En las recientes elecciones de otro pais vecino, quizás el que más afinidades guarda con el nuestro en aspectos geográficos, climáticos, raciales y culturales, nos referimos al Ecuador; fuimos testigos de una contienda política que también, tal como sucedió en Colombia en las pasadas votaciones; se desarrollaron en un ambiente de absoluta polarización. Tan es así que a pesar de que compitieron 16 candidatos, la disputa se limitó exclusivamente a dos de ellos, que atrajeron el 90% de la votación total, y el ganador se definió con una diferencia de menos de 30 mil votos. Esos dos candidatos obviamente y como es de esperarse a partir de dicha polarización, encarnan tanto dos personalidades, como dos modelos de pais absolutamente antagónicos.
El uno, actual presidente para más señas: joven multimillonario, nacido en Estados Unidos, con ínfulas dictatoriales no obstante su mocedad; enfatiza un modelo económico neoliberal, aperturista, promotor del extractivismo. Su campaña estuvo basada en eslóganes cortos, y es reacio al debate ideológico y profundo. Por su lado la heredera del correismo, también se puede considerar relativamente joven. Es una mujer de provincia, con alta formación académica, fervientemente comprometida con el trabajo social y comunitario, creyente en el rol equilibrador y amortiguador del Estado en lo relacionado con las enormes desigualdades que caracterizan al Ecuador. Pais que desafortunadamente y al compás de los posteriores gobiernos de derecha, revirtió un exitoso y reconocido modelo económico y social implementado por Rafael Correa, y apreciado como ejemplar, para las demás naciones del área.
Noboa, candidato- presidente por primera vez en la historia del Ecuador, ha consolidado el fracaso implementado gradualmente por los subsiguientes presidentes, opuestos todos al correismo. Este inepto multimillonario ha conducido al pais a una severa crisis institucional, energética, de seguridad y de acentuación de la pobreza. Violó leyes electorales, militarizó puertos y fronteras. Usó y abusó de los recursos públicos, como que invirtió para auto promocionarse y levantar su imagen más de 12 millones de dólares provenientes del erario. Todo ese ingente gasto fue catalogado como gasto de interés nacional, para torcerle el pescuezo a la Ley. Utilizó los dineros de todos los ecuatorianos para su propio beneficio personal. Según el aspirante indígena: Leónidas Iza; el candidato- presidente Noboa, a dispuesto de más de 130 millones de dólares del Tesoro Público para fortalecer su proceso electoral. A lo cual sumaron millones de dólares de su fortuna familiar, pero nada de eso sirvió.
Llama la atención que este caso, a pesar de las protuberantes irregularidades, no advertimos por parte de los medios internacionales, ni de los gobiernos regionales alguna queja, reclamo o manifestación de protesta, como en cambio sí lo hubo con respecto a Venezuela. Noboa envío al exilio, y apartó inconstitucionalmente a su vicepresidenta. Puso todo el aparato estatal y a las organizaciones electorales bajo su servicio. Por primera vez en la historia política ecuatoriana, y gracias a sus arbitrarias decisiones, se dio la figura de candidato y presidente simultáneamente.
Sus mayores blasones las constituyen haberse presentado engañosamente como un “outsider” del sistema. Así, como suena, “outsider”. Siendo probablemente el más típico representante de la fusión del poder económico y el poder político en Ecuador. Su padre un multimillonario del sector bananero fue candidato frustrado durante 5 veces. Por lo tanto, que su vástago se muestre como un “Outsider”, es poco menos que un desplante. En lo que si destaca es en su absoluta mediocridad.
La militarización irrefrenable a que ha conducido a su pais ha sido ineficaz. En lo que sí ha demostrado eficacia es en el sometimiento al loco Trump. Ante el fracaso de la militarización, muchos están clamando a gritos la implementación del modelo de Bukele, algo que también se añora en Colombia. Esto es una pretensión ilusoria. Ya que la realidad del Salvador difiere totalmente no solo del Ecuador, sino que por supuesto de la colombiana, comenzando por el área: El Salvador es 12 veces más pequeño que Ecuador y 54 veces más pequeño que Colombia. En cuanto a los factores de violencia de Ecuador y de Colombia son de una complejidad y profundidad infinita en comparación con el reto que representan las Maras Salvadoreñas. Si bien no se deben soslayar las medidas militares dado el alto nivel de inseguridad, es necesario simultáneamente reversar el embate del neoliberalismo, y en su defecto fortalecer el rol estatal en beneficio de la población vulnerable e implantar medidas económicas que sostengan a los sectores populares y a la clase media del pais, y no mermar sus ingresos como ha venido ocurriendo. En este replanteamiento del rol estatal radica el eje de la propuesta de Luisa Gonzales. Lo cual no es otra cosa que la restauración de las políticas exitosas de la Revolución Ciudadana.
Las encuestadoras se equivocaron de cabo a rabo. Pronosticaron un triunfo en primera vuelta del imberbe, incompetente y clasista Presidente Noboa. Estas encuestadoras a pie de urna o “exit poll”, pronosticaron sin ruborizarse, incluso hasta cuando iban desarrollándose más de la mitad de las votaciones que Noboa superaría holgadamente a Luisa Gonzales y lograría mas del 50% necesario para triunfar en primera vuelta. Fue plenamente vergonzoso el rol de las principales encuestadoras, aupadas a su vez por los principales medios de comunicación
La polarización de Ecuador más que política es una polarización socio-económica. Es una sociedad absolutamente dividida y desigual. En este escenario y ante unas diferencias numéricas que no superaron los 20.000 votos entre ambos. Los casi 600. 000 conseguidos por Leonardo Iza, el candidato de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) serán fundamentales y decisivos para el triunfo del correismo en la segunda vuelta a realizarse el día 13 de abril. Todo apunta a que dadas las afinidades de antaño entre las cohesionadas comunidades indígenas con el movimiento correista, pero que han tenido algunas desavenencias posteriores, la trayectoria de Luisa Gonzales va a ser capaz de superarlas y reestablecer dicho vinculo. Es muy probable por lo tanto el regreso de la Revolución Ciudadana al poder y con ello se pronostica el retorno del mejor periodo económico, social y de estabilidad política vivido por el Ecuador. Por lo menos y aunque fuese por mínimo margen, obtuvieron mayoría de curules en la Asamblea Nacional.
Las encuestas intencionadamente fallidas, la euforia previa de los medios masivos privados, se puede volver un bomerang. La actitud esperanzadora y la ilusión que se apreció en la campaña de Gonzales una vez culminado el conteo, versus la frustración y la desesperanza que invadió las huestes de Noboa, pueden ser un presagio de lo que se avecina para la segunda vuelta.
José Luis Arredondo Mejía
Excelente columna de mi paisano jose luis Arredondo, como ya nos tiene acostumbrados