Colombia enfrenta hoy una situación crítica debido a los incendios forestales, con cerca de 883 municipios en estado de alerta. En Santander, por ejemplo, las llamas han devastado más de 300 hectáreas a pesar de los esfuerzos exhaustivos del Gobernador Díaz Mateus. La intervención del Gobierno Nacional es imperativa en esta región; las imágenes de vastas áreas de frailejones consumidos por el fuego son desgarradoras.
Más del 70% de estos municipios están en alerta roja, una cifra que no incluye áreas como el Chocó, donde los riesgos de deslizamientos y la falta de servicios públicos son una preocupación adicional.
Incluso en Bogotá, que posee recursos para enfrentar estas catástrofes, los incendios en los cerros orientales persisten después de tres días. La situación es aún más precaria en los municipios de categoría 6 en departamentos como Magdalena, Nariño y Vaupés. ¿Qué pueden hacer ellos?
Chile también experimenta una situación similar. Solo en 2023, este país sufrió la pérdida de 25 vidas humanas, cientos de viviendas destruidas y una cantidad significativa de terreno perdido a causa de incendios mayoritariamente provocados por actividades humanas. Es alarmante.
La gravedad de la situación reside en que estos incendios, que ocurren en ecosistemas forestales, tienen un impacto directo en la lucha contra el cambio climático.
Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Colombia había logrado avances significativos en la acción climática: más de un millón de corales plantados, 158.000 hectáreas de silvopasturas establecidas y 120 millones de árboles sembrados. En el sector de las energías renovables, la capacidad instalada aumentó de 28 MW a 2.800 MW.
Hoy, Bogotá experimenta temperaturas de 25 grados centígrados, un fenómeno sin precedentes. Parece que finalmente hay un consenso sobre la necesidad urgente de actuar: nuestro planeta necesita ayuda. Los cambios climáticos sin precedentes en Colombia son un llamado a la acción. Está en nuestras manos, y solo en las nuestras, revertir esta tendencia.
Nicolás Ordoñez Ruiz