SALUD EN COLOMBIA: DESAFÍOS Y DILEMAS DESPUÉS DE LA DERROTA DEL GOBIERNO DE PETRO

Queridos lectores, la semana pasada fue testigo de un acontecimiento político que sacudió los cimientos del gobierno de Gustavo Petro en nuestro país. La derrota de su proyecto de reforma de salud en el Congreso marcó un hito crucial en su mandato y desató una serie de interrogantes sobre el futuro del sistema de salud que han dejado al sistema de atención médica en una encrucijada peligrosa, y la región de La Guajira no es ajena a esta realidad desoladora.

La reforma propuesta por Petro, después de 14 meses de intenso debate político, fue finalmente archivada, dejando en el aire las esperanzas de una transformación profunda en el sistema de salud. Entre los puntos más polémicos de la propuesta se encontraba la propuesta de redefinir el papel de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), entidades que actúan como intermediarias entre los pacientes y los servicios de salud.

El hundimiento de la reforma original llevó al gobierno a tomar medidas drásticas, interviniendo forzosamente a EPS Sanitas y Nueva EPS, dos de las entidades más grandes del país que atienden a más de 10 millones de personas, debido a problemas de financiación y la amenaza que representaban para la prestación de servicios de salud. Estas medidas, aunque tienen como objetivo “salvar el sistema”, han generado incertidumbre y plantean una serie de interrogantes sobre la viabilidad y eficacia del sistema de salud colombiano.

Esta situación adquiere una dimensión aún más preocupante cuando consideramos que La Guajira, una de las regiones más vulnerables y marginadas de Colombia, se verá directamente afectada por esta crisis. La falta de acceso a servicios médicos de calidad y la incertidumbre sobre el futuro de la atención sanitaria en La Guajira son preocupaciones legítimas que deben abordarse con urgencia.

Nos enfrentamos a preguntas cruciales: ¿Qué sucederá con los pacientes crónicos que dependen de tratamientos regulares? ¿Cómo se garantizará el acceso a medicamentos esenciales en medio de esta turbulencia? Estas son cuestiones que no pueden esperar y que requieren una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes.

Pero ¿Cómo funciona realmente el sistema de salud en Colombia? Desde su implementación en 1993, el sistema se basa en un modelo de competencia gestionada, donde las EPS juegan un papel central en la gestión y prestación de servicios de salud. Sin embargo, su protagonismo ha sido objeto de intensos debates, con críticas que van desde la ausencia de eficiencia hasta el impacto desigual en zonas urbanas y rurales.

La necesidad de reformar el sistema de salud es innegable, pero la propuesta de Petro plantea desafíos y dilemas importantes. Si bien busca abordar problemas como la desigualdad y el acceso limitado a la atención médica, su enfoque único y no diferenciado plantea interrogantes sobre su viabilidad y efectividad a largo plazo.

En un contexto regional, nuestro sistema de salud se destaca por su enfoque de competencia gestionada, una característica única en América Latina. Sin embargo, otros países de la región han adoptado modelos diferentes, con sistemas mixtos o predominantemente públicos, cada uno con sus propias fortalezas y debilidades.

En última instancia, la salud es un derecho humano fundamental que debe protegerse y garantizarse para todos. La derrota del gobierno de Petro en su intento de reformar el sistema de salud es un recordatorio de la complejidad y los desafíos que enfrentamos en la búsqueda de un sistema de salud equitativo y sostenible.

Es hora de dejar de lado las diferencias políticas y unirnos en la construcción de un sistema de salud que realmente funcione para todos los colombianos. El momento para la acción es ahora, y aunque enfrentamos desafíos significativos, también tenemos la oportunidad de transformar nuestra realidad para mejor.

El congreso está comprometido en trabajar en una nueva reforma a la salud que aborde las deficiencias del sistema actual y asegure una atención médica equitativa y de calidad para todos los ciudadanos. Esta nueva propuesta será presentada en el mes de julio, y es un paso crucial hacia un futuro más saludable y próspero para Colombia y para La Guajira.

Mantengamos viva la esperanza y trabajemos juntos para superar los obstáculos que se interponen en nuestro camino. El bienestar de nuestra nación y de nuestra gente está en juego, y el momento de actuar es ahora. Juntos, podemos construir un futuro donde la salud sea verdaderamente un derecho para todos.

 

Juana Cordero Moscote 

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Un comentario de “SALUD EN COLOMBIA: DESAFÍOS Y DILEMAS DESPUÉS DE LA DERROTA DEL GOBIERNO DE PETRO

  1. Fernanfo Moscote dice:

    Los congresistas Colombianos puedo decir que mas del 99 x ciento no estan afiliados a un fondo depensilnes ni a una EPS, seria interesante conocer quienes.conocen y se ponen en los zapatos de los Colombianos a los que nos ponemn una cita a 90 dias…o llwgamos a la farmacia y no hay los medicamentos, de verdad si los congresistas y lideres politicos nacionales dieran ejemplo este pais seria el mejor del mundo por que tratarian de resolver los problemas que aquejan el sistema.

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