NODO CENTRAL, UNA APUESTA POR LA REACTIVACIÓN AGRÍCOLA DE LA GUAJIRA

En el centro del departamento de La Guajira se desarrolla la principal actividad económica del territorio, la explotación de carbón por parte de la mina del Cerrejón. Esta es una actividad que ha aportado una gran cantidad de beneficios sociales, financieros, logísticos, al desarrollo territorial del departamento. Desafortunadamente la actividad que se realiza dentro del mina tiene sus días contados y los municipios que viven alrededor de esta deben mirar la posibilidad, cada vez más real de que Cerrejón deje de producir carbón en las condiciones actuales.

Ante este reto, municipios como Distracción, Fonseca, Barrancas y Hatonuevo, deben tomar una postura de cara al futuro. Esta situación la planteo porque gran parte de la dinámica económica de estos municipios se da teniendo como eje la minería de carbón. El mercado laboral y la actividad productiva de estos territorios gira alrededor del funcionamiento de la mina. Por ejemplo, más de 50% de los presupuestos de municipios como Barrancas y Hatonuevo están configurados principalmente por las regalías. En Fonseca y Distracción, viven un número importante de empleados de la empresa, que con sus salarios generan movimiento económico dentro de los territorios.

Por lo anterior, quiero preguntarle al lector, ¿Cuál es la actitud que debe tener la sociedad ante este panorama? ¿una actitud pasiva y resignarse a estar sin los ingreso y empleos generados por el carbón? ¿o actuar y ver en este reto una oportunidad para seguir transformando la realidad del departamento? Yo me quedo con la segunda opción, insisto en ver en la posibilidad del fin de la minería, una oportunidad para transformar realidades. Propongo recuperar la vocación agrícola de estos cuatro municipios.

Como lo he mencionado en anteriores opiniones en este medio, la asociatividad organizada a través de nodos productivos es la opción que puede desatar la transformación de estos territorios. Para ello propongo la creación del Nodo Central de La Guajira, que reúne a estos cuatro municipios. Cuando propongo la agricultura como el eje de esta transformación, hablo de la posibilidad de crear una industria que transforme materias primas en bienes y servicios de alto valor agregado. Hablo de la posibilidad real de crecer de forma sostenida y mejorar las capacidades técnicas, operacionales y productivas de estos municipios.

Los municipios de la zona central cuentan con una potencialidad importante en la explotación de la tierra. El departamento de la Guajira cuenta con una frontera agrícola de 820.303 ha correspondiente al 39,8% del territorio y estos cuatro municipios (Distracción (12.510), Fonseca (34.053), Barrancas (40.886), Hatonuevo (8.788)) suman más de 96 mil hectáreas dentro de su frontera agrícola, representando el 11% de esta en todo el departamento, de acuerdo con la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA)

Estos municipios tienen alta variedad de suelos fértiles y zonificaciones de aptitud alta, donde se destacan cultivos importantes como el café, cacao, maíz, frijol, plátano, ahuyama, palma de aceite y diversos tubérculos, fundamentalmente la yuca. Este último tiene una importancia estratégica ya que se siembra y se cosecha con alta potencialidad dentro de los cuatro municipios, lo que da a entender que hay una experiencia significativa dentro de cada uno de territorios.

De acuerdo con Terridata, hay una producción promedio de más de 600 toneladas de tubérculo por municipio, siendo en su orden Fonseca (1500 tn), Distracción (774), Barrancas (350 tn), y Hatonuevo (24 tn). Dado esto, sin duda se debe producir de manera competitiva dentro del ciclo de industrialización de la Yuca, esto va, desde la consolidación y aprovechamiento de alimento desde la mejor selección de la semilla, pasando por su mejor proceso de siembra, trasformación, hasta llegar a la venta y postventa de todos los derivados de este alimento. Y claro, la yuca es solo un ejemplo de las potencialidades de este territorio, de los cuales, dada la alta producción, muchos de sus derivados no son explotados e incluso, no se ven potencialidades de negocio en estos, son extraños para esta zona del país, como lo son entre otros, la harina, chips, almidones y hasta la producción de cerveza, tan popular dentro de nuestros municipios, pero que no hacen parte de la industria local y en el mundo moderno tienen una alta producción y demanda.

Pero claro, la yuca no es el único producto, en estos municipios se presenta una alta potencialidad en la producción de cultivos transitorios como el arroz y uno que retoma su espacio, como lo es el coco. En el arroz en los últimos años se han presentado bajos precios y altos costos de los insumos que han causado grandes pérdidas en los productores de este importante cereal. Los arroceros deben analizar la posibilidad de organizarse e innovar en sus procesos productivos o migrar a otra actividad y en coco hay una gran apuesta dentro de estos municipios.

El coco, que es un producto de largo plazo, que tiene una alta adaptabilidad en los suelos del departamento y los altos precios de la materia prima y sus derivados, son atractivos para un producto que siempre ha estado en estos municipios, pero el cual fue puesto a un lado dentro de la actividad agrícola del territorio. Aquí hay un modelo de negocio que no ha sido aprovechado dada su alta facilidad de cosecha en el Nodo.

Hoy la ciudadanía demanda soluciones prácticas a problemas reales, para lo cual, se requiere que los territorios cuenten con herramientas estratégicas para desatar el desarrollo, ya que, ante la incapacidad de los municipios de resolver todos los problemas, se necesita de una sofisticada estructura para la puesta en marcha de todas capacidades productivas disponibles.

El aprovechamiento de estas fortalezas debe hacerse desde el entendimiento que no todos los municipios cuentan con las mismas características y los mismos indicadores socioeconómicos de bienestar. Por estas características de los cuatro municipios hay problemáticas y/o necesidades que puede ser resueltas de manera común. Habitualmente estas insuficiencias se encuentran principalmente, en la realización de obras públicas, vías de acceso, prestación de servicios y la creación de la industria local.

Y es en la creación de una gran industria, donde la asociatividad por medio de la creación de Nodos productivos en el departamento de La Guajira, puede convertirse en un mecanismo para que las entidades territoriales asociadas puedan generar soluciones innovaras que contribuyen de manera positiva en el desarrollo de los territorios.

 

“Palabra De Guajiro”

DESCARGAR COLUMNA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *