En el sur del departamento de La Guajira, en jurisdicción de los municipios de Fonseca y San Juan del Cesar, a 18 Km al oriente de la cabecera municipal de este último, la Compañía BEST COAL COMPANY -BCC-, perteneciente al grupo Yilmaden Holding AS de Turquía y domiciliada en la ciudad de Medellín, tiene la firme intención de desarrollar el proyecto de minería a cielo abierto denominado desde sus orígenes como “Mina Cañaverales”.
Para la compañía BCC ha merecido especial atención el hecho de que en el área de influencia del proyecto se identificó, por parte de las entidades competentes, la presencia de 9 comunidades ancestrales afrodescendientes, y tal como exige la ley para estos casos, ha cumplido satisfactoriamente con la realización de los procesos de “consulta previa” con 8 de ellas, faltando una con la que aún se mantiene el proceso de diálogo, liderada por el “Concejo comunitario de los Negros de Cañaverales”.
Aunque algunos nativos han manifestado su preocupación al respecto, los resultados de estudios realizados por expertos en hidrología e hidrogeología han concluido que no se tendrá afectación al recurso hídrico superficial ni subterráneo, tanto en su disponibilidad como en su calidad, en especial al manantial de Cañaverales.
En este contexto es importante mencionar que la compañía BCC ha realizado los estudios ambientales cumpliendo estrictamente los términos de referencia para operaciones mineras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo, a través de firmas consultoras especializadas en los componentes físicos, bióticos y sociales. Los resultados indican que el balance de capital natural generado por la actividad es positivo, y se mantiene la confianza en que los beneficios ambientales y sociales superarán con creces los posibles efectos negativos en el futuro.
Es importante resaltar que la Compañía BCC ha manifestado, en reiteradas oportunidades, que la operación minera proyectada no intervendrá el área declarada como Reserva Forestal Protectora Manantial de Cañaverales ni su Manantial, ni está previsto el reasentamiento de ninguna comunidad o centro poblado.
Una demostración clara del compromiso de la empresa BCC con este proyecto es que, como parte de su gestión social, y particularmente de sus esfuerzos en la construcción de confianza con las comunidades de su área de influencia, ha invertido, hasta ahora, más de $ 1.100 millones de pesos, solo en el año 2023, en programas e iniciativas voluntarias enfocadas en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Se han ofrecido cerca de 200 proyectos de emprendimiento relacionados con negocios agropecuarios, restaurantes, tiendas ferreterías y confecciones entre otros. Asimismo, se han promovido los proyectos ambientales escolares -PRAES- y los proyectos ciudadanos de educación ambiental -PROCEDAS-, así como la creación de una escuela de aprendizaje de instrumentos musicales y el apoyo eventos deportivos y culturales de las distintas comunidades.
Los planes establecidos contemplan que este proyecto generará 300 empleos directos y 600 indirectos para los cuales, se vinculará el 100% de la mano de obra no calificada y el 90% de la calificada de las comunidades o centros poblados localizados en su área de influencia.
Los directivos de la compañía BCC apalancan su firme decisión de hacer realidad este proyecto fundamentados en su factibilidad técnica y operacional, y en su fuerte visión de que los efectos positivos de su ejecución generarán mejoras en las oportunidades de empleo e ingresos, contribuirán con el bienestar social e impulsarán de manera disruptiva un proceso de desarrollo territorial integral que impactará en forma positiva y significativa a las comunidades del área de influencia de este proyecto. Por todo lo anterior, es razonablemente legítimo considerar que esta es una oportunidad impostergable en estos tiempos previos a la transición energética.
Álvaro López Peralta