PROYECTOS EN LA EMPRESA

¿Qué tiene que ver la manera en la que nos educaron en nuestros colegios, con el éxito o fracaso de muchos emprendimientos? Mucho. Dejando a un lado la determinante influencia que tiene la dinámica familiar, la relación con los padres, la influencia de los pares y el contexto donde se desarrolla la formación del individuo, me gustaría presentar una solución sencilla y común, que como adultos podemos utilizar para ser más eficientes al momento de desarrollar cualquier iniciativa que decidamos llevar a cabo.

El sistema educativo tradicional (adiestramiento Prusiano), el que aún permanece a nivel global desde hace más de 200 años, nos enseña “lo que tenemos que aprender”, pero poco esfuerzo hace en “por qué” y “para qué” tenemos que aprenderlo. Aun cuando existen muchos métodos alternativos (como Montessori, Reggio Emilia, Waldorf, Kumon, por mencionar algunos) que se diseñaron en su mayoría hace más de 100 años, el sistema educativo tradicional nos lleva a consolidar, en general, una “arquitectura de pensamiento” donde lo más importante es la acumulación de información y no el uso de la misma. Y es aquí donde se presenta nuestro gran reto frente a la capacidad de ejecución que tenemos para afrontar situaciones de la vida real.

En la empresa, sin importar su tamaño (grande, mediana, pequeña o micro) nos encontramos con personas muy calificadas (empleados, empresarios, emprendedores) quienes aprendieron cierta información, sin embargo, cuando necesitan utilizarla en situaciones de la vida real, su capacidad disminuye considerablemente. En otras palabras, a todos nos enseñan qué hacer, solo a algunos nos enseñan cómo hacer, pero solo pocos llegan a aprender ese cómo y el cuándo es pertinente utilizar esa información.

Una solución sencilla, que desde mi experiencia he encontrado para sobreponernos esta limitación, que la mayoría traemos gracias a nuestra educación, es el aprender a trabajar Por Proyectos. El trabajar por proyectos le permite al individuo

  • identificar un objetivo claro a mediano o largo plazo,
  • una serie de pasos que debe cumplir para poco a poco llegar al objetivo, y
  • un marco de acción dentro el cual se deben mover para ejecutar cada uno de esos pasos.

Consideremos a la empresa como un Ser Vivo. Cada uno de sus sistemas (respiratorio, digestivo, nervioso) corresponde a cada uno de los grandes procesos de la empresa (financiero, producción, talento humano). Cada sistema tiene su objetivo y su forma de llevarlo a cabo “su Proyecto”, y todos los sistemas aportan al propósito de la empresa de manera articulada manteniéndolo Vivo y creciendo.

El trabajar por proyectos facilita que los individuos identifiquen:

  • Qué, cómo y cuándo hacer las cosas,
  • Cómo se articulan las acciones individuales con las del equipo de trabajo,
  • Logros a corto plazo, manteniendo la motivación colectiva,
  • Claridad sobre el marco y la ejecución presupuestal, y
  • Cómo el proyecto aporta a la actividad de la empresa.

Aun cuando el trabajo por proyectos no es La Solución única de todos los problemas de la empresa, esta forma de trabajo facilita y simplifica muchas cosas, propendiendo al mejoramiento de la actividad asignada y, por ende, a la efectividad de la empresa. Si organizamos por proyectos las actividades de solo un departamento de la empresa, mostrando un mejoramiento tanto en su ejecución como en la motivación de sus equipos de trabajo, gracias a las victorias tempranas que significan el cumplimiento de las metas del proyecto a corto plazo, la demostración de mejora en los resultados incentivará esta forma de trabajo en otros departamentos, gracias a, como se manifestó anteriormente, la necesidad de articulación entre departamentos para el cumplimiento del propósito de la empresa.

Pero tenemos que tener cuidado en el cómo se diseña y ejecuta un proyecto, pues para que este cumpla con el objetivo, es importante utilizar una metodología probada, que esté alineada a las necesidades y propósito de la organización.

Como siempre, es importante tener claro que cada empresa es única y sus particularidades hacen que cada iniciativa o proyecto sea meticulosamente pensado y presupuestado con base en sus capacidades y necesidades. Igualmente, no todas las soluciones que funcionan para un contexto, industria o momento determinado serán eficientes para todos.

Juan Manuel Mendoza-Puccini

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