No hay ningún pecado totalmente oscuro, ninguna vida tan quebrada, que Dios no pueda redimir y restaurar.
No existe oscuridad que Cristo no pueda alumbrar, herida que su amor no pueda sanar, ni vida que su misericordia no pueda restaurar.
Jesús es la medicina para todo dolor en la tierra
¿Te ha pasado que, tras haber vivido una situación de mucha tensión o dolor, te sientas “roto”? Es posible que, en algún momento de nuestra vida, nos sintamos sin esperanza, teniendo nuestra alma quebrantada y oprimida, con emociones cautivas y la visión sobre nuestro futuro, nublada y borrosa.
¿Qué podemos hacer?
La palabra habla que Jesús vino a la tierra para traer buenas noticias a quienes no tienen esperanza, que su presencia trae libertad, visión, amor y paz. ¡Recibe su salvación y su sanidad en todas las áreas de tu vida! ¡Él es el SANADOR! Y hablo de sanidad, no solo en tu cuerpo, también en tu corazón, tus relaciones, tu autoestima, tus finanzas, en fin, sanidad en todas las áreas.
Oración del día: Amado Padre, revela a mi corazón el amor de Jesús. Ayúdame a tener visión, a experimentar la sanidad que ya fue dada en la cruz para mí. Padre, que pueda experimentar tu amor y de esa manera pueda vivir y disfrutar tu gracia y favor.
¡Amen!
Álvaro Uribe Cerchiaro