Por segunda vez, gana la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, precisamente a dos mujeres, Hilary Clinton y ahora, Kamala Harris, lanzadas con el propósito, de buscar llegar por primera vez, en la historia, a gobernar la republica federalista de EE. UU, que rige desde hace unos 200 años, después de la liberación de Inglaterra.
No habido oportunidad para que las damas gobiernen, una nación diversa imperial, que tiende más a ejercer la fuerza que, la inteligencia, en procura de avasallar, someter y dominar; territorios y negocios, intercediendo conflictos internos, en naciones, donde puedan acaparar riquezas naturales, como los hidrocarburos y minerales, comprometiendo endeudamientos, con provisiones de armas o en su defecto, apropiándose a las malas, con invasiones, saqueos y piratería. De otro lado, coloca el dólar como moneda exclusiva, para el manejo y transacciones, de comercio internacional.
Estados Unidos, prevalece la representación, sobre la participación masivas popular, amparada en normas constitucional, obsoleta y retrogradas, que hasta hace muy poco, excluían las mujeres, en lo relativo a ejercer derecho al voto, para elegir.
Crearon Colegio Electorales, con la finalidad de que elijan el presidente, considerando al pueblo, constituyente de democracia, como ignorantes e incapaces, de elegir un presidente, en aquel entonces, justificando la necesidad, refiriéndose al pueblo, para que estuviesen forzosamente representados, por compromisarios electores, delegados por cada uno de los Estados, correspondiente al partido político ganador, que se lleva todos los miembros del Colegio Electoral, del citado Estado, de acuerdo con el número de habitantes. Extraño que la cultura política de Estados Unidos aún conserve el origen antiquísimo y en condiciones diferentes, acepten los ciudadanos, la condición de ignorantes, para no elegir directamente, sino atreves de un Colegio Electoral.
El Partido Republicano, se fue de jonrón con bases llena, en esta última elección al Congreso, logrando las mayorías en Cámara de Representantes y el Senado, además del triunfo de la presidencia, con el candidato Donald Trump, lo que hace presumir, que el presidente, tendrá buen viento a su favor, para hacer y deshacer, todo lo que le venga en gana, como quiera, para bien o para mal, dependiendo del direccionamiento a seguir.
Las expectativas giran entre: incertidumbres, preocupación y prevención, internas y externas, por los comportamientos, áspero e impositor, del presidente Trump, que genera desagrado, en el ambiente político social, originando circunstancias chocantes, por motivos de intereses, caprichos, autoritarismo o abusos de autoridad. Se anuncia que, por orden ejecutiva y resoluciones revocatorias, el citado presidente, iniciará con el cierre de frontera de México y consecutivas, deportaciones masivas de 12 millones de emigrantes; que llegaron a Estados Unidos por el hueco, a laborar, ilusionado en el sueño americano, buscando mejores horizontes, por falta de trabajo, en las naciones de orígenes o por conflictos armados.
Los gobiernos del mundo han reconocido la elección presidencial, manifestando las felicitaciones formales al recién elegido presidente Donald Trump, comunicándole aperturaciones de relaciones mutuas de apoyos, en gestiones y comercio.
Este mundo trastornado, convulsionados, con tragedias sísmicas, fenómenos naturales y guerras, requiere, primero que todo confianza y garantías, para el entendimiento, en concertar, disipar y conciliar diferencia. El autoritarismo y las imposiciones, que han caracterizado, al presidente Donald Trump, si no mejoran, las situaciones o chicharrones que tendrá que enfrentar en la política exterior, quedan en incógnitas.
La guerra de Rusia con Ucrania favorecerá al presidente Vladimir Putin, obligando el rendimiento del presidente Zelenski, de Ucrania, pidiendo frenar el ingreso a la OTAN, como quiere el presidente ruso, a cambio de aportes económicos para Ucrania. En lo relacionado con la guerra de Israel, con Hamas Palestina, Hezbolá, Irán y Medio Oriente Árabe, sigue adelante. No se puede desconocer, que el presidente Trump, es el mentor, del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lo que dejará entrever un panorama oscuro, para zanjar la paz.
El presidente Norte Americano, cazará y provocará, persecución comercial con China, gravando con aranceles: artículos, productos y servicios, de origen chino, importado del imperio asiático, donde aún operan en ese territorio, produciendo empresas americanas. Limitará y suspenderá los servicios de telecomunicaciones. Rivalizaran por el dominio de la isla de Taiwán.
En América Latina, les tocará sortear y torear, con gobiernos de izquierda: México, Brasil, Colombia y Venezuela; que mantienen relaciones comerciales, con EE. UU, pero su ideología, no es del gusto del presidente de derecha. Ahogará y asfixiará, a Cuba, ha sido su despropósito aislarla al abandono. Los mandatarios de izquierda, tendrán confrontaciones y no aceptaran, que el presidente Donald Trump, sea su perrero para obediencia, tratados con ridiculez y humillaciones, como ha sido costumbres de ese presidente, en manejos de relaciones, con mandatarios indecisos, sujetos a manipulaciones, por sus comportamientos sumisos y temeroso, venerando al verdugo de rodillas, pisándole suavecito, en cumplimiento de pretensiones, que impone y ordena; de manera indigna, aceptada por ignorancias o intimidaciones inculcadas, no superadas.
¿Será bueno o malo el segundo mandato del presidente Donald Trump? Eso se calificaría al final del periodo. Si no cambia de comportamientos irrespetuoso, que será difícil a la edad de 70 años, tendrá peor mandato que el primero. Viene cargado de odios y rencillas, por todo lo que le ha tocado pasar en estrados judiciales, procesado como delincuente, con números de reseñas registrados, arreciando revanchas vengativas.
Europa y Asia, no deseaban un nuevo gobierno de Trump. Pondrá en jaque a la OTAN cortando recursos económicos de aportes. Se va en contravía, con la prevención y defensa, de cambio climático, promoviendo las explotaciones de hidrocarburos y Carbón. El sistema financiero internacional, utilizados para las comercializaciones, con el dólar, como moneda exclusiva, tendrá competencia, con la moneda Brics y Bitcoin, sobre las cuales no ejercen controles, ni dominio absoluto, para ordenar embargando y bloqueos, de cuentas, limitando transacciones financieras, en distintos territorios mundiales. Ahora le tocará competir con otra plataforma donde EEUU, no tendrá ninguna injerencia de controles, creada por Brasil, Rusia, India, China y Sur África; denominada BRICS, que sirve para realizar transacciones alternativas, económicas y emergentes, en comercio internacional, a la cual ingresan y se suman, los países petroleros árabes.
Martín Barros Choles