El último entrenamiento antes del viaje fue distinto. El sol de Riohacha caía sin piedad sobre la pista, pero nadie parecía sentirlo. Los niños corrían como si ya estuvieran en Bucaramanga, como si cada zancada fuera una promesa. Vi a Tahis y a Talhara mis hijas en la línea de salida, con esa mezcla de […]