“Dile que lo invito a visitarme en mi cabaña y te vienes con el para hacerles una fiesta, también me le dice que le tengo una sorpresa con un chivo listo y una caja de Ron Caña”
El aparte transcrito corresponde a la canción titulada “Invitación parrandera” de la autoría de Enrique Pertuz incluida por Poncho y Colacho en el LP “Una Voz y un Acordeón” la cual he recordado a propósito del tema que ocupa nuestra atención.
Es indiscutible que la música vallenata a través de su historia ha sido fuente inagotable de casualidades, historias, anécdotas y de inmerecidos siniestros, de lo cual dan cuenta muchos colegas que escriben, y otros que de viva voz en los medios, plataformas y forros las comparten con la vallenatia para robarme una palabra de Abel Medina.
En ese orden de ideas encontramos otras situaciones especiales que llaman nuestra atención, y considero mi deber compartirlas con nuestros amables lectores; me refiero preliminarmente al tema de los invitados que después son titulares; primero merece destacarse el caso de la invitación de Colacho Mendoza a Poncho Zuleta para colocar su voz como cantante y también como corista en un LP que curiosamente tiene dos títulos “VALLENATO-LOGIA” y “CUANDO EL TIGRE ESTÁ EN LA CUEVA”, eso fue en 1969, asi llego Zuleta por primera vez a un estudio de grabación, coloco su voz en cinco canciones, El regreso de Carmen, La Diosa Coronada, Sus ojazos, Amor querido, Mis pocos días y El milagro; resulta que en 1975, Poncho le devolvió el favor cuando se produjo su primera separación musical con su hermano, llevándolo a los estudios de la CBS para regalarnos un LP antológico que titularon “UNA VOZ Y UN ACORDEON” que salió el 30 de Marzo de aquel año, con lo cual queda demostrado, que de los mas grandes cantantes de la música vallenata el primero que fue “dueño del conjunto” fue Poncho y no Jorge Oñate, por dos cosas, primero porque después de su separación con los Hermanos López, su grabación con Emilianito se hizo posterior a la de Zuleta con Colacho, porque grabo “LA PARRANDA Y LA MUJER” con Emiliano que salió el 27 de junio del mismo año, pero este era el dueño de la Agrupación, Jorge pasó del Remo al Timón pero desde que se unió musicalmente con Colacho y grabaron su primer trabajo que titularon “LOS DOS AMIGOS” cuyo lanzamiento lo hicieron el 25 de Noviembre de 1975.
Hay otros invitados que pasaron de la sombra al estrellato, sucedió que el 13 de Marzo de 1978 Oñate y Colacho pusieron a disposición de su público el LP titulado “SILENCIO” en el cual participo como invitado especial Raúl el Chiche Martínez, en ese álbum ejecuto el acordeón en la canción “Pasto biche” un merengue extraordinario de la autoría de Lino J Anaya, fue aquel el último trabajo de la exitosa pareja musical, porque en Enero de 1979 dio a conocer Jorge Oñate su nuevo trabajo discográfico pero con el Chiche , ya no estaba el consagrado el Consagrado, quien había emprendido otro camino y el 30 de noviembre de 1978 había presentado con Diomedes el trabajo que lleva por título “DOS GRANDES”..
En el año 1984, Diomedes y Colacho dieron a conocer su álbum titulado “EL MUNDO” en el cual participo como invitado Gonzalo El Cocha Molina, quien puso las notas de su acordeón en tres canciones, Se te nota en la mirada, Felicidad perdida y Por amor; esa fue la octava y última producción del Cacique y el Caracolicero porque en el siguiente LP el titular con el arrugado al pecho fue El Cocha.
En 1988 Beto Villa, recién salido de una larguísima convalecencia ortopédica se corono Rey en el Festival Vallenato, con ese motivo, y por iniciativa de sus amigos le organizaron un gran homenaje en le Salón Jumbo del Country Club, asistieron como invitados entre otros, Silvio Brito, Jorge Oñate y Poncho Zuleta; todo transcurrió normalito cada vez que villa iba llamando a sus colegas a tarima para que interpretaran una o dos canciones, pero cuando llamó a Poncho todo cambio, el auditorio de pie aplaudió cada una de sus canciones, y comenzaron pedir “Otra Otra, Otra” aquello parecía ensayado, y El Pulmón de oro aprovecho para quedarse encarapitado en la tarima, todo con transmisión en directo por radio, allí mismo circularon los rumores de que algo más trascendental se estaría gestando aquella noche, y en efecto así fue, no había transcurrido una semana cuando salió del closet lo que estaba guardado, en aquel parrandon quedo consumada la fractura de “Los Betos”; Poncho y Villa hicieron el anuncio que unos meses antes era impensable, grabarían juntos una producción musical, la noticia estremeció el país vallenato, unos lo aprobaban, otros dudaban del éxito de la pareja en su atrevida apuesta, como consecuencia, se frustró la grabación que estaba casi lista de Zuleta con Colacho, pero nos regalaron esos señores una de las mejores producciones de la década, salió ganando la música vallenata, porque eso propicio, la unión de Beto con el Pangue Maestre que igual nos regalaron un trabajo discográfico –ALEGRATE PORQUE VENGO– espectacular, que compitió de tu a tu, con “DOS DINASTÍAS” de Zuleta-Villa, “GANO EL FOLCLOR” de Diomedes y Juancho y “EL GILGUERO” de Oñate y Alvarito; todo aquel Cisma se produjo también como consecuencia de una invitación.
Como en los casos anteriores, sucedió cuando El Chiche Martínez fue invitado para colocar su acordeón en una canción en el segundo trabajo discográfico de Poncho y Villa que titularon “COMO NUNCA” que salió el 31 de octubre de 1989, y sucedió lo de siempre, en el siguiente álbum de Zuleta “MIRA MI DIOS” EN 1990, el acordeonero titular fue el Chiche y no Beto. ¡CÓJANME ESE TROMPO EN LA UÑA!
Luis Eduardo Acosta Medina