Se mueve Villanueva y la música vallenata tendrá grandes momentos este año, cuando vuelvan a sonar los acordeones en la edición 46 del Festival Cuna de Acordeones, en el municipio de Villanueva, La Guajira; tierra de grandes dinastías del folclor vallenato.
El Festival Cuna de Acordeones, versión 46, contará con los mejores acordeoneros en las categorías profesional, aficionado, juvenil e infantil, quienes expondrán todos sus recursos en la ejecución del instrumento símbolo del folclor vallenato. En “Cuna de Acordeones”, también se realizarán los concursos de compositores de canciones inéditas y los grandes verseadores de la región se encontrarán en la piquería vallenata.
Villanueva, la tierra del Festival cuna de acordeones, se prepara para que todos los asistentes visiten y disfruten lo más excelso del folclor que representa a Colombia en el mundo y que desde el sur de La Guajira muestra sus raíces y la cotidianidad que caracteriza a esta parte del país.
El Festival Cuna de Acordeones este año será en homenaje a la primera mujer del vallenato; Rita Fernández e Ismael Fernández Gámez, de esta forma se hace un importante reconocimiento a la vida y obra de estas dos grandes figuras del folclor vallenato. La compositora samaria, Rita Fernández Padilla, se exaltan sus aportes de más de cinco décadas escribiendo canciones vallenatas y su participación en el grupo femenino vallenato Las Universitarias. En su obra musical, se destacan grandes éxitos como «Las dudas del amor”, “Las hojas y el viento”, “La fuerza del corazón”, “La juglaresa del vallenato” y “Sombra perdida”.
Ismael Darío Fernández Gámez, gerente del canal regional Telecaribe, es además un folclorista que cuenta con el cariño y valoración de los artistas vallenatos, compositores y hacedores culturales de la región, se le hace un reconocimiento por su aporte a la cultura del departamento de La Guajira; así mismo desde su labor periodística y hombre de medios de comunicación ha realizado la difusión y defensa de la música vallenata y las tradiciones guajiras. Villanuevero como el que más, ha llevado la identidad de Villanueva a los escenarios regionales y nacionales.
Del 18 al 21 de septiembre es la cita en Villanueva, los acordeones se preparan y los villanueveros se alistan para entregarles cuatro días de folclor, cultura y un maravilloso encuentro con la tierra de las dinastías, del vallenato y de toda la magia macondiana que aún vive esta región.
LA ROMANZA VALLENATA, EL AIRE QUE HACE DIFERENTE AL FESTIVAL CUNA DE ACORDEONES
Desde el pasado 1 de agosto, se encuentran abiertas las inscripciones para los participantes en los diferentes concursos que se llevan a cabo en el 46 Festival Cuna de Acordeones que realizará del 18 al 21 de septiembre de 2024 en Villanueva, La Guajira.
En los concursos, los aires vallenatos, paseo, merengue, son y puya serán interpretados por los competidores en las distintas categorías: Acordeoneros profesionales, acordeoneros aficionados, acordeoneros juveniles y acordeoneros infantiles. Eventos culturales como el Festival Cuna de Acordeones, buscan generar identidad y preservar el interés por la ejecución musical del folclor vallenato a través de distintas generaciones.
Villanueva y su festival, han venido planteando un quinto aire, un tema que lleva décadas de discusión, argumentando la “Romanza Vallenata” o vallenato lírico como un aire válido y que debe ser incluido porque resalta las virtudes de los acordeoneros que interpretan melodías románticas de muchos compositores que transformaron y mostraron al mundo una nueva forma de la música vallenata.
Por esa razón se destaca el homenaje este año a Rita Fernández Padilla, la primera mujer que recibe este reconocimiento por parte de un evento folclórico y cultural de gran trascendencia nacional como es el Festival Cuna de Acordeones. Entre sus obras, se destaca el clásico vallenato “Sombra perdida”, una canción que le dio la vuelta al mundo con el Binomio de Oro y que hoy es reconocida como un clásico del folclor.
La invitación es a que, en esta edición del Festival Cuna de Acordeones, aprecien el concurso de acordeoneros en todas sus categorías, en los cinco aires musicales y conozcan, por qué Villanueva y su festival, siguen planteando que sea reconocida en el folclor la “Romanza Vallenata”.
La historia de los pueblos hay que conocerlas para que se haga una evaluación real de sus costumbres y peculiares formas de vivir y mediante este escrito quisiera describir a Villanueva y su festival Cuna de Acordeones.
ANTECEDENTES
Villanueva es un pueblo de leyendas, tradiciones y poseedor de una inmensa riqueza musical. Aquí, por allá en las postrimerías del siglo pasado o en el anuncio de este, hizo su mayor asentamiento, más que en todos los demás pueblos de la Guajira, ese instrumento mágico llamado acordeón, venido de Alemania y había entrado a Colombia por el puerto marítimo de Riohacha.
Nuestros antepasados recibieron el acordeón como una bendición de Dios, porque él vino a contemplar la trilogía musical, formando así el matrimonio perfecto con la caja, originaria de África y la guacharaca nativa de estas tierras. Los primeros cultores de esta población, fueron personas del campo, analfabetas y de un estrato social popular, porque el círculo social de las familias de privilegio, no aceptaban esta música como de ellos, más por perjuicio que por identidad. Pero miren ustedes, la música une, palia y hace milagros, porque en el transcurrir del tiempo todas esas diferencias se fueron subsanando y hoy este acervo cultural día a día ha venido despertando mucho entusiasmo entre su gente, creando escuelas y núcleos de familia que más tarde los llamarían dinastías.
La vida en este pueblo después de la llegada del acordeón, se volvió más amena, tranquila, soñadora y romántica, tal vez por la influencia del instrumento que sirvió de refugio y mitigante de las Hay que acatar que nuestros ancestros aprendieron a tocar el acordeón rápidamente porque eran músicos por naturaleza y ya ellos amenizaban sus fiestas con flautas de caña, chirimía, caña de millo, gaitas, capallores, caja y guacharaca; pero estos ¡instrumentos tocados o ejecutados entre si no llevan la expectativa para una ritmología acorde a las exigencias de ellos mismos; por eso al hacer el acoplamiento esos tres instrumentos (Acordeón, caja v guacharaca), hicieron una especie de juramento de no separarse jamás y serse fiel hasta la eternidad.
DINASTIAS
Llevando la historia con cronología reseñamos las dinastías que existieron en Villanueva y que le dieron renombre a este pueblo; por ejemplo, la dinastía de los Opino (Luis, Miguel y Marciano), de esta familia, sus descendientes también tocan acordeón, los Sarmiento (Francisco, Juvenal y Rafael). Los Daza (Rafael Enrique Daza, Rudesindo y Tomasito). Los Amaya (Amador y Antonio). Los Verdecía, los Rosados, los Gil, los Nieves, los Rodríguez, los Cabanas, los Fuentes, los Quintero y los Kammerer.
Siguiendo la ruta de los años nos encontramos con otras dinastías y con una gama de nuevos compositores, cantantes y verseadores de la música Vallenata, los cuales nos permitimos enumerar: la dinastía Zuleta (Emiliano, Poncho, Fabio, Mario, Iván y Héctor ya fallecido). La dinastía Romero (Israel, Norberto, Rafael, Misael, Rosendo, Limides y José Fernando «El Morre»). La dinastía Maestre (Tomás Camilo, Orangel «El Pangue», Gabriel «El Chiche», Heine y Panguito el hijo del Pangue). La/dinastía Cuadrado (Egidio, Heber y José, ambos fallecidos). La dinastía Celedón (Daniel, Jorgito, Isaías, Pedro Luís y Alfonso). La dinastía Kammerer (Wildo Padre, Wildo Hijo y Xavier). La dinastía Murgas (José Alberto, Evi, Enrique, éste último fallecido). La dinastía de los Bolaños, a la cabeza de Jesualdo y la dinastía Araujo, a la cabeza de Pablo, y así paramos de contar porque estas notas no alcanzarían para seguir enumerando todos los Acordeoneros, Cajeros y Guacharaqueros existentes en esta tierra bendita. Mas sin embargo queremos mostrarle un listado real a manera de inventario de los ejemplares de la música vallenata nacidos en Villanueva y es en ellos que descansa la responsabilidad de cuidar que el Vallenato en Colombia y en el Mundo no decaiga, y son:
Los Hermanos Zuleta Díaz, el Binomio de Oro, Daniel Celedón, Jesualdo Bolaños, Beto Murgas, El Turco Gil, Orangel «el pangue» Maestre, Egidio Cuadrado, Ernesto Mendoza, Chiche Maestre, Alfonso Cotes jr, Jorgito Celedón, Robinsón Damián, entre otros.
Con estos señores estamos demostrando que Villanueva es la mayor despensa generadora de diversas folklóricas de la música Vallenata, en el ámbito nacional e internacional, haciendo mi aporte en cifras aproximadas más del 80% del producto salido al mercado del mundo discomano.
FIESTAS POPULARES
La iniciación del primer festival folclórico patronal que se realizó en Villanueva, que se dio a principio de otoño de 1.971. Para esa época, ya se vislumbran las fiestas patronales que cada año se celebran en Villanueva. Fiestas a nivel de «Feria» ya que se hacían riñas de gallos, eventos deportivos y marcando la pauta el marco coreográfico de las procesiones, Tedeum y toda esa clase de actos religiosos de nuestro patrono Santo Tomás.
Pero a pesar de las brillantes que reflejan los fuegos artificiales, la «Vaca Loca», el «Puerco Pelao», vara de premios y toda esa serie de manifestaciones, fiestas costumbristas de los pueblos de la costa, le faltaba a estas festividades, algo que engolosinara la sensibilidad, el sentido poético, enmarcando en sus elementos de acordes musicales: su folclor, representado en música, acordeón, caja y guacharaca, símbolos de comunicación pacífica de los pueblos que enmarca este maravillosos horizonte colombiano.
Son las mismas vivencias comunes a todos estos pueblos de la provincia, adornados en estas tierras con un encanto especial que todo nacido en Villanueva suele poseer. Por eso evocamos aquí la presencia inolvidable del ya ilustre desaparecido Don Francisco «Franco» González que aceptando la proposición que le hiciera el inquieto y también compositor Publio Daza Daza con el fin de agregarle a las fiestas, patronales un Festival de música folclórica regional, ya que Villanueva tenía material humano innumerables recursos musicales, y a la vez rescatar lo que realmente le pertenece al Municipio de Villanueva, su folclor, su música de acordeón que ha demostrado que es la mejor forma de integrar los pueblos de la Costa Norte Colombiana y lograr lo mejor abriendo el campo turístico, entonces Publio Daza fundó en el otoño de 1.971 el primer festival de esta índole y se le denomino «PRIMER FESTIVAL FOLCLORICO PATRONAL DE VILLANUEVA», donde delegaba funciones de Coordinador y Director de eventos artísticos.
FUNDADORES
Es así como nueve años más tarde (1.979), un grupo de jóvenes de ambos sexos de cepa Villanuevera, y estudiantes del Colegio Nacional Roque de Alba, se reunieron en casa de Gloria Socarras de Maestre para reorganizar el festival. Entre ese grupo estaban los hermanos Limedes y Rosendo Romero, Mercy Fernández Valverde, Dairo Sierra, Javier Romero, Alberto y Jesualdo Borrego, Amoldo López, Iván Rosado, Enalba Rosado y otros que se sumaron al grupo con el fin de llevar a cabo tal misión folclórica.
En esa época Villanueva tenía las mayorías de sus calles llenas de piedras. Por esto optaron por darle el nombre de festival de las piedras, nombre que no duró mucho tiempo ya que cuando faltaba un mes para celebrarse dicho certamen y estando reunidos con el conocido hombre de la radio, Julio de la Rosa e Insignares y el Dr. José Alberto Pareja Ariza Q.E.P.D., quienes entraron a formar parte de la organización del festival, se discutía se le cambiaba este nombre por otro que rimara sobre este certamen folclórico.
Cuando fueron a pedir una contribución al parlamentario Dr. Román Gómez Ovalle, éste les dijo que Villanueva merecía un mejor nombre para su festival. Fue así como el parlamentario presidió una reunión en la residencia de Gloria Socarras de Maestre, allí se sometieron a consideración varios nombres, como: Festival de la Gaviota, Festival de Valores Artísticos, Festival de Acordeones, escogiendo el de «Cuna de Acordeones», porque el destacado representante Gómez Ovalle insistió en que Villanueva era madre de muchos acordeoneros y compositores. Mas tarde el nombre fue cuestionado por el Dr. Manuel Zapata Olivella, manifestando que el festival debería de llamarse, mejor cuna de acordeoneros y no cuna de acordeones, porque en Villanueva nunca ha existido una fábrica de acordeones. El festival año tras año, ha tenido mejor organización y en donde participa el pueblo en general, debido a la cantidad de juglares que nacieron en este pueblo de gentes sencillas y buenas, de espíritu altruista y de vocación pacifica que hace de Villanueva destino turístico por excelencia y el corazón folclórico de Colombia.
Hermes Francisco Daza