Es común ver a sectores políticos preocupados en una lucha sin cuartel para lograr levantarse con el estandarte de haber logrado subsidios a la matrícula de estudiantes en el sistema de educación superior, hecho que por sí mismo no es malo, lo terrible es que esos mismos personajes poco o nada le apuestan a la educación prescolar básica y media, lo cual tiene un solo sentido, no les interesa la lucha o realizar esa inversión en un sector social que no vota; es verdad los niños y adolescentes no votan, mientras que persuadiendo al otro grupo de personas pueden alzarse o mantenerse en el lugar de privilegio que actualmente gozan.
Cientos de miles de niños deambulan por el país sin estar en el sistema educativo, alguno de ellos son obligados a pedir limosna en las calles, otros son forzados a trabajar o reclutados por organizaciones delincuenciales y algún grupo de manera despreciable son abusados sexualmente; pero parece no importarle a algunos políticos, pues focalizan sus esfuerzos en atender el cumplimiento de los derechos de quienes votan, aquellos individuos que le ayuden como reciprocidad depositando en la urna el voto a su favor, además de llenar algunas planillas con datos de familiares, vecinos y hasta desconocidos para invadirlos con publicidad de campaña o tratar de adoctrinarlos.
Los niños, niñas y jóvenes son utilizados como objetos por campañas políticas para generar empatía con las comunidades y familias, pero al momento de la ejecución de las políticas públicas los olvidan y transforman los intereses para fortalecer al grupo etario al que puede posteriormente pueden constreñir a votar para seguir gozando de los privilegios del poder, olvidando su compromiso con la niñez y la juventud; si seguimos así, Colombia será un país con problemas de desarrollo futuro si no prestamos atención a la educación inicial.
Lógicamente eran los días precisos para seguir incendiando el país, en medio del Paro Nacional (sectorizado), cuando un grupo de senadores salió a los medios de comunicación criticando que la Comisión Sexta del Senado había hundido un proyecto de ley relacionado con la ‘matrícula cero’ para los estudiantes de instituciones de educación superior públicas, sin embargo, al respecto, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, aclaró que la política de ‘matrícula cero’ ya es una realidad; esto molesta a algunos agitadores que pretendían reivindicarse esta conquista para capitalizar los votos. Literalmente explicó la jefa de la cartera de educación que “No llevemos a equívocos a la ciudadanía. Hay que contarle al país que ya es una realidad la ‘matrícula cero’, que beneficiará a más de 695.000 estudiantes en todas las regiones y trabajamos para que la gratuidad en la educación pública sea una política de Estado”.
Desconocen también los incendiarios los esfuerzos de algunas entidades territoriales, instituciones públicas y la participación de las empresas privadas en programas de subsidio de gratuidad para estudiantes en educación superior pública, ratifico que es imperativo que debe fortalecerse y convertirse en política pública pero no a costa de la no inversión en los más pequeños, quienes tienen en riesgo la continuidad del sistema pues sin la motivación y ambientes pedagógicos adecuados, programas de formación y bienestar para el personal docente y administrativo de los establecimientos educativos están propensos a la deserción y se convierten en presa fácil de cualquier situación violatoria a los derechos constitucionalmente tutelados a la educación, recreación, salud y dignidad.
Tanto gobierno nacional, como autoridades territoriales y congresistas deben velar por atender la educación prescolar, básica primaria y media con el fin de mejorar la cantidad y la calidad de la educación como uno de los desafíos fundamentales que enfrenta Colombia en su propósito de acelerar el crecimiento económico y ofrecer mayores posibilidades de bienestar a toda la población, surge la pregunta sobre para quienes serán los subsidios de educación superior en unos años sino hay una cantera de estudiantes esperando promocionarse para llegar al sistema de educación terciaria (educación superior, técnica y/o tecnológica), en tanto que no se están atendiendo las deficiencias del sistema educativo en materia de acceso, calidad y pertinencia.
Si quien me lee es docente/administrativo/directivo o le interesa conocer el grado de importancia del sistema educativo de las administraciones de turno, indague respecto a los valores de inversión de las administraciones territoriales de recursos propios en educación preescolar, básica y media diferentes a SGP y SGR; así mismo, cuáles han sido los programas de formación docente que no hayan sido pagados por transferencias de la nación y establecer cuál fue la última vez que capacitaron al personal administrativo de los colegios, esto si pueden me lo pasan que es para una tarea. No engañen más llenándose la boca con el cuento de la educación superior, hagamos el ejercicio de habilitar la votación a los niños con tarjeta de identidad para que vean como inmediatamente serán objeto de deseo por aquellos oportunistas.
Entre otras cosas, porqué en las universidades públicas hay estudiantes que tienen más de 12 años “ESTUDIANDO” quitándole el beneficio a otros y son coronados como héroes.
ADAULFO MANJARRÉS MEJÍA