EN ESTA NAVIDAD MONGUI Y SU DULCE FESTIVAL ESTREMECERÁN A LA GUAJIRA

“Dicen que fue nacido en El Abra criado en los Altos y en Cotoprix, en Machoballo y allá en Mongui siempre gozó de buenas parrandas”

Transcribimos un aparte de “Cerro Peralta” de Carlos Huertas a propósito del gran fiestón que iniciará el 13 y terminará el 15 de diciembre en Mongui, el pueblo a donde vi por primera vez la luz en la cama de esplín y bajo el techo de zinc de mis noches heladas a las cinco de la mañana de un día de gloria para La Republica.

Evidentemente abrazados por la brisa fresca de esta navidad que será para recordar comenzará nuestra emblemática festividad con una alborada musical y con olor a pólvora la fiesta de la confraternidad, el Festival del Dulce de leche  conmemorativo de las bodas de oro desde cuando se realizó su primera versión hacen cincuenta años durante los días 21, 22 y 23 de diciembre de 1974, fue lo que muchos pensaban que era una embelequería de un muchacho llamado Ángel Acosta Medina y termino convertido en una gran realidad porque nuestros viejos, emprendedores, inteligentes y progresistas unieron fuerzas con la juventud del pueblo y así fue posible la realización de esa fiesta con una parrilla musical grandiosa donde se destacaron la agrupación de “Los Caciques de La Guajira” de Fonseca quienes “Amenizaron” dos noches y el conjunto de “Los alegres punteros” de Ender Alvarado con el canto de Vladimiro Freile, la caseta para esos bailes era un salón grande cercado con guaduas verticales que fue construida por los mismos organizadores del festival.

Esta vez hemos resucitado el evento, después de varios años de no realizarse, fue, y sigue siendo el festejo más importante para los monguieros después de las fiestas de Santa Rita nuestra Santa patrona, por eso los hijos del pueblo llegaremos de todos los puntos cardinales del planeta para estar allí y tomados de la mano decirnos que estamos vivos y que en homenaje a nuestra gente que ya se fue haremos entre todos una fiesta memorable, inolvidable, grandiosa y en paz.

Se ha tenido esta vez el cuidado de seleccionar una nómina de artistas que serán la fresa del postre para cada día en la cual se combinará la experiencia con las nuevas generaciones  de tal modo que todos, la vieja y la nueva guardia estemos allí representados, no es una parrilla pretenciosa porque hemos juntado con las uñas, de a peso, pasando el sombrero, gestionando e invitando los recursos para hacerlo posible sin que la gente tenga que pagar para poder asistir, no habrán palcos, solo una zona de seguridad para los patrocinadores y las candidatas que con su presencia darán cima y altura a este evento y todo el que quiera puede acomodarse a donde quiera solo tiene que llevar el cuerpecito sano, el corazón alegre, la sillita para que se siente, buena suela para bailar y su botellita para entonar, no se preocupen que en Mongui  durante setenta y dos horas  y con motivos del Dulce de Leche se cumplirá a plenitud el artículo 13 Constitucional que nos advierte que en Colombia todos somos iguales y gozamos de los mismos derechos.

Dios ha sido particularmente generoso con nuestro pueblo, esta vez la unión de almas buenas está haciendo el milagro de recuperar la alegría colectiva que estaba marchitada por tantas letalidades, durante los últimos tres años solo nos encontrábamos para llorar a nuestros muertos, para despedir a mucha gente buena que esta vez no nos acompañaran, los velorios serán sustituidos por el baile colectivo, las lágrimas serán de alegría cuando entre otros artistas Silvio Brito suelte su chorro de Voz para cantar el merengue más apreciado en los puebles del sur de  Riohacha “Cerro Peralta” o “Me quipo el nombre” himno de la juventud, o cuando El Rebelde del Acordeón comience la jacarandosa interpretación de “La camisa Rayá” que hace levantar de donde estén a jóvenes y viejos bailadores, y “La Cañaguatera” que levantara de sus poltronas a todos los  viejos y viejas que allí llegaran para ver a su ídolo de siempre, inmediatamente después, el Cantautor Tico Mercado uno de los mejores compositores de Colombia  nos regalara un show especial con sus canciones. De igual manera se recordarán muchas historias de amor cuando Ivan David que canta igual que su padre Ivan Villazon inicié su presentación acompañado de Tomas Alfonso Zuleta cuyo estilo para tocar nos recuerda a su tio Héctor, los vi en una presentación en Barranquilla y todos quedamos con deseo que tocarán otra tanda.

Todavía hay más porque también se encarapitara en nuestra tarima del Parque de La Guayabita el Rey cuna y Rey Aficionado en Festivallenato y para mí el inmediato futuro Rey Vallenato Edgardo Bolaños, tiene su presencia con su agrupación la connotación adicional que en nuestro festival fue coronada como Reina su madre Belkis Geneco una de las soberanas más recordadas por el pueblo, la muchachada estará bien representada porque estarán también entre nosotros dos  agrupaciones de jóvenes que no han grabado aun su primera producción pero que están volando, Milder Brito  y su Nueva Ola, y “Los Hermanos Acuña” pondrán a corcovear a los pelaos, y bajara el telón KELLY SOTO y su agrupación para extasiar a los pelaos un grupo de música  ellos  brincaran más que perro envenenao con panela

La tapa de la cajeta de la fiesta es un ramillete de hermosas chicas que en representación de sus pueblos disputaran el voto favorable de un jurado insospechable que habrá de elegir a la Reina del Festival La Virreina y la Princesa, hasta ahora confirmadas diez participantes, todas ellas son reinas, cada una tiene su encanto, nuestro pueblo las declaran desde ya celosas depositarias de su confianza y la autoridad, todos somos sus súbditos y obedecemos sus órdenes sin excusas, y quienes ya estuvieron en su lugar en épocas pasadas pero que ahora reinan desde el cielo junto a Dios desde allá velaran para que haya una sola ganadora esta vez, La Paz en el Territorio, nos protegerán con la Divina Providencia para que nunca la violencia regrese para marchitar nuestro derecho irrenunciable heredado de los abuelos de vivir sabroso .

Durante estos días recordamos que días antes del Festival nos llevaban a Riohacha a comprarnos la ropa para estar preparados también para recibir las fiestas de Navidad y de Año Nuevo, el viaje era muy temprano en el Bus de Beto Socarrás y en el de Mingo Riveira, eran “Bus escalera” a lo que ahora llaman “Chiva” llegaban antes de siete de la mañana a la ciudad, era un viaje demorado porque la carretera era destapada a partir del kilometro diez, es decir que eran 34 kilómetros de estremecimiento, polvo, saltos y bandazos, Beto antes de  reanudar la marcha a donde comenzaba la carretera asfaltada estacionaba el bus para dar unos golpees con el puño cerrado a las llantas para saber si estaban bien, era una tarea de su ayudante “Carlito quijá quieta”, era un ritual ineludible, y al entrar a la ciudad se parqueaba, apagaban el motor del carro y  Beto con un carriel paisa terciado  se colocaba en la parte delantera, allí todos los pasajeros se acercaban para pagarle el pasaje, y los dueños de la carga que también traía le cancelaba el flete por traer bultos de maíz, cerdos o chivos, se aprovechaba entonces para sacudirse el polvo, las mujeres sacudían las pañueletas, gorros o turbantes se miraban al espejo y todos volvíamos a subir después de orinar los varones contra un barranco de barro amarillo que allí estaba

¡Cuánto añoramos aquellas navidades y nuestros festivales cuando el alumbrado de nuestras calles se hacía con lámparas de Querozin guindadas en las puertas de las casas!

Luis Eduardo Acosta Medina

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