¿CUÁL ES LA EFECTIVIDAD DE LOS PAROS EN LAS VÍAS DE LA GUAJIRA?

Es hora de valorar la efectividad de los paros en el departamento de La Guajira. Tanto como, los gobiernos locales, departamentales, nacionales y las comunidades se han reunido cientos de veces, han firmado cientos de acuerdos, pero en menos de una semana, se vuelven a presentar bloqueos de vías, por problemas a los cuales se les planteó una solución. Es hora de que digan, ¿quién falla, los gobiernos o las comunidades? Es hora de que le digan a las personas que “no tienen nada que ver en los bloqueos”, cuáles son los acuerdos a los que llegan y que beneficios hay.

Desde octubre del año 2022 se han cerrado las vías del departamento del departamento de La Guajira, tantas veces que ya hacen incontables los problemas y las soluciones a los problemas. Ha habido cierres viales desde la Jagua del Pilar hasta la parte más al norte del departamento. Riohacha, ha estado en más de 10 ocasiones cerradas en todas sus entradas principales, afectando no solo el tránsito por las vías del departamento, si no, afectando sectores económicos importantes como el turismo, el comercio, la movilidad de alimentos, hacia y fuera de la ciudad.

Dada la situación socioeconómica que vive el departamento de La Guajira, es comprensible que las comunidades estén insatisfechas. Los reclamos por parte de las personas que salen a las vías son todos válidos. Sabrá el lector, por conocimiento de causa o no, que en La Guajira se presentan los peores atentados contra la vida digna del país. Hay hambre, falta de agua, falta de acceso a servicios básicos y educación, problemas que en el mundo moderno hace muchos años ya están solucionados.

Sin embargo, la legitimidad de estos bloqueos ha estado cuestionada en los últimos días. La gran cantidad de cierres en las vías, casi que a diario, hacen que se pierda poco a poco el respaldo popular a este tipo de manifestaciones. Cada día que pasa son menos la personas que se sienten identificados por este tipo de protesta social, afectando principalmente la movilidad de personas con iguales o peores necesidades, quienes quedan en medio de las manifestaciones. Se ha vuelto una protesta donde los pobres afectan a otros pobres.

Algunos ciudadanos han llegado a cerrar las vías porque en otros lugares hay paros y ellos no pueden transitar por las carreteras, es decir, ¡paro porque hay paro! No existe un cálculo de cuanto ha perdido el departamento fruto de toda las parálisis a las que ha estado expuesto, pero han de ser miles de millones de pesos, que ha perdido el sector empresarial, los trabajadores y por supuesto la imagen del departamento ante el mundo.

Estoy seguro de que los más reciente bloqueos se están pidiendo soluciones a problemas estructurales de los territorios, pero es también cierto que, se requiere un dialogo abierto y directo entre los diferentes actores afectados por la cantidad de bloqueos que se presentan en La Guajira, en muchas ocasiones, hay bloqueos de vías y los protestantes no se toman el trabajo ni de explicar porque se realiza en paro. No se pueden realizar acuerdos que terminen en el levantamiento de un bloqueo y a la semana vuelvan las personas al mismo punto, vuelvan a protestar porque apareció una necesidad nueva por resolver.

Esta situación puede derivar en tensiones innecesarias entre las comunidades y las autoridades, o quizás, entre la misma comunidad. Se han presentado manifestaciones en las cuales parte de la misma comunidad no está de acuerdo con los cierres de las vías y derivan en enfrentamientos, que perjudican aún más la vida en sociedad. Esperemos que esto no termine generando un círculo vicioso en el que las comunidades se sienten cada vez más marginadas y las autoridades se sienten cada vez más incapaces de abordar sus demandas de manera efectiva.

Por lo anterior, la efectividad de los paros para resolver los problemas de las comunidades se hace cada vez más reducida, los bloqueos viales se están convirtiendo en una forma inefectiva y contraproducente de abordar las complicaciones sociales. En lugar de resolver, los bloqueos viales pueden generar más tensiones y daños.

Los bloqueos tan seguidos pueden ser perjudiciales para la imagen de la protesta y su causa, sobre todo en las personas que usan la vía a diario, esos que van a la escuela, al médico, al trabajo o de paseo, generando un malestar en esta población. Esto puede terminar en socavar la credibilidad de la protesta y hacer que la población se aleje de ella. Además, las autoridades pueden criminalizar la protesta y el derecho a la protesta pacífica.

Sin duda alguna, la gran cantidad de bloqueos de las vías en La Guajira pueden generan malestar en la población al punto, que puedan derivar en más perjuicios a la maltrecha salud económica del territorio. La imagen del departamento ante el mundo está en juego, se hace necesario explorar otras formas de protesta pacífica que sean más efectivas y menos perjudiciales para la sociedad.

José Armando Olmedo

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