Una discriminatoria Palabra que se han inventado en Riohacha para descalificar a los que provenimos de los corregimientos y la zona rural o quienes tengamos arraigo cercano o lejano con nuestros pueblos circunvecinos, es un seudónimo o gentilicio muy especial para un prototipo de gente que conserve y vislumbre unas cualidades muy particulares.
La Palabra mitio la utilizaban los citadinos Riohacheros o quienes sean originarios del centro de Riohacha, sean o no de la clase burgués, migrante y de «sangre azul» que pobló nuestro viejo Riohacha, aun quedando consignada y sabiendo en la historia de esta Ciudad qué nuestros primeros pobladores desde la colonización y civilización son los europeos, Españoles, franceses o ingleses, eran el desecho de la sociedad occidental, presos, delincuentes y políticos corruptos desterrados y condenados por los reinos europeos y enviados como castigo para apoyar como peones de los viajeros descubridores y despojadores de nuestras tierras vírgenes y fértiles para saquearlas y destruirlas, en cambio nosotros los llamados mitios provenimos de una mezcolanza de indígenas nativos y afros que por la necesidad de esconderse de la esclavitud de los españoles se refugiaron en palenques y poblaciones alejadas de la urbe y las cadenas prisioneras, asentados cercanos a la sierra nevada buscando protección del monte y las dificultades montañosas de difícil acceso de los opresores, allí poco a poco fueron levantando familias y poblaciones con expresiones culturales muy particulares y diferenciadas con los olorientes perfumados y planchados citadinos.
Sin embargo hay algo escondido de la historia, es que todos llevamos un mitio en nuestra sangre y por mucho que se quiera o intente desnivelar las clases sociales de la capital Guajira, los pueblos y corregimientos, en los últimos 100 años las familias » prestantes» de Riohacha fueron emparentando con las negras y negros pelo he tuza o ñongos, indígenas pelo liso, monos cimarrones, esos piel marrón bellos dorados, negros ojos marrones, blancas nalgonas, diversidad de tonos, colores, rostros, acentos y expresiones culturales que se fueron acomodando en un prototipo de hombres y mujeres que con la mirada, gesto, tono de voz, acento o inclusive forma de vestir, a leguas se puede asegurar en cualquier parte del Mundo que es un Riohachero o bien sea un mitio.
Si bien es cierto ese término que intenta ser discriminatorio, no es más que la auto inclusión o auto reconocimiento, inclusive autocrítica, de aquellos que aún no aceptan el desprendimiento cultural y que le genérica lo traiciona, todos los Riohacheros somos o llevamos un mitio dentro, ya sea puros o tibios, así lo quisieron nuestros ancestros al momento de aparearse o emparentarse con los hijos de la falsa burguesía Riohachera, por ejemplo en mi caso, mi abuelo Guillermo Gómez Barros, de las familias prestantes del viejo Camarones, provenientes de un descendencia del Capitán Gómez, un español que pernotó por esta región dejando una larga familia, mi abuelo, blanco, mono, alto, ojos claros, quijada grande, prototipo Europeo y mi abuela Ermelinda Borrego Mejía, quien debió ser Toro Mejía, con descendencia afrocolombiana proveniente de la región de Tigreras y matitas, territorios donde se refugiaron los africanos por décadas procurando y formando familias en toda la extensión ribereña y montañosa, era una negrita, bajita, pelo apretao, nalgona de cuerpo atlético que reflejaba puro campo y afrocolombianidad, es por eso la variedad de aspectos de hijos y hermanos en la misma familia, fácilmente a uno lo llaman negro y al otro mono.
Ahora bien, partiendo nuevamente del terminó, más que desobligante es el intento discriminatorio, gracias a Dios, ya casi no se usa en esta ciudad, teniendo en cuenta que ya aceptamos la realidad pluricultural, pero si hay un sector específico en donde se busca diferenciar y separar nuestra sociedad, precisamente es en algunos sectores Políticos, desde allí se sigue conservando ese gentilicio para referirse a los movimientos o liderazgos que salen de nuestros pueblos circunvecinos, que pesar de estar aislados del centro y las riquezas colonizadoras que conservan los del centro histórico, desde el campo se viene aportando fuertemente en la dinámica política de nuestra ciudad, hoy asegurando que quienes han gobernado esta Ciudad somos más los mitios que los clasistas burgueses.
La agresiva función genética de proliferarse en toda la ciudad de un colectivo dinamismo de mezclarse entre los unos con los otros, mitios y citadinos, engendró más en Riohacha y tuvo más fuerza en la sangre la raza negra, pasamos a ser mayoría, es por eso que el 85% de Riohacha es mitia por un Lado y jurga por otra, está ultima, gente que provino desde los años 70 muy lentamente como mano de obra local y luego desde finales de los 90 en grandes cantidades, producto del conflicto interno, desde los departamentos de Bajo Magdalena, Sucre y Córdoba, a poblar nuestra capital de una forma desproporcionada y en avalancha, mitios y jurgas, dominan el censo poblacional y electoral.
Por eso los políticos para diferenciar al electorado, candidatos o inclusive bloques políticos lo hacen denominándolos como los mitios, hoy convertidos en una Fuerza electoral y política mayoritaria que define candidatos, campañas y victorias, en unos dueños totales de un Gobierno y en otras participando ampliamente en otros.
Los mitios mandan, hemos logrado entender en Riohacha que somos mayoría y hemos superado los prejuicios de la alta sociedad, cambiando los papeles, los súbditos y gobernados son otros; la razas puras y genuinas superamos las barreras y hoy como nuevos colonizadores decidimos quién manda en Riohacha y quien no, aunque mandé mal, también con la seguridad que esta crisis de Gobernantes se supere y los mitios entendamos que necesitamos elegir paisanos y primos serios, visionarios, preparados y transformadores.
Además con el paso de las generaciones muchas familias se han preocupado por mejorar las condiciones académicas de sus hijos y hemos visto a profesionales muy buenos, destacados y valorados por la sociedad, ocupando importantes cargos a nivel local y Nacional, sacando la cara por esta ciudad y departamento, los pueblerinos tenemos una capacidad de superación excepcional tal vez las dificultades en la niñez, las escasez de nuestros padres o la conformidad de lo que produce el campo, nos convirtió en hombres soñadores y ambiciosos, lo cierto es que hemos estado al nivel y a la par de cualquier hijo de papi y mami.
También hay que aceptar realidades, si bien en cierto hemos estado en el poder y hoy por hoy, dominamos la política en esta Ciudad, quienes nos han representado no han salido con la mejor imagen y eso ha empañado nuestras capacidades, es el karma que nos condena y queda por superar, aunque también han habido excepciones, la cultura política más reciente ha sido muy desconsiderada con esta tierra y quienes han deshonrado el ejemplo de superación y defraudado a todos, ellos también son vetados, ya han pasado sin pena ni gloria a la historia, se han dedicado a utilizar el poder para humillar a sus paisanos, para desplazarlos y entregarse en pleno a la mezquindad, inclusive a creerse burgués de sangre azul, pero aún existe mucho camino por recorrer, entre mitios debemos seguir poniendo a nuestros mejores hombres y mujeres en cabeza de esta Ciudad, procuremos que sean los mejores y no sigamos equivocándonos por esos falsos mitios que se confunden con la que antes de tener poder los despreciaba.
En Riohacha somos el primer poder político y social, Orgullosamente MITIO.