TUS DECISIONES PUEDEN HACER LA DIFERENCIA

DANIEL Capítulo 1

Daniel 1:2  El Señor permitió que Joacim cayera en manos de Nabucodonosor. Junto con él, cayeron en sus manos algunos de los utensilios del templo de Dios, los cuales Nabucodonosor se llevó a Babilonia y puso en el tesoro del templo de sus dioses.  Además, el rey le ordenó a Aspenaz, jefe de los oficiales de su corte, que llevara a su presencia a algunos de los israelitas pertenecientes a la familia real y a la nobleza. NVI.

Aquí leemos que Dios PERMITIÓ que el rey Nabucodonosor se llevara lo mejor de los utensilios del templo y algunos jóvenes de la familia real del pueblo de Israel. Pero este suceso no fue fortuito, ni casual, 100 años atrás Dios había advertido que esto pasaría a través del profeta Isaías.

Isaías 39:6-7 “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio—todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora—será llevado a Babilonia. No quedará nada—dice el Señor—.  Algunos de tus hijos serán llevados al destierro. Los harán eunucos que servirán en el palacio del rey de Babilonia”.

Meditando en esta historia, venía a mi mente cuantas veces nos hemos preguntado ¿Por qué Dios permite el dolor, las guerras, el hambre, las catástrofes naturales, las pérdidas etc.?… todo esto tiene una explicación.

En esta historia, sin darse cuenta las decisiones tomadas por Ezequías unos siglos antes influenciaron en el futuro de su descendencia y esto ocurrió a pesar de haber sido un hombre fiel, un ejemplo a seguir, un hombre diferente a sus antepasados.

Entonces ¿Qué hizo Ezequías para generar este desastre sobre su linaje? Lo mismo que muchos de nosotros hacemos a diario.

  1. No aceptó la voluntad de Dios para su vida: Isaías 38: 1-5 Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”». Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor: «Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente. Luego Isaías recibió este mensaje de parte del Señor: «Regresa y dile a Ezequías: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Te añadiré quince años más de vida

Aquí vemos que Ezequías estuvo enfermo de muerte y Dios le dio una nueva oportunidad de vivir, hizo un milagro y le añadió 15 años màs de vida. ¿Pero acaso quien en su sano juicio quiere morir? Si estuviéramos en esa posición seguramente haríamos lo mismo, lo lógico es interceder a Dios para que ocurra un milagro… No es fácil aceptar este tipo de noticias, y tendemos a cuestionar a Dios, incluso a enojarnos con EL si no obtenemos una respuesta que se ajuste a lo que deseamos.

Lo cierto es, que los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros y por esa razón lo que El planea para nuestra vida indiscutiblemente es mucho mejor de lo que nosotros esperamos ver, ¡aunque haya momentos oscuros en los que no entendamos nada! En este caso la extensión de la vida de Ezequías por 15 años, fueron el origen de varios sucesos desafortunados para el pueblo de Israel, por ejemplo, el nacimiento de Manasés hijo de Ezequías, quien fue considerado el peor rey de la historia de Israel. (Se puede leer en 2 Reyes 21).

  1. Recibió la bendición y se olvidó de darle la gloria a Dios. Isaías 39:1-2 En esos días, el rey Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, había oído que Ezequías estaba enfermo y se había recuperado. Entonces, envió mensajeros con cartas y regalos a Ezequías, quien los recibió gustoso y les mostró sus tesoros: el oro y la plata, las especias, el aceite fino, su arsenal y todo lo que había en la tesorería real. No hubo nada que no les mostrara en su palacio y en todo el reino.

Estos hombres habían venido a ver a Ezequías no solo a causa del milagro de sanidad, sino también por el milagro de haber retrocedido la sombra del sol 10 grados (Isaías 38:8) y Ezequías en lugar de aprovechar la oportunidad para exaltar el nombre de Dios ante los mensajeros del Rey, decidió presumir de sus tesoros, ya que Dios no solo había sanado la enfermedad de Ezequías, no solo había añadido 15 años a su vida, lo había prosperado extravagantemente.

2 Crónicas 32: 27-29 Ezequías era muy rico y altamente honrado. Construyó edificios especiales para guardar sus tesoros: plata, oro, piedras preciosas y especias, así como los escudos y otros objetos de valor. También construyó muchos depósitos para su grano, vino nuevo y aceite de oliva; e hizo muchos establos para su ganado y corrales para sus rebaños de ovejas y cabras. Construyó muchas ciudades y adquirió enormes rebaños y manadas, porque Dios le había dado grandes riquezas. 

¿Cuántas veces nos ha pasado lo que, a Ezequías, Dios nos da una segunda oportunidad, abre puertas de bendición para nosotros, ¿nos da sanidad y muchas cosas más y nos olvidamos de darle el mérito a Él? Es necesario comprender que los milagros y bendiciones que Dios permite en nuestra vida son el canal que El usa para impactar la vida de otros, ¿a cuántos Dios les ha puesto en el camino personas que se acercan a ver las maravillas que Dios ha hecho en nosotros y en lugar de Compartirle la palabra de Dios, lo que hacemos es presumir?  La falta de Ezequías no fue tanto mostrar sus posesiones, sino no darle la honra a Dios por lo que había hecho y le había dado.

Lucas17:15-19 Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!». Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?».

A través de las historias narradas en la Biblia, podemos ver como esta misma situación se repite una y otra vez, Ezequías cayó en el mismo error de muchos reyes buenos como Salomón, Asa, Joás, Amasías, Uzías entre otros. Esto es muestra que a veces las bendiciones de Dios pueden convertirse en una piedra de tropiezo si nos ocupamos demasiado en gozar de lo recibido a costa de nuestra relación con Dios.

  1. Exceso de confianza. Dice la palabra que Dios puso a prueba a Ezequías para exponer lo que había en su corazón, 2 Crónicas 32:31 Sin embargo, cuando llegaron embajadores de Babilonia para preguntar por los sorprendentes acontecimientos que habían ocurrido en la tierra, Dios se apartó de Ezequías para ponerlo a prueba y ver lo que realmente había en su corazón.

Ezequías creyó que el Rey de Babilonia era su amigo por un simple gesto de amabilidad, no pensó en el hecho que los embajadores no sólo representan a sus países, sino que también reúnen información sobre las debilidades de los otros países para aprovecharlos en momentos de crisis diplomáticas; él no los vio como amenaza potencial, ¿por qué? Porque se sintió comodo con los alagos, con ser el centro de atención, con mostrar a los mensajeros todo su esplendor, incluso dice en esta historia que les mostró su arsenal, no se dio cuenta que esto lo hacia vulnerable.

Jeremías 17:5 Esto dice el Señor: «Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos, que se apoyan en la fuerza humana y apartan el corazón del Señor.

¿En quién estamos depositando nuestra confianza? Cada situación que vivimos nos debe ayudar a crecer y a entender que nuestra dependencia viene de Dios y no importa cuánto tiempo tengamos yendo a la iglesia, orando, haciendo el devocional diario, leyendo la biblia… siempre debemos asegurarnos de que lo que estamos a punto de hacer o decir cuente con su respaldo.

  1. Se convirtió en un hombre egoísta: Isaías 39:8 El mensaje del Señorque tú me has traído es bueno —respondió Ezequías. Y es que pensaba: «Al menos mientras yo viva, habrá paz y seguridad».

En lugar de arrepentirse cuando recibió la profecia por parte de Isaías, dijo que la palabra era buena mientras él tuviera garantizada su paz y seguridad, en lenguaje coloquial: “ojos que no ven, corazón que no siente”.

Llegó un punto en el que su centro era él, no le importaba nada más. Mientras el cumplimiento de esta palabra no lo afectara directamente estaba tranquilo. Así somos nostros, vamos por la vida pensando que lo que hacemos no tiene consecuencia y creemos que no le hacemos daño a nadie, que es inofensivo y olvidamos a que alrededor nuestro hay una gran nube de testigos y los mas cercanos son nuestros hijos, familiares y amigos.

Debemos estar conscientes de que nuestras acciones, omisiones y decisiones ineludiblemente afectarán no solo nuestro destino, sino el de nuestra descendencia. Pensemos un poco, no nos dejemos llevar por nuestras emociones, la rabia o la presión. Daniel hacia parte del linaje de Ezequías y la profecía dada por Isaías se cumplió en él, fue llevado cautivo a Babilonia.

  1. Actuó sin la dirección de Dios. Ezequías recibió a los babilonios sin pedir dirección a Dios acerca de esto, ¿pero por qué se emocionaría tanto con esta visita?

Judá era una nación pequeña con poco poder en comparación con Babilonia, recibir esta visita diplomática, los regalos y el respeto del rey de Babilonia debió hacerlo sentir importante y para impresionar a sus invitados ya sabemos lo que hizo. En este caso tener el favor del Rey le resultó más prioritario que consultar a Dios respecto a si debía o no recibir esta visita o tal vez estaba convencido que todo lo que hacía tenía el aval de Dios y por ello omitió este paso.

Juan 14: 43 A ellos les gustaba más el honor que viene de los hombres que el que viene de Dios.

Gálatas 1:10 Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.

En este sentido el Apóstol Pablo nos advierte que cuando buscamos más el aval de la gente que el de Dios, dejamos de ser siervos de Cristo y empezamos a vivir para servirnos a nosotros mismos, porque lo que valoramos es la alabanza, el honor y el reconocimiento que pueden darnos los hombres.

Incluso, esto puede llevarnos a hacer cosas que nos hacen quedar bien con nuestros semejantes, pero mal ante Dios, una de las más comunes es MENTIR, ¿Cuántas veces hemos dicho una mentira “piadosa” para salir bien librados de alguna situación incómoda?  Y nos olvidamos que para Dios mentir es equivalente a robar o matar. Vivimos en una sociedad donde preferimos ser aparentes que leales a Dios.

Para concluir, esta historia es un claro ejemplo de que no podemos estar confiados de que todo lo que hacemos está acorde a la voluntad de Dios, nuestras decisiones y acciones pueden tener repercusiones, no solo en nuestra tu vida sino en la de nuestros hijos.

Todos los días tomamos decisiones que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso o entre la vida y la muerte, es por esto que debemos asegurarnos de tomar decisiones acertadas y para ello tenemos el mejor asesor de todos, alguien confiable, sabio y fiel.  Isaías 30:21 Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.

Quien mejor que Dios para aconsejarnos, si es quien conoce nuestro pasado, presente y futuro.  Isaías 46: 10 Yo anuncio desde el principio lo que va a pasar al final, y doy a conocer el futuro desde mucho tiempo antes. Les aseguro que todos mis planes se cumplirán tal como yo quiero.

Vicky Pinedo 

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Un comentario de “TUS DECISIONES PUEDEN HACER LA DIFERENCIA

  1. Dayra Constanza Hurtado Delgado dice:

    Me encantan los comentarios bíblicos, está mujer valiente forma parte de una estrategia de Dios, Reinas con Enfoque, estudiamos la palabra y compartimos todos los días lo que Dios nos revela a través del Espíritu Santo, nos encantaría contarles de esta aventura y unirnos para llegar a muchas personas. Vicky una sierva útil, una Reina con Enfoque.

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