En mi apasionante conocimiento, en mi libre análisis independiente y en mi humilde opinión, siempre había creído que las cosas cambiarían si en la política los altos cargos públicos fueran mayoritariamente ocupados por mujeres. En mi impresión subjetiva, siempre había querido creer que eso era real y que; si le damos la oportunidad con nuestro voto a más mujeres y a menos hombres, podríamos dar un paso adelante. Tengo la convicción de que las mujeres, quizás puedan desempeñarse de forma más honrada que los hombres en la política, no como una verdad absoluta, sino como una intuición basada en lo que representan todas las mujeres para la humanidad. Es mi creencia que su papel como creadoras de vida y su amor puro, similar al de una madre por sus hijos, les otorga una sensibilidad especial para la justicia y el bienestar común. Esta no es una afirmación basada en estudios científicos, sino más bien una reflexión filosófica y una visión humanista sobre su rol en la sociedad.
Lamentablemente lo que pasa en el departamento La Guajira me a llevado a replantear absolutamente todo, La Senadora Martha Peralta Epieyú y en el pasado lo que ocurrió con Oneida Pinto son el reflejo de cómo la política, cuando se contamina de ambición y clientelismo, traiciona no solo a un pueblo, sino a la historia de lucha y dignidad de las mujeres. Mientras figuras como Cleopatra, Isabel I de Inglaterra, Margaret Thatcher, Indira Gandhi y Angela Merkel marcaron la historia con liderazgo, visión y determinación, en La Guajira, estas dos mujeres en la política han elegido el camino de los favores políticos, los contratos amañados y el control burocrático para beneficio propio. En lugar de ser estandartes de progreso y equidad, perpetraron las mismas prácticas que han sumido a la región en el atraso, dejando una mancha imborrable en la historia política y en el legado de las mujeres que realmente luchan por la justicia y el bienestar de su gente.
Hace unos años, La Guajira se volcó a votar por la que sería la primera Gobernadora Mujer Oneida «La Princesa» Pinto, quien fue una destacada líder política en La Guajira, pero vio su trayectoria manchada por múltiples escándalos de corrupción. Tras ser alcaldesa de Albania en dos ocasiones y convertirse en la primera gobernadora electa del departamento, su elección fue anulada en 2016 por el Consejo de Estado debido a irregularidades en su candidatura. Posteriormente, la Procuraduría la destituyó e inhabilitó por corrupción, y en 2019 la Fiscalía le dictó medida de aseguramiento por apropiación indebida de fondos públicos en contratos por más de $12.590.000.000. Además, enfrenta investigaciones por desfalcos en el «Programa Contra la Mortalidad Infantil» por más de $18.331.000.000 y otros delitos como concierto para delinquir y peculado. De ser una líder influyente, pasó a ser prófuga y a estar por años en la cárcel.
Hoy, desafortunadamente, vemos a otra líder bajo graves escándalos de corrupción: La Senadora Martha «La Impoluta» Peralta Epieyú, quien se ha erigido como una figura de probidad dentro del espectro político guajiro y defensora acérrima de los derechos del pueblo Wayuú. A pesar de que el Departamento desde su fundación ha tenido pocos Senadores para defender al departamento en el legislativo Hoy tenemos a esta Senadora, quien lamentablemente para nuestra desafortunada marchita vida, salió ser otra corrupta más del montón. La senadora Martha “La Impoluta” Peralta Epieyú se encuentra actualmente en el epicentro de un debate que cuestiona la veracidad de su imagen pública. Su retórica de integridad y compromiso con el bienestar ciudadano contrasta con la realidad de su ejercicio político, caracterizado por una serie de intervenciones que han favorecido estructuras clientelistas, perpetuando dinámicas de opacidad en la gestión de recursos estatales.
El caso de La UNGRD donde a la Senadora ya le compulsaron copias ante la Corte Suprema, el robo millonario de las “Ollas Comunitarias”, la creación del Instituto del Agua para La Guajira, el inconstitucional PL que deja al Río Ranchería como sujeto de Derecho son solo la punta del iceberg de la atmósfera llena de corrupción que envuelve a La Senadora “IMPOLUTA”.
Un caso paradigmático de Martha “La Impoluta” Peralta Epieyú es la asignación y ejecución de más de $1,2 BILL destinados a la construcción y modernización de hospitales públicos en La Guajira, lo cual hace parte de demostraciones del nuevo modelo de salud que el gobierno quiere para todos los colombianos con su Reforma a la Salud. Hoy La Senadora Martha “La Impoluta” Peralta Epieyú está bajo investigación en el cual ella desempeñó un papel determinante como mediadora. A través de sus frecuentes apariciones en los medios, aseguraba haber conseguido los recursos para la construcción y el mejoramiento de los hospitales públicos. Sin embargo, lejos de traducirse en avances tangibles para el sistema de salud regional, estos proyectos han devenido en estructuras inacabadas, desviaciones presupuestarias y negligencias administrativas. En el municipio de El Molino, por ejemplo, el hospital local fue demolido en 2023 bajo la promesa de una reconstrucción moderna y eficiente. No obstante, hasta la fecha, la obra presenta un ínfimo 0.1% de ejecución, dejando a la comunidad desprovista de atención médica básica y forzándola a desplazarse hacia otros municipios en busca de asistencia sanitaria.
De manera similar, en el municipio de Distracción, la expansión del Hospital Santa Rita de Casia evidencia las mismas fallas estructurales. Pese a contar con un contrato inicial de más de $6.000.000.000 destinado a la construcción de una sala de partos y una unidad de atención materna, recientemente se ha solicitado una adición presupuestal de $3.000.000.000 más. Mientras los recursos siguen acumulándose en procesos administrativos, las mujeres de Distracción continúan viéndose obligadas a dar a luz en San Juan del Cesar debido a la ausencia de infraestructura adecuada en su propio Municipio.
Sí, así como leen esto, en el municipio de Distracción, antes todos fuimos de Fonseca, pero hoy todos somos de San Juan del Cesar. Nos toca ir a nacer allá e ir a morir allá también, pues el vecino municipio es el único que cuenta con una mediana atención en todo el Sur de La Guajira. Lo que pasa en los Municipios de Distracción y el Molino solo son ejemplos, ya que en todos los Hospitales Públicos donde el Gobierno supuestamente metió plata para mejorar el sistema y ser un ejemplo ha pasado lo contrario, en cada obra de cada hospital hay retrasos, robos y todos preparan la documentación para pedir adiciones. Otro modelo de salud como el de FECODE que se le cayó a este gobierno, y no fueron uribistas los que se robaron la plata.
Estos episodios no pueden considerarse anomalías aisladas dentro de la gestión pública de La Senadora Martha «La Impoluta» Peralta Epieyú. Mucho menos se puede pretender tapar el sol con una mano, menos cuando sabemos que en La Guajira sale el sol más grande, más resplandeciente y más esplendoroso, lo cual hace imposible taparlo con una sola mano. Puede que los guajiros seamos ingenuos al momento de votar y elegir, pero sabemos perfectamente lo que pasa, quién roba y quién no. En este momento, está claro que la Senadora controla cada peso que llega al departamento de La Guajira. La reiterada aparición de pruebas y testimonios de implicados en corrupción en este gobierno del «Cambio», al cual pertenece La Senadora Martha «La Impoluta» Peralta Epieyú, la han involucrado en investigaciones de la Fiscalía sobre el caso de la UNGRD, en el que Olmedo López y Sneyder Pinilla buscan beneficios jurídicos a cambio de su testimonio. Estos escándalos hacen que todo lo que diga la Senadora, sea palabras que se las lleva el viento y que cada maniobra de ella para desmentir todo sea tomado como una estrategia de bolsillo de la izquierda irresponsable que a diario hace el huevo más profundo en el panorama político nacional.
La trayectoria política de La Senadora Martha “La Impoluta” Peralta Epieyú revela una progresiva disonancia entre su discurso y sus acciones. A pesar de haber irrumpido en el escenario legislativo con la promesa de representar una alternativa ética y transformadora, su gestión ha demostrado lo contrario. La Fiscalía remitió copias a la Corte Suprema de Justicia para que investigue si la Senadora del Pacto Histórico y presidenta del Partido Mais tuvo algún tipo de interés indebido en la asignación de contratos en La Guajira, a raíz de reuniones con Sneyder Pinilla y Olmedo López, exfuncionarios implicados en escándalos de corrupción. La investigación busca determinar si hubo alguna gestión irregular en beneficio propio o de terceros. Su desempeño ha evidenciado una inserción progresiva dentro de las mismas lógicas de clientelismo y corrupción que históricamente han permeado la política guajira. Su rol como intermediaria en la adjudicación de contratos y su proximidad con los operadores de estos proyectos la posicionan, al menos desde una perspectiva ética y política, como responsable de esta crisis estructural que vive el departamento de La Guajira.
La historia de La Guajira ha estado marcada por la apropiación sistemática de sus recursos por parte de las élites políticas de turno. No obstante, el caso de Martha Peralta introduce una nueva variable: el uso del discurso de reivindicación étnica y de justicia social como un velo que encubre prácticas políticas tradicionales de cooptación y beneficio personal. Su supuesta «impolutez» se revela, en última instancia, como un artificio retórico que ha perpetuado las mismas estructuras de despojo y marginación contra las que, en teoría, se erigía como defensora. Hoy, su legado no se diferencia del de sus predecesores; la única innovación ha sido el uso instrumental de la identidad Wayuú como herramienta de poder político.
A La Senadora Martha “La Impoluta” Peralta Epieyú en este momento no le sirve de mucho hacerse la víctima, culpar a otros y menos repetir sin sentido que todo es mentira y/o calumnias de la oposición que la envidia o que la quiere tumbar. A 3 años de haber sido elegidos en el Congreso los “Impolutos” de la Izquierda, hemos visto de todos, menos honradez, valores, coherencia, razón, argumentos y seriedad ¡SOLO SIRVEN PARA DELINQUIR!
Con todo esto que está pasando con la alianza corrupta entre La Izquierda del Gobierno, el Partido Conservador y demás líderes para derrotar al Senador Alfredo Deluque yo me hago una pregunta ¿cuál será el costo?
Luis Alejandro Tovar