democrático y menoscabando la participación ciudadana.
En medio de esta coyuntura, la oposición, liderada por un joven inexperto, fracasó en su deber de contrarrestar estas artimañas y en la recopilación de pruebas contundentes que invalidaran esta elección fraudulenta. Esta inacción compromete la integridad del sistema democrático en Distracción.
El líder actual, Chacho Brito, ha alcanzado sus metas aprovechándose de un sistema permeado por la manipulación y la compra de votos. Por otro lado, la oposición, inicialmente presentada como valiente, evidenció una falta de coraje al no enfrentarse a estas prácticas corruptas. Si bien se conoce el modus operandi del líder, persiste la incógnita sobre cómo enfrentarlo.
En esta encrucijada, la democracia en Distracción se encuentra en peligro, atrapada entre la astucia política y la negligencia en la defensa de sus principios. La salvaguardia de la integridad del proceso electoral demanda un compromiso por parte de todos los actores políticos, tanto ganadores como perdedores, para erradicar estas prácticas corruptas y fortalecer la ética cívica. Solo a través de este esfuerzo conjunto se podrá asegurar un futuro democrático más transparente y equitativo para todos en el municipio de Distracción.
Luis Alejandro Tovar
Una verdad a voces o gritos silenciosos . Por el temor de un señalamiento de personas apasionadas o por cosas peores…
Dios le guarde Alejo