¡Estoy llena de sensaciones hermosas! Y ese sentimiento de plenitud de lograr lo que tanto esperé, me sucede; mi corazón titilaba de emoción, uno de mis autores favoritos, el primero que cautivo mis sentidos, me esperaba en la puerta de su casa, abrazado a su bella esposa Ruby, los dos con una sonrisa cálida y abierta, haciéndonos sentir tan bienvenidas a Leadys, la compañera y fotógrafa que Dios me asigno para este momento especial, como entregándole a ella un delicado regalo, para toda la vida y ¿que decir de mi? Disfruté cuatro horas de la compañía fina y delicada, de una pareja fantástica, en un lugar paradisiaco. Es un recuerdo que no se borrará de mi alma, de esos regalos del cielo que han sembrado gratitud en mi ser. Ahora no se si escribir sobre Fernando, sobre Ruby, su bellísima esposa o sobre su casa espectacular. Estoy enamorada de los tres… Lo que el alma dicte.
Debo decir que Fernando, me encontró, una tarde-noche, en que mi mamá por primera vez me pidió que le atendiera la cantina (Hamaca Grande) un momentico. No preciso mi edad, pero a juzgar por el año en que salió el LP que escudriñé ese día, no cumplía los ocho años. Tiendo a pensar que no es factible que una niña tuviera los pensamientos con los que me recuerdo a esa edad, luego recuerdo que nací y crecí escuchando música todos los días de mi vida y que siempre fui madura biche (dícese de la persona joven, con alma vieja) … Viajo en el tiempo a aquel momento y recuerdo la ubicación exacta del tocadiscos negro en un mueble marrón, recostados sobre la pared del costado derecho de la cantina, detrás del mostrador de madera rústica, que hacia de bar. Debajo del mostrador, en un cajón con separadores, estaban los acetatos de toda la vida ordenados cronológicamente, y por genero, entre los mas recientes estaba el tercero de Beto Zabaleta y Emilio Oviedo: “Lo Máximo”, me llamaba la atención el sentimiento en la voz del emergente Beto Zabaleta; lo tomé en mis manos e hice, lo que veía hacer a mis hermanos, cuando estaban en mi lugar: estudiar la caratula, escuchando la canción y conociendo su autor: Lado A: Vuelve A Mi, de Roberto Calderón; Tristeza de Fernando Meneses. Terminé de oír todas las canciones y regresé a la que me llamó la atención: Tristeza, de Fernando Meneses Romero.
“La Tristeza es negación de la alegría, es la mas bella expresión de un sentimiento, mas que noche oscurece nuestros días, cambia el cielo por infierno en un momento…
Para esos tiempos, obvio que no tenia la claridad musical y literaria que fui desarrollando con el tiempo. Pienso y me pregunto: ¿que pudo haber impactado a una niña de 7 a 8 años, para que eligiera esa canción entre 10, y que la volviera a escuchar, una y otra vez, al punto que “Checha” el de Rita, me pidiera: “Ponéte algo más alegre mijita”. Y cuando llegó mi mama, le dijeron: “La Ocho (bola negra del billar, porque yo era bien negrita), es mala “pickuptera” (hoy se dice DJ), nos azotó a esa música rara que esta saliendo ahora”.
La noche seguía su rumbo y en mi mente flotaba una melodía, una letra y un nombre… al dia siguiente, amanecí con la melodía en mente y apenas pude fui a la fonoteca, revisé las caratulas y encontré que Momentos de Amor, Reconozco Que Te Amo, Arrepentimiento y Relicarios de Besos que había escuchado del Binomio de Oro, también tenían la rúbrica autoral de Fernando Meneses. Me di cuenta de otras grabadas por Los Betos y Daniel Celedón, al oírlas supe que estaba ante un compositor al que mi mente y mi corazón disfrutaban con un fuego especial. Sus canciones eran diferentes a Mujer Conforme, El Campesino Parrandero, Rosa Jardinera, La Parranda y La Mujer, Mi Rosalbita, Olvídame; bellas canciones que habían robado mi atención, pero diferentes a esta descarga poética-sensual, que atrajo mis sentidos, sin siquiera entender de manera consciente, a mis 8 años los intríngulis de esas letras, pero seducida por la estética, el romanticismo y el uso de términos mas elaborados; supongo que me conectaba desde el don de la palabra y la letra que ya venían en mis genes como regalo del cielo.
Unos meses más tarde en las vacaciones de fin de año, Armando de Jesús y José Juan, mis hermanos, que ya eran súper fans de El Binomio De Oro de América: amanecían festivos, y bien temprano estaban alegrando al pueblo (La Peña, Lo mas lindo del planeta), escuchando una y otra vez el LP que acababan de lanzar: Enamorado Como Siempre; donde traía Meneses: Mundo de Ilusiones que se convirtió en éxito inmediato, y allí estaba yo, con mi gusto particular, escuchando con mayor cuidado, Mi Mejor Canción, La última del LP, pero para mi, la mejor canción que había escuchado de Fernando Meneses; por encima de Momentos De Amor, que según me dijo mientras conversábamos, es su consentida, y claro es la mas famosa, la que le dio la entrada triunfal al salón de la Fama de los grandes compositores. “Momentos de Amor, fue la entrada a mi vida musical, se la compuse a una mujer con la que tuve un romance muy bonito, muy intenso, duró poco pero muy bonito y lo otro es que Rafael siempre la cantaba en sus presentaciones, decía que le traía suerte, y con esa canción lo enterraron. Es una serie de cosas, que me hacen sentir orgulloso de ella, tanto así que le hice ese monumento que mide 2.65 mts. y pesa 700 kilos. Lo diseñé yo mismo”. Me dijo mientras señalaba con el índice La Pieza de Arte mas importante de esta casa Museo.
Estábamos sentados en la terraza mirador, tomando un café que nos trajo Ruby, producto de su mata de café que tiene en el jardín Cerca al monumento, de la variedad Geisha, catalogada como la mejor taza de café del mundo.
Bajamos a ver el Monumento y sentí que es un espacio que dialoga y relata una bonita historia familiar: En la entrada las huellas de Fernando y Ruby, luego las de sus hijos Fernando, Mauricio y Berenice con sus espos@s y luego, bajando, las huellas de sus 7 nietos, como quienes caminan hacia la herencia construida para ellos. Allí estaba imponente la guitarra mas grande que yo haya visto.
“Es un auto homenaje, que representa mi vida: Una guitarra, que a la vez es una mujer, que es a la vez es una nota de Sol, e inmerso en sus pechos mi universo musical (Luna y estrellas) y de los cabellos salen las cuerdas de la guitarra. Entonces, mujer guitarra y música descansan sobre mis hombros FM (sus iniciales como base de la guitarra) y de mi (FM) sale un pentagrama hacia el infinito, cuyas notas, algunas son un corazón. Por eso digo que es una composición… Todo lo mío es muy romántico… Esta casa se llama El Balcón De Los Sueños…” La emoción se apoderó de su voz al hablar.
Aspiré aire puro en ese precioso lugar y en mi ensoñación, se me antojó imaginar que el oxigeno tenia forma de corazoncitos diminutos, vi como el sol empezaba a dibujar con colores de atardecer, y aunque no estaba en La Peña, me permití soñar, que esa tarde la paleta no estaba inspirada en Ruby, si no en mi. Los naranjas en tonalidades diversas, brillaban, a pesar de la bruma propia de la montaña. Mi mente recodificaba definiciones alternas de la palabra Éxtasis.
Seguimos conociendo El Balcón, caminábamos por un jardín de flores, exóticas para mí, solo me era familiar la cayena, ¡y allí encontré que eran tres veces más grandes que el tamaño que conocía, de modo que hasta lo conocido me sorprendió! Todo ordenado, los arbustos, las Calagualas, las Begonias, los Anturios, y allí estaba en persona (ya la había visto en el video que me envió Fernando tres días antes, cuando floreció, para durar 6 horas abierta) La Dama de la Noche. “Es una flor bella, lo mas hermoso es el aroma como de un perfume de esos franceses, costoso… y la enseñanza… es que lo bello es muy efímero… Todo eso me gusta porque es muy romántico. Mira estas enredaderas de la terraza, esa se llama Jade Azul, da estas flores hermosas (me mostro en el celular un enorme racimo de flores azul jade) y esta que sembramos ahora es Jade Rojo, la idea es que se encuentren en el medio”. Me dijo con esa expresión de quien está disfrutando el goce de diseñar cada detalle de la casa de sus sueños. En el garaje encontramos las guirnaldas cayendo del techo, con zapatico e’ muñeca, que permanece florecido todo el año. Imagino la pupila de mis ojos dilatarse capturando la vida. Al entrar recorrimos cada espacio, aun la intimidad de las habitaciones. No se como llamarle a la sensación que me produjo conocer a la habitación de Fernando y Ruby, no recuerdo como es la cama, ni que otros muebles hay, lo que si quedo grabado en mi mente es que se duermen y se levantan y se bañan y … todo, desde un mirador único, la pared que da al jardín es de cristal y no puedo imaginar mejor forma de cerrar o abrir los ojos a la vida… Las paredes de la casa están llenas de cuadros que pintores le han hecho a Fernando o a sus canciones, y uno que el mando pintar, que representa a La Gloria, su pueblo. Al fondo de la sala de bajo de 2 cuadros enormes, un aparador-Chimenea con todos los galardones recibidos, junto a piezas de museo históricas o de arte que le han ido regalando los amigos; en el otro parador las fotos de la familia, a un costado, un hombre negro tallado en madera de tamaño natural; en su cabeza la colección de sombreros de la pareja, en la que noto, hacen falta los sombreros wayúu. Todo, iluminado por una hermosa lámpara turca que cuelga del techo dando figura a una lagrima de colores, bellísima. ¡Mágico! ¡Que casa mas hermosa!! Nos sentamos en la sala y Fernando trajo su flamante guitarra japonesa, que le hizo comprar Leo Bermúdez; afinó y empezamos con Momentos De Amor.
Como nos duele, cuando sabemos que el ser amado nos quiere…
- Y después de momentos de amor, ¿cual es la que mas cantas?
- Esta, dijo y empezó a cantar Muere Una Flor, por supuesto le hice la segunda.
Es ella como una canción, una canción que al viento silbar incompleta…
Muere Una Flor, es para mi junto a Un Viejo Amor, la demostración de esa particularidad de Fernando de describir la pasión sexual, con poesía de la fina; regalándonos, a mi juicio, el mas colosal símil que alguien haya escrito en la historia del vallenato, y que al ser descifrado por su autor alcanza ribetes magníficos de sublimidad.
– La flor sus pétalos abrió.
La estremeció en matutino beso el rocío, Pero ese beso inundó su pecho de frío
Y así el lucero de su cielo se extinguió… Es la entrega de la mujer… y yo digo lo que el rocío de la mañana hace, le besa los pétalos a la flor y se los llena de voluptuosidad, de ilusión y expresa eso la flor. En este caso, el rocío que es el licor seminal, lo que hizo fue quemarle los pétalos a esa flor y no solo los pétalos, sino su entorno, su firmamento… cuando digo: Es ella como una canción. Una canción que el viento silbara incompleta. Murió en las faldas de una colina cualquiera.
Se fue el poeta y hasta el poema murió.
Deja un capullo, un capullo con todo su encanto escondido.
Se fue alardeando de valentía con su olvido. Hoy que regresa el capullo de olvido ya es flor… hablo que ella mi amiga, es como una canción que se estrella con una montaña muy alta que es la incomprensión y por eso queda inconclusa. Como este amigo, la abandonó a solo 15 días de casados, después de 8 años de amores, yo digo que el solo conoció el capullo, que no alcanzo a ver la flor en todo su esplendor… Yo fui el Padrino de esa unión y de la muchacha (Hija) que fue después reina del Cesar. El murió de Covid y ella vive, se volvió a casar, hablamos mucho con ella, mi esposa y yo…
Fernando y Ruby son pródigos en amor por los demás, abiertos, no solo dan, se dan. Es fácil al conocerlos, entender que a Fernando le haya dolido tanto lo que le ocurrió a su amiga, como si le pasara a él.
Cantamos las dos que mas le piden a Fernando y llegó mi momento. Le confieso a Fernando que aunque no he escuchado las mas de 150 canciones que le han grabado, y menos las mas de 250 inéditas que guarda en su iPad, pero hoy 44 años después, Mi Mejor Canción, sigue siendo para mi su Mejor Canción. En el álbum de mi corazón me recuerdo hablando con mis propios pensamientos (tengo la tendencia de crear diálogos internos), preguntándome o admirándome por algunas de las palabras y frases que escuchaba, sobre todo en la segunda estrofa (Tengo una rara fascinación por las palabras poco comunes) …
Es tu pelo, donde enredo yo mis ilusiones, que más tarde convierto en canciones
Para el álbum de mi corazón.
Es tu boca, hervidero de mis emociones, que idealizo en mis composiciones, y alimentan mi tierna pasión.
Es tu cuerpo, imaginación desenfrenada, un mundo de locas esperanzas
Es delirio y es fascinación.
Es pureza, es sentir el alma enamorada, y que sientas que en cada tonada, he compuesto mi mejor canción…
Literariamente, Muere una Flor es mas rica, pero Mi Mejor Canción tiene una carga sentimental sobre la propia vida del autor, que atrapa, Momentos de amor puede ser muy icónica, muy emocional, pero no guarda la trascendencia a la eternidad que proviene del amor. Solo en Mi Mejor Canción hay una promesa de seguir contando una historia que apenas inicia, por muchos años, hasta que estén viejos. Estar allí con Fernando y Ruby, oír como se hablan, ver como se miran, ver la promesa cumplida, es tan superlativo, me sobrepasa. Y claro que quiero conocer la historia de Mi Mejor Canción.
Cantamos Mi Mejor Canción y yo flotaba entre nubes, en verdad los sueños se cumplen, Fernando y yo cantando Mi Mejor Canción. No se que decir, no tengo palabras, es como cuando Dios me abraza, eso no se puede describir, solo sentir…
Aquí esta la historia…
– Mi Mejor Canción se la escribí a Ruby, se la canté al Binomio y Rafael me dijo: “déjamela a mi”. Yo les dije: “bueno yo se las voy a dejá, pero con una condición, que esa canción la canten en mi matrimonio”. “¿Si? ¿Y tú con quien te vas a casar?” me pregunto Rafa. “Con ella!”. Le dije. “¿Con ella? ¡si apenas se acaban de conocer!” Me dijo. “Me voy a casa con ella! Ya te dije” le respondí, y a los ocho meses estábamos casados. Eso fue en el Hotel El Prado, fueron siete agrupaciones, El binomio, Jorge Oñate, los Betos, Daniel Celedón, Silvio Brito.
– ¡Eso fue una casaeta! Hubieran cobra’o. Se me salió el peñero.
– ¡Si si, nos hubiera ido bien! dijo Ruby riéndose de mi peñerismo
– ¿Cómo fue eso, como se conocieron?
– A mi me estaban haciendo un homenaje en Plato, El Alcalde, cuando eso estaba muy en boga mi canción Momentos De Amor. Todo el mundo sabía quién era yo. Ella llega accidentalmente a la reunión y no tenia ni idea, de quien era yo, no le gustaba el vallenato. Yo la vi y le dije a mi amigo El Alcalde:
– Me voy a casa con ella.
– Como? ¡Tas loco! ¿Cómo así?
– Me voy a casa con ella y se lo voy a decí. Esperé como media hora observándola, como se comportaba, en sus relaciones interpersonales, todo; buscando la mujer de uno. Entonces me tomé un trago grandote y la saqué a baila. Ella me miraba raro, era una niña toda tímida, no me miraba. Yo le dije: “Mírame bien, porque estas bailando con el papa de tus Pela’o”.
Rompimos en risa todos. ¿Y tú que dijiste Ruby?
– Esto que y que pasó aquí? Dijo riéndose. Con esa sonrisa que palidece al ambiente cálido de la tarde al caer el sol. Con esa dulzura tierna que, sin decir mucho, explica por qué pasó lo que pasó.
– Se me asusto! “Como así? ¡Usted está loco, mire!!” Y yo: “Si, me voy a casa contigo” y esa fue la obsesión mía desde que la vi.
– ¿Cómo supiste eso?
– No se. ¡Algo me lo dijo! Porque es que en ese entonces por la cuestión de la música que andábamos pa’ to’s la’o con el binomio, era muy fácil la cercanía con las mujeres y entonces yo llevaba una vida desordenada en cuanto al amor. Yo decía, tengo un poco e’ cosa y no tengo nada, ya yo estoy cansa’o de esto, me voy a busca una mujer pa’ casame. Se me metió que me cabeza, nunca había pensado en eso y cuando vi a Ruby dije: ¡Con ella me voy a casa! Al poquito tiempo fui alla donde los papás a deciles.
– Pero se hicieron novios esa noche?
– No. Eso fue a finales de diciembre y yo tenia turno el 31 a las 7:00 de la mañana. Yo llamé a un amigo (que después fue el que le hizo la primera cesárea a Ruby), le dije “Mano mira, yo tengo un compromiso aquí importante, tu tienes turno el 1⁰, cambiemos, tu me haces el 31 y yo te hago el 1⁰. Así hicimos. Esa noche, como la señorita no se dejaba ni tocar la mano, ni nada. Pero a la larga yo decía, bueno pero esto es lo que yo andaba buscando, porque las fáciles ya las tenia. Yo no hallaba como hacé, le decía a una amiga de ella que me la sacara por ahí a pasear, pero nada, no quería ni que le agarrara la mano. Y esa noche llegamos a la casa de un amigo ahí, con las campanas to’el mundo se abrazaba y yo tá, ¡le di un beso! Ya esta lista dije…
Ruby rió a carcajada recordando el momento con felicidad. Nos contagió a todos. Y es que los ves y sabes que estaban diseñados el uno para el otro.
– Y en que momento hiciste Mi Mejor Canción?
Entonces cuando yo estabilicé la cosa, dije ya estoy firme aquí, cogí el carro tempranito y me fui a trabaja. En el camino manejando le hice la canción. Yo andaba con mi grabadorón ahí, tenía una grabadora de esas que compraba uno en Maicao, jajajaja semejante nimalón. Paraba grababa la melodía (tararea, viviendo el momento) y seguía, me hacia a un lado de la carretera grababa una estrofa y seguía, la gente pasaba y diría “este esta loco”; no me importaba, estaba lleno de sentimiento, estaba decidido y no me iba a echa pa’ atrás. Cuando llegué ya tenia la canción lista…
– Ruby, tú te enamoraste igual
– ¡Aaayy! ¡Cómo no me iba a enamorá de ese hombre! ¡Imagínate!
– Como no Ruby, a mi me cantan esa canción y me enamoro también. Jajajaja nos reímos. ¿Desde tu mirada como fue la cosa, Ruby? Tu llegaste a la fiesta…
– Yo llegue a la fiesta, no porque fuese invitada, sino que en Plato, se acostumbra que se van repartiendo las calles el festejo, por ejemplo una calle festeja el 24, otra el 25, y asi cada calle organiza la fiesta, y allá ponen es fandango, entonces nosotros nos reunimos los amigos y salimos a caminar, a ver los fandango. Esa noche estaba el fandango en la calle donde Fernando estaba, cuando pasamos por esa casa, allí vivía una prima de una de las amigas mías y la llamó: “vente, vente que estamos en una reunión” ella entro con varias de las amigas pero yo me quede atrás, no entré. Un amigo que iba con nosotros en el grupo me dice: “ahí y que está Fernando Meneses” yo dije “Fernando Meneses? ¿Y ese quien es?” “El que compuso Momentos de Amor” yo ni idea, me invitó a entrar y ahí estaba Fernando tocando el acordeón. Yo me senté… Ahí fue que Fernando me vió, se me sentó al lado y me decía, pero mírame, mírame pa’ ve de que color tienes tu los ojos. Entonces yo lo mire y me dijo vamos a baila que no sé qué… ¡y listo! Siempre sonriendo y tan plateña como si no hubiese salidos de su tierra hace 45 años, a ser feliz con el amor de su vida.
– Yo a ella la vi como una aparición, como un encuentro en el que Dios se confabula pa que dos almas se aproximen. No vi tanto la parte física, siendo una mujer muy bella, yo observaba su comportamiento, le vi esa seriedad, ese aplomo, que era lo que yo estaba buscando. Cuando hable con ella su voz me pareció muy juvenil, muy lozana, era tímida, demasiado tímida, y dije esta es la mujer, al fin y al cavo acostumbrado a que las mujeres eran las que me enamoraban a mi, lo que andaba buscando era justo eso.
– Has sido feliz durante 45 años Ruby?
– ¡Cien por ciento! ¿Cierto amor? Le pregunto a Fernando.
– ¡Y di que no pa que vea! ¡Nos reímos! Que te doy pao pao, completó. Nos reímos a carcajada, sobresaliendo la de Ruby tan feliz que te da curiosidad, como permanecer feliz tanto tiempo y es que se ve, se oye, se siente tan genuino, que dan ganas de quedarse a aprender.
-No creas, ser feliz conlleva afrontar muchas cosas, pero es una decisión. Afirmó Fernando con la certeza que da el amor.
Fernando como yo, no tenemos arraigos ancestrales en la música y las letras somos hijos de la música de una cantina, yo de Hamaca Grande y el Del Gallo de Oro, la cantina que quedaba cerca a su casa en La Gloria, Cesar. “Allí colocaban esos boleros de antaño tan hermosos, yo me los aprendía, y esos se me fue grabando en la mente. Aparte, fui rodeado de amor desde que nací. Tuve tres mamas, la biológica, una hermana de mi mama que no tuvo hijos, yo era su adoración y mi abuela paterna. Además, me cuidaba una prima que le gustaba cantar, cantaba esos boleros tan bonitos, tenia ella una voz muy bonita; me estaba bañando en la batea y me cantaba. Así cultivé el romanticismo y las buenas formas de expresión… aunque, yo siempre digo que a los compositores hay un hilo conductor que lo pone en contacto con un ser superior que es el dueño de esa expresión… porque normalmente uno habla con un lenguaje coloquial y en las canciones usa un lenguaje que lo hacen a uno decir cosas tan hermosas a veces, que hasta uno mismo dice: “Yo de donde saque eso?” de hecho, hay un escrito que yo hice, ante esas preguntas. Te lo voy a leer: Al preguntarme por qué a mi verbo rutinario, no le asisten las licencias poéticas que abundan en el mágico mundo de mis canciones, y atribuir en inocente explicación, que tal vez solo fuese un tipo de Médium de un ser inexplicable que se pronunciaba a través de mis versos, he llegado a la conclusión que como compositor, sin saberlo, he sido un “Freudiano” escondido en un alma de poeta y que la composición es el camino coherente hacia la introspección que nos conduce al inconsciente como forma de liberarnos de fantasmas que nos han acompañado desde niño y que reprimieron fantasías libidinosas o traumas en nuestras querencias que incuban sentimientos de impotencia ante lo desconocido; y que al hacer la catarsis de esas insolvencias entramos en una fase de identificación con un ser terreno que toca orgulloso los dinteles de lo sublime y que traduce un poco el lenguaje onírico de tus ansias, y si logras ahondar en este terreno gaseoso y etéreo, encontrarás explicación a frases como: “Tengo el corazón alegre como una fiesta de pueblo”, (Relicario de besos), o esta otra: “ Y mi amor lo amarré a la cometa, que vuela con la furia del viento, en el cielo de tu intimidad” (Mi Pedazo de cielo), o aún más dos de mis canciones que muy poco he entendido “Quise manchar tu alma” (Binomio de Oro) y “Mujer mía” (Otto Serje). Eso explicaría un poco el verbo, el romanticismo, el erotismo y la literatura; porque, a la lírica, la armonía, la melodía, la cadencia y el coqueteo de lo rítmico, solo le encuentro explicación en una asistencia divina que premió a un simple mortal vistiéndolo de eternidad, para que sus requiebros amorosos descansaran, no solo en los oídos de su amada, sino en el corazón de cada persona que se identifique con mis sentimientos. Doy gracias por tanto a Dios, por haberme ungido con la perennidad de lo sublime de un verso y lo solemnidad oculta de un beso, de tus besos.
¡Lloré!! El silencio era elocuente, nadie dijo una palabra por unos segundos, solo dejábamos que cada frase siguiera recorriendo nuestro sentido lirico musical. ¡Extasiados en el verbo florido de un ungido! Recuperando el aliento canté bajito: Las ilusiones que lancé al viento, convertidas en mariposas doradas, querían decirte con mi silencio, algo mas grande que con palabras… Con Quise Manchar Tu Alma gané un concurso de canto como a los 10 años… conté
¿Y qué otras canciones son para Ruby?
– A ella también le hice, Canasta de Ensueños, Mi Pedazo de Cielo, ¿Después del amor … cual otra canción Mi Vi? Le pregunto a Ruby (Mi Vi apocope de mi vida, así le dice)
– Papi el Bambuco. Dice Ruby
– Aaah si el bambuco con el que gané ahora el festival Nacional de Música Andina: Hechicera de Besos (La escuchamos, ¡Bella!!), son muchas canciones, pero hay tantas sin grabar y otras que ni recuerdo…
-Y a Ruby cual es la que mas le gusta?
– Cual será? Todas me gustan, así no sean para mi. Dice Ruby, con esa sencillez que me mata.
– Hay una que me acaban de sacar Orlando Acosta, que se llama Junto A Ti, que se la hice más reciente, donde le digo que no importa llegá a viejo, después que sea al lado de ella…
Sus ojos chisporrotean de amor al mirarla y tomarla de la mano, igual que aquella noche de diciembre en Plato. ¡El tiempo ha pasado, pero el amor es perenne, solo crece y crece y los mantiene joviales, lindos, irreales, pero verdaderos!
– Y Junto A Ti, ¿es tu mejor Canción? La que tal vez en un mañana cuando estemos viejos… quizás componga mi mejor canción. Canté.
– No todavía no la compongo. ¡Cuando estemos más viejos! Nos reímos y pasamos a la mesa a disfrutar los manjares de Lily, la silenciosa ayuda de Los Meneses en la casa…
Despedirme no quería, pero tocaba, entre abrazos, besos y la promesa de volver, me fui, cargada de ilusiones y unas ansias enormes de escribir… pero, volveré a pasar unos días en El Balcón De Los Sueños…
Fernando sigue componiendo canciones a Ruby, su amor bonito, y yo quisiera seguir escribiendo tanto de ellos, pero seria infinito…
- Dedico esta crónica a mi hermano Armando de Jesús, a quien fui a visitar en su lecho de enfermo, el día anterior a mi viaje de encuentro con Fernando, y el domingo pasado cuando hablamos, me dijo: Me quedé esperando tu crónica de Meneses, ¿que pasó? ¡Ahí está para ti, con todo mi amor!
¡Lloré!!
Noralma Peralta Mendoza
Sencillamente conmovedor… Estuviste magistral mi querida trigueñita, un fuerte Aplausoooooooo…👏👏👏👏
Desde cuando vi a Noralma trasponer los dinteles de mi casa con la colorida manta guajira, supe que arrastraba un inmenso amor por mi música y mis cantos de amor, supe que sería una entrevista que me satisfaría; no me equivoqué, las palabras coloquiales fluyeron a montones, para con sencillez narrar lo grande del amor que caudaloso y desaforado parece desbordar mis venas en ese río que mansamente se entrega al supremo mar del Amor. Gracias Noralma por escudriñar en mi corazón la historia de mis cantos.
Hay más que aprender de ustedes y de ese mundo bellísimo habitado por el amor de Ruby y el de usted «Mago» de la canción
Estos ejemplos de vida ayudarían al mundo de hoy a creer en el amor en la familia en el matrimonio en la realidad de ser feliz creyendo con humildad que la gracia viene de Dios
Un abrazo a Ruby
Gracias Victoria. Hermoso tu comentario
Mi hermana viví la visita contigo en esta crónica , tan bien hecha que tú te crees parte de la conversa y de la visita … Magistral Crónica Mi reverencia 🙇 estás lista!! Para agarrar la gloria de Dios con tus manos a propósito de la fiesta de hoy en la iglesia católica la transfiguración; no hice más que ir leyendo en paralelo con la eucaristía y la homilia del padre Enrique Carlos fue Mágico
Tremenda entrevista al Maestro Fernando Meneses con el toque folclorista-enamorador de Noralma.
Qué belleza de crónica.
Creo no haber leído ninguna en la que describieran tan bien el amor que se tienen.
Al final tu mejor canción es la real historia de amor con Ruby, la que viven todos los días. La escribes y la escriben cada día.
Cada adjetivo, cada palabra que utilizó Noralma, deja ver la fascinación por tus canciones y la emoción de la niñita que te escuchó por primera vez a los 8 años.
Excelente de principio a fin.
Envidiable encuentro, lo bueno de todo es que narras tan excelente historia, que siento estar ahi al lado tuyo y de mi esposa, quien tuvo la fortuna de experimentar tan mágico momento. Gracias por hacernos parte de esto. Al Dr Fernando Meneses mis mas sinceros agradecimientos por su obsequio y por su dedicatoria en el. Gracias a ti Peñera por hacelo posible.. Definitivamente, con el permiso del Dr, pero, tendrás que repetir pa que me lleves. Jaja.. Felicitaciones Noralma.. Y nuevamente gracias.