Comenzamos el segundo semestre del afamado y nunca olvidable año 2020, todo parece seguir en la misma dirección del semestre que acabamos de terminar, no son muy esperanzadoras las noticias, por lo menos en materia de economía para Fedesarrollo el país empezará a sentir los estragos más fuertes en este segundo semestre del año donde se prevé una reducción en el crecimiento económico superior al 9% en el peor de los casos, todo esto a causa de la pandemia del covid – 19 y las medidas adoptadas de aislamiento obligatorio para contenerlas, junto a un desplome del mercado del petróleo. Los hogares han dejado de consumir (se ha detenido esa desenfrenada idea de obtener cosas innecesarias, a lo que el consumismo obliga) los sectores productivos se han paralizado, el empleo ha descendido y podría alcanzar una triste cifra de al menos 20.5% al finalizar el año. Los más sabios y expertos economistas Colombianos invadidos por el escepticismo coinciden en que nuestra economía duramente golpeada sobrevivirá cuando los diferentes sectores retomen sus actividades normalmente y empiecen a producir, la demanda empiece adquirir y el mercado empiece a estabilizarse; todo esto sumado a el esfuerzo en materia de políticas y reformas laborales y pensional, aquellas que los empresarios piden a gritos y que siempre terminan afectando al sector más sensible, los trabajadores, ese sector que pone su tiempo, su capacidad productiva, su esfuerzo, su intelecto su mano de obra y a quienes esas famosas reformas, aprovechándose de un mal momento, se llevan por delante (como lo hace el agresivo afán humando por el desarrollo); y en consecuencia han sido despedidos desmesuradamente, se les ha suspendido el contrato laboral, se les ha modificado los términos de el mismo, se les ha disminuido el salario, a quienes se les recomienda renunciar para poder apoyar “la supervivencia de la empresa” (y perder el derecho a cualquier indemnización de ley) han sido quienes esta brutal pandemia ha arrasado, quienes han pagado el precio de una Economía de Mercado desleal. Entonces me surge la pregunta ¿Sobreviviremos? lo haremos a la desidia de esta voraz economía que no se detiene? lo haremos a la desidia de esta humanidad que está en el punto de sálvense quien pueda?, lo hará este planeta que necesitaba de este tiempo de descanso para recuperarse un poco, no lo sabemos… que Dios te cuide, me cuide y nos cuide a todos.
Milka Patricia Solano Gómez
Contadora Pública