Emulando a monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, Obispo de la Diócesis de Riohacha, quien, exponiendo la grave crisis social y económica de La Guajira, desnudó la necesidad urgente de lograr un gran acuerdo por el desarrollo del departamento. En ese mismo sentido y con carácter de urgencia yo me atrevo a hacer el mismo llamado para mi pueblo natal, San Juan del Cesar. San Juan requiere superar la crisis sociopolítica que ha abierto una profunda brecha entre una parte de la ciudadanía que torpedea la labor del ejecutivo municipal para construir un futuro mucho más próspero y pujante para este municipio de La Guajira.
Un municipio con muchas fortalezas turísticas, agropecuarias, culturales y religiosas, pero que siente el rigor de la crisis nacional en seguridad ciudadana, seguridad alimentaria y nutricional, desigualdad social, desempleo y falta de capacidad adquisitiva. La caída del sector agropecuario por el cambio climático y el calentamiento global y la desertificación de los suelos junto con la escases del agua para el consumo y la productividad, han golpeado muy duro a este municipio. Pero, esta es una tierra de bendición y en buena hora, surge el turismo como su vocación productiva por excelencia con toda una cadena productiva y sus actividades conexas, para poner a vivir a los sanjuaneros y dinamizar su economía.
Por eso, ante esta situación apremiante, que pone en riesgo y amenaza la calidad de vida y el desarrollo del pueblo sanjuanero, hacemos un llamado a las organizaciones de la sociedad civil, al club de leones, a las damas rosadas, a la asociación de usuarios del distrito San Juan, a la infraestructura hotelera y turística, a la fundación cultura y desarrollo, al gremio de ganaderos y agricultores, a los transportadores legalmente constituidos, a los exalcaldes del municipio, y en general, a todo aquel sanjuanero de bien y con mucha pertenencia que, pueda facilitar y convocar a muchos más actores a un dialogo social que priorice la búsqueda del bien común, respetando las diferencias y coincidencias y las libertades pero con orden.
Deben ser convocados a este dialogo social por el desarrollo de San Juan, los líderes políticos, las comunidades étnicas, los gremios productivos, la academia con el infotep a la cabeza y los medios de comunicación. En fin, este dialogo social debe estar validado y respaldado por todos los estamentos de la sociedad sanjuanera y la iglesia, para hacer factible y efectivo este encuentro que permita superar las diferencias entre la administración local y sus oponentes. También deben concurrir todos aquellos que ostentan representación en nombre del municipio, desde los ediles y comunales, hasta los concejales y diputados. La idea es que hagamos de nuestro municipio y su desarrollo una sola bandera y sea nuestra causa. Entendemos que la forma más apasionada de la rivalidad en la naturaleza humana se vive en la actividad política, pero la actividad política ya pasó, hay un alcalde que gobierna y un pueblo que espera un mejor bienestar.
Que para encontrar el contrapeso del poder democrático tiene que haber quien gobierne y quien se oponga a sus decisiones, es verdad, pero de manera objetiva, constructiva, coherente y ponderada en la búsqueda del interés general. Pero la cultura de los pasquines y del bajo mundo actuando en las tinieblas, no es propio de la sociedad sanjuanera. Sencillamente porque las cosas se saben cómo comienzan, pero nunca como terminan, y dice el viejo adagio, que quien dice lo que quiere, oye lo que no quiere.
De tal manera, que la administración de San Juan y la oposición no puede seguir con los guantes puestos en un tinglado político de dime que yo te diré. San Juan es un pueblo culto y bien educado, con una alta formación religiosa y cultural. La historia no se puede pisotear por los intereses de unos pocos y menos por la ambición desmedida por el poder político y económico. El municipio no puede continuar en una batalla de egos y liderazgos, tampoco poniendo en riesgo la reserva política, moral, democrática, profesional y gremial que se tiene.
La pelea que mejor se gana es la que se evita, es hora de un dialogo social civilizado, franco y sincero, sin cartas bajo la mesa y sin agresiones ni físicas ni verbales que permitan avanzar en el desarrollo social y económico del pueblo. San Juan somos todos, la coalición y la oposición, los que gobiernan y los gobernados.
Rafael Humberto Frías