Desde hace más de 22 años, cada 2 de febrero, en la misa mayor, elevo mis plegarias a ti, Vieja Mello. Acudo no solo como villanuevero, sino también como hijo adoptivo de Riohacha, tierra hermosa que me abrió los brazos, donde tengo mi residencia, nacieron mis hijos y dejé una parte de mi corazón.
Mi crecimiento profesional ha estado marcado por nuestra capital. Son ya 24 años de experiencia en la administración pública, desde mis inicios como abogado hasta ocupar la máxima dignidad como Gobernador Encargado de La Guajira. Esta trayectoria me ha permitido conocer y comprender las necesidades y desafíos de nuestra región, y también contribuir, desde distintas posiciones, al desarrollo de nuestra querida tierra.
En estos días de milagros y peticiones a la Vieja Mello, los guajiros seguimos pidiendo sabiduría para nuestros gobernantes. Oramos para que cesen los bloqueos en las vías de La Guajira. El único derecho del que podemos abusar es el del diálogo y la concertación. Las vías de hecho, como el cierre de carreteras y la interrupción de la vía férrea, jamás serán el camino correcto. El reclamo social y el derecho a la protesta tienen límites: no deben vulnerar los derechos de los demás. Estas acciones dañan la economía, afectan la imagen del departamento, ahuyentan la inversión privada, golpean el turismo y nos alejan cada vez más de convertirnos en la punta de lanza de la transición energética del país.
Por eso, es urgente que todos los sectores —instituciones en sus tres niveles de gobierno y comunidades— construyan una agenda especial y una mesa de trabajo permanente para abordar los temas que generan estos bloqueos. Muchos ya son conocidos y sobre algunos hay avances concretos: atención a la primera infancia, estrategias para garantizar la permanencia escolar, acceso al agua, seguridad, infraestructura vial, explotación minera y transición energética, por mencionar solo algunos. Sabemos que nuestros problemas y brechas sociales son muchas, pero solo juntos, remando en la misma dirección, lograremos mayores resultados y avances.
Que La Guajira sea el epicentro administrativo y logístico de la explotación del pozo de gas Sirius
La Guajira tiene las capacidades instaladas; Santa Marta, no. El solo hecho de que se utilice la infraestructura existente en los pozos de Chuchupa, para la explotación y transporte de gas, zanja esa discusión con creces. Lo demás puede resolverse con voluntad de los operadores, de Ecopetrol y, sobre todo, con la confianza y tranquilidad que las comunidades de La Guajira deben ofrecer a la inversión privada.
Que la Alta Guajira se convierta en el municipio 16
El senador Alfredo Deluque ha propuesto una solución audaz y respaldada por el clamor popular: convertir en municipio un extenso territorio lleno de contrastes y paradojas. Es una tierra rica en recursos naturales, diversidad étnica, cultura y potencial turístico, pero también una de las más golpeadas por la pobreza y las necesidades insatisfechas.
Avanzar en una nueva organización territorial permitirá enfrentar sus desafíos con mayor autonomía y participación. Más allá del trámite normativo —que incluye estudios socioeconómicos, consulta previa, aprobación de la Asamblea Departamental y delimitación geográfica— lo más importante es que serán los wayuu quienes decidirán su destino. Si logran este sueño, será la mayor oportunidad en su historia. Desde ya, apoyamos esta iniciativa transformadora.
Que La Guajira lidere la diversificación de la matriz energética de Colombia
La Guajira tiene una ventaja natural: el viento y el sol son inagotables. Son la bendición que Dios nos dio para cerrar brechas históricas y lograr el desarrollo sostenible. Sin embargo, es preocupante que nosotros mismos estemos retrasando esta oportunidad.
Las razones son claras: décadas de abandono estatal, falta de planeación estratégica, corrupción, ausencia de diálogo con nuestras comunidades wayuu. Todo esto nos ha vuelto desconfiados y nos lleva a ver la inversión en parques eólicos y plantas fotovoltaicas como una solución inmediata a todos los problemas. Pero el privado no puede reemplazar la responsabilidad del Estado. Si no nos organizamos y generamos confianza, la inversión migrará a regiones con mejores garantías.
El agua: la prioridad de siempre
Vieja Mello, ruego a ti para que las inversiones en agua sigan avanzando y, algún día, los pozos profundos, jagüeyes, represas, plantas desalinizadoras, pilas públicas, carrotanques y microacueductos funcionen como un solo sistema. La meta es lograr un servicio de agua potable permanente y eficiente.
También elevamos nuestra súplica para que el Gobierno Nacional culmine la segunda etapa de la Represa del Cercado en el río Ranchería. Esta obra solucionaría la crisis de agua en nueve municipios del departamento. No podemos esperar otros 50 años para ver concluida la infraestructura más grande del Caribe colombiano. No podemos permitir que se convierta en otro elefante blanco.
Que La Guajira sea un destino turístico de clase mundial
Pido que La Guajira, con su corredor de playas desde Palomino hasta la Alta Guajira, se convierta en el corredor turístico étnico y cultural más importante de Colombia. Para lograrlo, es vital invertir en infraestructura y aprovechar nuestro mayor atractivo: el turismo sensorial e inmersivo, la riqueza cultural y la música vallenata.
Como dice mi primo «Cachete»: si viste la novela Escalona, ven a Villanueva y vívela en cada calle. Porque es en el centro y sur de La Guajira donde nuestros músicos, compositores y acordeoneros han nutrido la música vallenata, el género que representa a Colombia ante el mundo. El turismo debe ser un pilar fundamental en la diversificación de nuestra economía.
Ilumina el camino de La Guajira
Finalmente, pido a Dios y a ti, Santísima Virgen, que ilumines a nuestro gobernador Jairo Aguilar. Que lo sigas guiando en su trabajo con amor, pasión, entrega, compromiso, organización y planeación. Solo así lograremos impulsar a La Guajira por el camino del desarrollo.
¡Amén!
Jose Jaime Vega