Laurita Sarabia ha recibido un premio significativo por su laboriosa labor como carga-maletas de Petro.
No exagero cuando uso la expresión carga-maletas en referencia a Laurita. Basta ver el oprobioso video publicado por cambio
https://www.youtube.com/watch?v=Wo_uujcGeB8&t=11s&ab_channel=CAMBIO.
En el video vemos a la jefa de seguridad de Laurita, Taty Alvernia, cargando esforzadamente la maleta de marras y debiendo entregarla, ante su peso, a un compañero de la policía.
Marelbys Mesa, en su oprobioso video durante el polígrafo ilegal y abusivo en los sótanos de Casa de Nariño, también resaltó el peso exorbitante de la maleta donde Laurita guardaba sus “viáticos”.
Quora.com, estima en 1 gramo el peso de un billete de 100 dólares y nos dice que un millón de dólares pesa 10 kilogramos. Aplicando la regla de tres podemos deducir aproximadamente que USD $7.000 pesarían 70 gramos.
Claro que Laurita argumentará que la tesorería del Departamento Administrativo de la presidencia le pagó los gastos en las famosas monedas de un centavo (penny) y que por eso la maleta estaba tan pesada.
Todo este prolegómeno solo para resaltar como la prensa, y en particular Cambio, pasa por alto lo que es evidente para toda Colombia: Laurita mintió sobre la cantidad de dinero de la maleta y, claro, sobre su origen.
Laurita guarda coimas en efectivo u oro o lo que sea y como leal servidora, las coimas han de ser de Petro.
El peso que en verdad nos ocupa, es el que le da a Laurita ser evidentemente la carga-maletas y una persona completamente desprovista de reato moral en una administración como la de Gustavo Petro.
Me imagino que, para proteger la salud ortopédica de sus escoltas y empleados, ahora desde el DPS, entidad en la cual suponemos las coimas se pagarán en pesos colombianos, Laurita necesitará tulas con rueditas de mayor calado.
Pero lo que más peso le da a Laurita es que es una sinvergüenza. Y lo es porque utilizó de manera inapropiada recursos públicos como el polígrafo de Casa de Nariño, sus operadores, miembros de Casa Militar, vehículos públicos y demás para violar los derechos de defensa y del debido proceso de su propia empleada y de su compañera.
No olvidemos que además se atrevió a utilizar las herramientas de interceptación de comunicaciones del estado con base en falsas órdenes de policía judicial para interceptar las comunicaciones de sus propias empleadas.
Todos estos abusos, probados de manera incuestionable, fueron ordenados por Laurita para supuestamente resolver un hurto “privado” en su residencia.
Que toda Casa Militar se haya puesto en marcha para un asunto privado de una empleada del presidente, involucrando a los ejecutores en decenas de graves delitos, es tan improbable como que la maleta del video llevara solo USD $ 7.000. La plata perdida era de Petro.
La aterradora entrevista del retirado vice ministro de defensa, general en retiro Ricardo Díaz, publicada por Semana, muestra un desaforado fenómeno de corrupción en el alto gobierno Petro.
Todos pescan e intrigan. En la corruptela el “peso” de Laurita será determinante, para pedir y para guardar las coimas. Me dirán que antes también existían estos oscuros gestores de corrupción, que son propios de todo sanedrín y tal, pero nada del pasado justifica este presente y nunca la inmoralidad de otro justifica la propia.
Pero el rol grande de Laurita parece que estará más por los lados de implementar, sin escrúpulo alguno, las estrategias para la violación de los derechos ciudadanos. En eso la rasputina de Petro aporta una dosis fenomenal de frialdad y eficacia.
Al verla entrar desvergonzada a la fiscalía en días pasados para alegar orgullosa ante el país su nuevo fuero procesal, me recorrieron escalofríos el cuerpo entero.
Esa mezcla de codicia, sinvergüencería, corrupción, juventud, inexperiencia y empoderamiento hará de Laurita una herramienta poderosa para doblegar, por las platas o la violación de los derechos humanos, a medio país. Con los ilimitados y nunca auditados recursos del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Laurita, la rasputina, hará maravillas.
El peso de los USD $ 7.000, las interceptaciones y polígrafo a Marelbys y a su compañera, el suicidio del coronel Dávila, el breve exilio y la alta dosis de escarnio la han habilitado para cualquier cosa. Laurita, a diferencia de Rusinque, si podrá rápidamente disponer de la potencia presupuestal y contractual para consolidar a Petro y claro, salvar lo que se pueda salvar para el Pacto Histórico en las elecciones de octubre.
Nunca nadie tan pequeño ha pesado y significado tanto en la hecatombe nacional.
Enrique Gómez Martínez