LES LLEGÓ EL FIN

Después de haber iniciado una investigación profunda sobre el tema en donde realicé varias comparaciones con eventos anteriores y similares, me atrevo a decir que al régimen de Venezuela le llegó el fin, y en el desenlace de este artículo les explicaré detalladamente cuáles son las razones que me llevan a pensar que el país vecino en las próximas semanas será libre.

Dentro de toda la historia de los Estados Unidos de América, solo en dos ocasiones han sido desplazados buques de guerra hacia el sur del Caribe frente a Venezuela, y en ambas se señala directamente al presidente de este país como jefe único de un gran cartel de drogas. La primera ocasión fue en abril de 2020 y la segunda es la que hemos estado presenciando en los últimos días desde el 19 de agosto de 2025, pero es importante detallar las diferencias entre la primera y la segunda, debido a que el análisis de esta disparidad es la que nos va a dar a entender por qué la primera ocasión no fue tan directa como esta.

En el año 2020, a diferencia de ahora, el presidente Trump ordenó un despliegue naval en los dos mares, Caribe y Pacífico, pero con menos nivel armamentístico que el de ahora en 2025. En ese entonces no se reportaron submarinos nucleares ni grupos anfibios con miles de marines. La llegada de los buques USS Iwo Jima (buque de asalto anfibio), USS San Antonio (transporte anfibio) y USS Fort Lauderdale (buque de desembarco), con aproximadamente 4,500 efectivos, incluyendo 2,200 infantes de marina de la 22.ª Unidad Expedicionaria de Marines, USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, todos de la clase Arleigh Burke, equipados con sistemas de misiles guiados Aegis, Crucero USS Lake Erie y el submarino nuclear de ataque rápido USS Newport News, da un mensaje contundente, situación que no ocurrió en 2020, en donde tampoco se le había dado un tinte político tan marcado como el de ahora, en donde señalan al presidente Nicolás Maduro como cabeza principal del tren de Aragua y el cartel de los soles. Tampoco en aquel entonces estuvo Marco Rubio (el político estadounidense más contrario al régimen de Maduro) como secretario de Estado.

Frente a las reacciones de los países potencias como Rusia y China, contrarias a las de 2020, China ha optado por una postura muy diplomática y poco firme, en donde deja dudas sobre su posición frente a una posible incursión militar. Por otro lado, Rusia tardó tres días en pronunciarse tras conocerse públicamente el despliegue naval masivo hacia las costas venezolanas. Relacionado a esto, dentro de la comunidad de países en Latinoamérica, países como Ecuador, Argentina, Paraguay, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Guayana Francesa han optado por una posición positiva frente al despliegue militar. Sumado a esto, el secretario de Estado Marco Rubio en los días pasados ha desarrollado una gira internacional y estratégica en varios países de Latinoamérica que han demostrado una postura opuesta al despliegue militar, seguramente para buscar su alineación frente a una decisión final sobre lo que va a ocurrir en las próximas semanas.

Particularmente, creo que al régimen venezolano le llegó el fin, el mismo despliegue habla por sí solo: ¿transportar un submarino nuclear y toda esa fuerza militar para liquidar lanchas pequeñas que transportan droga? Y ni qué decir de los más de 6,000 efectivos expertos en operaciones anfibias, esa fuerza desmedida no tiene proporcionalidad frente a la realidad de una organización de tráfico de drogas, sumado a esto, la orden de captura sobre el dictador Nicolás Maduro con una recompensa nunca antes vista de 50 millones de dólares.

Creo que todo lo que va a pasar con relación a Venezuela es cuestión de tiempo, pues se requiere una alineación de varios factores y actores para poder concretar. El momento aún no ha llegado, pero estoy seguro de que en las próximas semanas nos podríamos levantar con la gran noticia: la libertad de Venezuela. Esta opinión tiene su cimiento sobre lo vivido en mi tierra, la Guajira colombiana, la cual particularmente ha sufrido los malos efectos de la economía venezolana, expresados en la migración demográfica, pues su frontera amplia y su pueblo Wayuu son compartidos por estos dos países.

La hambruna que se desató en el lado colombiano fue en parte consecuencia de la situación económica del país venezolano. Los Wayuu, a lo largo de toda su historia, han estado transitando entre Colombia y Venezuela durante décadas, intercambiando bienes y servicios. Desafortunadamente, los efectos de la escasez de alimentos llegaron sumados a otras situaciones de orden público, causando una migración sin precedentes que atrasó todos los procesos sociales en la Guajira colombiana, disparando los niveles de inseguridad. Mi deseo más íntimo con relación a esto es que Maduro sea derrocado y Venezuela vuelva a brillar junto a nuestra frontera. El deseo más profundo, que seguramente es compartido con muchos venezolanos y colombianos, es que la abundancia regrese a este país tan rico que nos brindó tantas cosas buenas. Estoy seguro de que el momento llegará más pronto de lo que muchos creen.

Luis Antonio Gómez Peñalver

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