CABO DE LA VELA

Ya muere el claro día

tras la empinada cumbre de los cerros del Cabo de la Vela,

de sus paisajes y riquezas,

está ella orgullosa,

guajira refugiada y hermosa,

cabeza erguida de Colombia,

tierra desértica y romántica,

lugar escondido para descansar,

noche esplendorosa a la orilla del mar,

donde el silencio, la brisa y las estrellas,

pasean en la oscuridad,

con colores reflejadas en el espejismo e impetuoso mar;

el sol señalando el mejor día para soñar,

caminos de arenas movedizas para andar,

amanecer incomparable,

lugares llenos de colores,

vida y magia en vacaciones,

comidas afrodisíaca frutos del mar,

langostas, camarones y ostras, mejillones, cangrejos de mar,

lugar de exóticos plumajes,

engalanando el atardecer de ese soñado lugar,

flamingos, cardenal guajiro, colibrí, garzas y gaviotas,

adornan el Santuario de la Fauna,

esperando un nuevo amanecer,

donde se une el sol con el mar,

dando la bienvenida hermosas Wayuu,

con sus atuendos de colores,

al son de pitos y tambores,

sonido del ritmo de una seductora chichamaya,

danzan al son del ruido de las olas del mar,

así es el Cabo de la Vela,

paraíso ensoñador para ir a disfrutar.

Cielo Mar Roys Olivella

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