El camino de la independencia y la diferenciación con base en propósitos de país está plagado por abrojos y fango; sin embargo, los pasos de la coherencia y la sindéresis les permiten a los hombres no desfallecer en el sueño de lograr el bien común. Ese anhelo se precisa sustantivo en las intenciones de los dirigentes Sergio Fajardo y Jorge Robledo, dos de las figuras más connotadas de la política colombiana, quienes, despojados de protagonismos y repletos de confianza, decidieron avanzar hacia la construcción de una fuerza política independiente y de vanguardia que dignifique la forma de hacer la política y comprometa a los ciudadanos en todas las decisiones. Un partido no concebido para negociar, sino para para transformar. Dos fuerzas unidas por la esencia de la transformación, los principios, los ideales y la capacidad para trabajar colectivamente por las calles de toda la nación.
La fusión del partido Dignidad con el movimiento Compromiso Ciudadano responde a los cambios disfrazados y a la incertidumbre de un país que desfila “al garete” de las improvisaciones del gobierno y el rifirrafe de los extremos. Pues, precisamente, ante esa confrontación impredecible, aportas de hacer metástasis, el tratamiento más efectivo es una dosis la serenidad y una reflexión profunda sobre las convicciones nacionales. Concertar las verdaderas apuestas de futuro, y edificar escenarios cimentados en diálogos incluyentes y dignificantes, sin apuestas mesiánicas y sin la exclusión de los diferentes, de aquellos que se sienten atrincherados por la estigmatización y el odio.
Según sus estatutos, Dignidad & Compromiso es “un partido innovador que fundamenta su acción política en un conjunto de principios, una plataforma programática y en la lucha contra la corrupción. Comprometido con la democracia, la soberanía, la paz, el desarrollo productivo y el medio ambiente”. Dentro de los principios del nuevo partido se destacan: la equidad y la igualdad, la democracia, la sostenibilidad, la construcción colectiva, la cultura ciudadana, la colectividad, la innovación y por supuesto, la coherencia. Si, Coherencia entre lo que se dice y se hace, una ruptura con la viveza y la trampa del todo vale para conseguir resultados. Porque, como lo dijo Sara Moreno, copresidenta del nuevo partido: “sin la transformación de la forma como se hace política no habrá un cambio profundo y verdadero en la sociedad colombiana. En nuestra práctica política asumimos la expresión «con educación todo se puede» como eje central en la transformación de Colombia”.
Los dirigentes y afiliados de la nueva colectividad tienen la convicción profunda de que los principios si importan y que existen unos límites innegociables, y le dan valor a la política que argumenta con base en la razón y la racionalidad como prerrequisito para la construcción de consensos en beneficio de los intereses generales.
Jorge Robledo, haciendo alusión a la nuestra actual realidad política comentó: “Colombia no está condenada a escoger entre las dos fuerzas caudillistas que polarizan el país: Álvaro Uribe y Gustavo Petro”. Para afrontar ese escenario “uribizado y petroizado”, una tercera fuerza deberá asumir su rol independiente y responderle a un país que demanda razones de progreso, de civilización, el mejoramiento de las condiciones de vida, y una dirigencia competente para afrontar y resolver los grandes problemas nacionales.
Para satisfacer ese clamor popular, el gran reto de Dignidad & Compromiso será consolidarse como un partido que conecte con las personas y comunidades, que tienda puentes y redes, y teja empatía para entender, respetar y ser solidario con la gente. Y, además, ser un colectivo amable, alegre, capaz de llevar esperanza a todos los rincones del país. Demostrar que entre tantas dificultades hay caminos para transformar la sociedad colombiana. En fin, una alternativa a la polarización, donde como bien lo afirmó Sergio Fajardo: “se honre la Dignidad de Colombia con el Compromiso de la ciudadanía”.
Arcesio Romero Pérez
Escritor afrocaribeño
Miembro de la organización de base NARP ASOMALAWI
Total, esa es la realidad de nuestro pais, sin una ruta clara.