¿QUIEN NOS PROTEGE?

“Con las nuevas realidades y la protección del consumidor, se cometen abusos, tanto de quien ofrece y vende un servicio o bien, como quien lo consume”

 

Razón tienen quienes manifiestan que los seres humanos somos de costumbre. Nos acostumbramos a que todo pase con el simple hecho que poco somos dados a levantar la voz o reclamar -cuando se tenga la razón- pacíficamente porque de una vez nos tildan de “peleadores”.

Los productos de la canasta familiar cada día más elevados y se están quedando. El precio de la carne subió, el queso se elevó, los insumos elevados y la razón es el conflicto ruso ucraniano, subieron el precio de la gasolina y cuando la bajaron, todo quedó por las nubes. Así nos acostumbramos ¡

Las clases más populares y la llamada clase media, por principio son enemigas de las alzas, ya que éstas contribuyen a su caótica situación económica; independientemente a lo justo de ellas, sabemos que, dentro de los parámetros de la economía de mercado, suben los insumos y estos a su vez, disparan los costos de los artículos.

Recuerdo que en los albores de los años 90s, al interior de la administración municipal existían las oficinas de precios, pesas y medidas. Autoridad pública desprovista de cualquier interés frente a sectores que regulaba y que, en equipo con la fuerza pública, propendían que al consumidor se le vendería lo justo y éste, pagara lo realmente adquirido. En plata blanca, no hay quien constate bajo esquemas técnicos y estadísticos el cumplimiento de las normas en torno a los precios establecidos en cada producto, evitando incluso el monopolio que cada establecimiento de comercio coloque a sus artículos atropellando los derechos de los consumidores.

Con la era de la tecnología han aparecido nuevos productos, nuevos canales de venta, nuevos servicios y nuevas formas de promoción que han generado, a su vez, dinámicas diferentes en las relaciones del mercado. Es así, como se hace cada vez más necesario el hecho de asumir nuevas realidades y avanzar no sólo en la normatividad sino en la defensa del consumidor.

El mundo es otro y se produjeron cambios en las formas de compra, de ofrecer productos. Esto ha producido cambios en las relaciones. Pero todos de alguna manera hemos sufrido por productos defectuosos que no los cambian, con precios en el stand que son distintos a los que cobran en la caja, por abusos y robos y robos en los talleres de servicios y publicidad engañosa.

Ya el Estatuto del Consumidor establece la responsabilidad solidaria de productores y expendedores frente a los consumidores, por la calidad y seguridad de los bienes y servicios; la obligación de garantía; el derecho a la información sobre garantías, precios y el producto mismo; la publicidad con condiciones objetivas y específicas previamente anunciadas, y la responsabilidad de quienes prestan servicios sobre los bienes que entregan. Igualmente, define reglas que deben cumplir todos los comerciantes que vendan bienes o servicios mediante sistemas de financiación, reglas de responsabilidad por daños producidos por productos defectuosos, reglas de protección al consumidor para el comercio electrónico etc; y lo más importante, genera unas nuevas herramientas legales en caso de incumplimiento de las normas de protección al consumidor, brindando a las autoridades procedimientos ágiles y expeditos para solucionar aquellos asuntos que afecten al ciudadano.

La gente afectada, que por lo regular es la de escasos recursos, generalmente recurre a criticar o protestar, pero terminan aceptándolos como vengan. De ahí, la necesidad de crear por parte del Concejo Municipal a instancias del alcalde, la autoridad municipal o distrital que haga cumplir las disposiciones en materia de precios, pesas y medidas como quiera que no se pueden seguir transgrediendo garantías fundamentales so pretexto de la falta de reglamentación o control.

Dentro del desarrollo e implementación de Riohacha como destino turístico y cultural, los abusos que los consumidores locales y turísticos venimos padeciendo deben tener coto y le haga seguimiento a la ley de la oferta y la demanda.

PD: ¿Ante que instancias nos quejamos los usuarios de servicios públicos encontrando respuesta pronta frente al abuso de las ESP?

Roger Mario Romero

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