La noticia me la dio mi mamá por teléfono. Recuerdo que era un mediodía candente, mientras caminaba por El Rodadero, donde entonces vivía con mi familia. Ella, sabedora de que mi cariño por Hernando Marín era genuino y desbordado, me llamó inmediatamente supo de su muerte. Mientras me lamentaba y enjugaba mis lágrimas con resignación, […]