LO QUE FALTABA

Ver a German Vargas Lleras fungiendo como abanderado del reordenamiento de las actuales fuerzas, gestoras en el actual Congreso de la Republica de una coalición que, de alguna u otra forma, con luces y sombras, han apoyado varias de las iniciativas gubernamentales, incluyendo al Plan de Desarrollo, la Reforma Tributaria y otras. Expone la degradación, pero simultáneamente la fortaleza que aun ostentan determinados personajes y fuerzas de la política colombiana tradicional. Al parecer disponen de un arsenal de estrategias y herramientas para resucitar y reencaucharse. Es como si estuviéramos en el mundo de Subuso, la famosa tira cómica, es decir el mundo al revés. En la Locombia de hoy, como alguien jocosamente nos denominó hace un tiempo, todo es posible. La imaginación más fecunda no alcanza a suponer lo que la realidad nos depara en este pais del Sagrado Corazón.

Difícil encontrar alguien más inapropiado para encabezar una rebelión política contra Petro. De cualquier manera, las escaramuzas de este personajillo denotan hasta donde están dispuestas a llegar las fuerzas del pasado, el contingente de huestes tradicionales, en su obsesión de no ceder el poder y los privilegios que secularmente han mantenido y que nos ha legado el pais que vivimos: Líder en desigualdad, en corrupción, conflictos urbanos y rurales sin parangón en el continente,  una nación apropiada y controlada por las mafias del narcotráfico, de la minería ilegal, del paramilitarismo.

La aspiración es – conformar por primera vez en la historia del pais, un Congreso opositor-, suceso inédito. Ello nos puede dar nociones de los límites que pueden rebasar los representantes de esa degradada casta política, en pro de la salvaguardia a ultranza de lo que han forjado por décadas, en su beneficio, y para desgracia de las inmensas mayorías. La justificación es la supuesta terquedad y autoritarismo del presidente Petro, en procura de imponer contra viento y marea sus Reformas. Está absolutamente claro que ellas benefician a muchísima más gente de la que perjudican. En el fondo de esas supuestas preocupaciones y altruismo inoportuno, a lo que le apunta esa clase política y sus desvergonzados líderes, es a la defensa de intereses mercantiles que medran alrededor del Statuo Quo.

De salir avante la coalición liderada por el decadente Vargas Lleras, cuyo objeto y cohesión primigenia se gesta alrededor de la elección del Contralor General de la Republica, en reemplazo del destituido Carlos Hernán Rodríguez, a quien como todos sabemos le anularon su elección; la oposición a las reformas progresistas del actual gobierno y demás iniciativas presidenciales presentadas ante el Congreso, a la vez que aspiran a mantener sus “ feudos podridos” en las próximas elecciones regionales, y a mediano plazo podría devenir en un juicio político en contra del Presidente Petro. Este escenario nos plantea circunstancias institucionales peligrosas e inestables. Sigue latente el golpe blando.

Y para completar el cuadro de incongruencias, el Gran Colombiano recorre el pais fiel a su demagógico estilo, con “su carita de yo no fui”, en medio de la ratificación de los escándalos de corrupción de su círculo más cercano con respecto al caso Odebrecth, insólito por lo demás, ya que tanto el cómo su hijo, no obstante, las sólidas evidencias, se mantienen incólumes, pero tiene la desfachatez de estar recogiendo firmas, para justificar sus propias contrarreformas. Afortunadamente su periplo ha estado salpicado de experiencias agridulces, donde lo agrio resalta mucho más que lo dulce. Como ha sido usual en los últimos años, desde cuando se le derritió el teflón, ha recibido sonoras rechiflas y rechazos en muchos escenarios. En simultanea están en la palestra, se están divulgando los horrores de los sucesos de los pesimamente denominados macro casos de los falsos positivos, en Dabeiba, Antioquia. Un capítulo más de la vergonzosa y oprobiosa tragedia del asesinato de miles de civiles inocentes en todo el territorio nacional, a nombre de una perversa Seguridad Democrática.

En los intersticios de esas líneas gruesas de los intentos de los grandes barones y patricios electorales por “dinamitar” la coalición que está aglutinada alrededor de las reformas estructurales planteadas por el ejecutivo, encontramos algunas congresistas que al parecer por razones distintas a las ideológicas y políticas, se localizan paradójicamente más cercanas a los partidos de la derecha, nos referimos a Katherine Juvinao y Katherine Miranda, y a lo cual sumamos que el senador Jota P.  Hernández develó su verdadero talante reaccionario, disfrazado o mimetizado en la reciente campaña al Congreso. Donde apeló   a eslóganes y banderas populistas para posar como un hombre progresista y hacerse elegir.

El gran Pepe Mujica, de quien se puede discrepar ideológicamente y hasta de la forma como ejerció su periodo presidencial en el Uruguay, sin embargo, nadie podrá discutirle su condición humana excepcional y su figura señera como referente ético y moral internacional, y su incuestionable sabiduría; hace un tiempo, refiriéndose a Colombia, afirmaba con justa razón que somos una nación esquizofrénica. Haber votado en su momento en contra del Plebiscito por la paz, denotaba las características particulares que poseemos como nación y que resurgen nuevamente.

Ahora y después de haber triunfado por primera vez un presidente alternativo cuyo gran pecado es tratar de implementar por vía legislativa iniciativas ofertadas en campaña electoral y en su propuesta de gobierno, a menos de un año de haber comenzado su ejercicio gubernamental orientado a reestructurar, replantear y modificar rémoras del pasado institucional, político, económico y social, se encuentra con la obstrucción de una de las figuras más representativas de lo que las mayorías rechazaron en el pasado debate presidencial, fungiendo como adalid de la oposición, intentando liderar una coalición cuyo objetivo, amén de  estorbar lo que el gobierno Petro está tratando de plasmar en pro de mayorías desvalidas, es la de encabezar una contrarrevolución política en las venideras elecciones locales y con absoluta probabilidad apuntándole al premio mayor: un juicio en la Comisión de Acusaciones contra Gustavo Petro. Las pretensiones de German Vargas Lleras como caudillo de una alianza con las demás fuerzas retardatarias del pais, es una muestra palmaria de la postración y crisis imperante en la oposición nacional.

Las propuestas reformistas fueron planteadas por Petro en campaña y por ende están explicitas en su programa de gobierno, fueron discutidas en múltiples escenarios académicos, sociales e inclusive gremiales. Por ellas votó la mayoría del pais.

José Luis Arredondo Mejía

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