La Organización Mundial de la Salud define a la pandemia como, la propagación mundial de una nueva enfermedad transmisible, se produce cuando surge un nuevo agente transmisor (persona, animal o microorganismo) que se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él, además debe cumplir dos criterios: que el brote epidémico afecte a más de un continente y que los casos de cada país ya no sean importados sino provocados por trasmisión comunitaria.
Las pandemias no siguen un patrón cíclico cronológico. El médico neurólogo del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, Diego Rosselli indica que: “Este tipo de enfermedades de conglomerados de seres humanos están más asociadas con la vida humana que con ritmos inherentes propios…”
Adicionalmente, el microbiólogo e infectólogo Otto Alberto Sussmann Pena señala: “Uno no puede definir que haya un patrón en el tiempo para que aparezca una epidemia. No existe…”
Lo que, si es de afirmar, es que la economía se ha visto impactada significativamente por esta pandemia. Para el caso de Colombia, según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), el resultado del informe correspondiente al primer trimestre del Producto Interno Bruto (PIB), afirma que la economía pasó de crecer 4,1%, potencialmente, a 1,1%. Las exportaciones del segundo trimestre de 2020 registraron una disminución de -8,7%, las importaciones, por su parte, cayeron 5,3%, frente al mismo periodo de 2019, explica Wilson Tovar, jefe de investigaciones económicas de Acciones y Valores. La tasa de desempleo se estableció en el 19,8 % durante junio, cifra superior al 9,4% registrado en el mismo mes de 2019, de acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, dichos porcentajes representan una cantidad enorme de dinero que el país deja de percibir.
Estos datos repercuten de modo relevante en la decisión y posibilidad de compra tanto de bienes y de servicios, sin embargo, aún hay dinero circulante y frente a ello hay que sacarle partido, debido a que, se mantienen las necesidades básicas de consumo y de deseo.
Nos reinventamos con la pandemia o morimos, pueda que suene áspero y agresivo, pero es así, a menos que seas un fasto empleado. La pandemia ha mostrado su mejor cara a los creativos y para aquellos que ven oportunidades en medio del caos y terror mediático de la actualidad, es el momento oportuno de actuar, de pellizcarnos, es la ocasión de emprender.
Es justo el instante de comenzar a darle forma a tu idea de negocio, ya que podrás trabajarlo desde la virtualidad, o freelancer (en el caso que ofrezcas trabajos específicos para empresas), la principal ventaja es que no requerirás de esas grandes inversiones como construir un local o arrendarlo y amoblarlo a tu gusto, podrás comenzar con las herramientas y equipos que tienes en casa, y poco a poco ir adquiriendo lo que necesitas para prestar un servicio adecuado y del gusto de cliente. ¿Cuáles clientes? ¡los hay!, inicialmente serán los que pertenecen a tu círculo cercano de amistades y familiares, ellos harán eco del emprendimiento, gradualmente llegarán más compradores, consumidores, comensales y usuarios, pero debes fidelizar a los que ya son.
Un amigo, un pariente o un desconocido puede ser ese emprendedor, que en su nuevo camino necesita apoyo, por eso hay que comprar sus productos y servicios, seguirlo y suscribirse en sus redes sociales, interactuar con sus publicaciones, dejarle comentarios positivos, en pocas palabras impúlsalo a seguir adelante. Hay que entender que, en la dinámica económica, apoyando emprendimientos locales, se apuntala tanto el crecimiento como el desarrollo económico de nuestra sociedad
Post Scriptum: Resalto y ovaciono la ingente labor de los coordinadores y miembros de la Red De Apoyo Al Emprendedor Guajiro (RAEG) y sus capítulos en cada municipio, por tan meritoria e infatigable labor de apoyar e impulsar a los emprendedores de nuestro departamento.
El Gran Pipe Muñoz
Social Media – Community Manager
Excelente columna! Muchas gracias por tu apoyo a RAEG