Llama la atención el deterioro que recientemente hemos vivido en varios municipios de La Guajira y específicamente, en Maicao donde la tranquilidad colectiva ha enfrentado alteraciones luego de conocerse un hecho en el que un comerciante de la ciudad fue sacado por la fuerza del local comercial donde laboraba. Sujetos armados y a plena luz del día perpetraron el hecho.
Este escrito reconoce el esfuerzo de las autoridades locales y todo el conjunto institucional en cabeza del señor Jairo Aguilar, Gobernador de La Guajira y de Miguel Felipe Aragón, alcalde de Maicao; pero se hace necesario toda una estructura sinérgica que sume a los actores que responden por la seguridad – Ejército y Policía -. Estructura sinérgica que necesariamente debe estar liderada por el gobierno nacional para que conozcamos en el territorio todo el alcance de la política pública que atiende la seguridad desde los factores socioeconómicos de nuestra región y los desafíos que aquí se enfrentan como resultado de la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos y empleo: factores que contribuyen al aumento de la criminalidad, incluyendo el secuestro y el robo como medios que alimentan la economía criminal y algo debe tener en cuenta el gobierno nacional es la proximidad de Maicao a la línea de frontera con Venezuela; lo que acentúa o agrava los problemas que enfrentamos en materia de seguridad. No es posible dejar de lado la migración irregular, el tráfico de personas, el contrabando y la presencia de grupos armados al margen de la ley a ambos lados de nuestra frontera.
Este es un diagnóstico que se hace público con el propósito de llamar a la comunidad en pleno para que se una con fuerza a la institucionalidad y hagamos equipo para transformar en fortaleza, la debilidad presente.
No es posible avanzar en este análisis sin considerar la necesidad de mejorar nuestra infraestructura de seguridad con apoyo tecnológico para una mejor vigilancia; tarea que el gobierno nacional debe cumplir desde una política pública con suficiente alcance. La efectividad de las políticas de seguridad implementadas tanto por el gobierno nacional como local es clave para ganarle la batalla a la delincuencia común y a la organizada.
Recalco la participación de la comunidad, que como sociedad civil, es fundamental evaluar si es posible lanzarnos como redes de apoyo comunitario para que se haga mayúscula la estrategia de seguridad ciudadana y nos llenemos de confianza entre autoridades y ciudadanía.
A este gran equipo que busca unificar criterios para derrotar a la delincuencia, debe unírsele los medios de comunicación; con ellos se construyen consideraciones que nos ayudan a comprender la complejidad de los problemas de seguridad en Maicao y nos permiten seguramente un análisis más profundo y objetivo de la situación.
Una gran conclusión apunta a entender que será posible ganarle a la inseguridad y volver a las horas de tranquilidad si y solo si internalizamos la simple sumatoria que demuestra que los buenos somos más.
Maicao necesita renacer y esa búsqueda será posible cuando construyamos acompañamiento solidario y hagamos equipo con la institucionalidad a la que llamamos a direccionar el presupuesto público asignado a la seguridad con toda determinación.
Carolina Issa Morales