En un esfuerzo por fortalecer la salud mental y prevenir el suicidio en la comunidad, el sacerdote Blaster Pérez, párroco de Barrancas, lideró una jornada de capacitación dirigida a padres de familia, docentes y directivos de la Institución Educativa Técnica “Remedios Solano” de Barrancas.
La actividad, desarrollada en las instalaciones del plantel educativo, tuvo como objetivo sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de identificar señales de alerta en personas en riesgo, así como promover el acompañamiento familiar y el fortalecimiento de redes de apoyo.
Durante la capacitación, el padre Blaster enfatizó la necesidad de reconocer signos tempranos de conducta suicida, tales como pensamientos o planes de autolesión, actos previos de daño, alteraciones emocionales graves, desesperanza, aislamiento social y cambios drásticos en el comportamiento.
“En Colombia, los intentos de suicidio en jóvenes superaron los 4.000 casos en 2023. Es urgente que aprendamos a detectar estas señales para poder intervenir a tiempo”, señaló el sacerdote.
Entre las señales de alerta más comunes se encuentran, expresiones sobre querer morir o sentirse una carga, regalar pertenencias valiosas, búsqueda de métodos letales, aumento en el consumo de sustancias psicoactivas y descuidos en la higiene y alimentación.
El padre Blaster también compartió estadísticas preocupantes: el suicidio es una de las principales causas de muerte entre jóvenes y adultos en Colombia. Los detonantes más frecuentes incluyen conflictos de pareja (41,1%) y problemas económicos (11,5%).
Además, se identificaron factores de riesgo como: Antecedentes familiares de suicidio, abuso de sustancias, experiencias de violencia o abuso sexual, acceso a medios letales, falta de protocolos institucionales para abordar la problemática, de cada 10 personas que se suicidan, 9 manifestaron claramente sus intenciones antes de hacerlo”, advirtió el sacerdote.
La capacitación incluyó pautas claras para actuar ante una persona en riesgo: No dejar sola a la persona en crisis, retirar objetos peligrosos, escuchar sin juzgar, buscar ayuda profesional inmediata, agradecer la confianza de quien se abre emocionalmente, mantener la comunicación abierta, acompañar a la persona a instituciones especializadas si es posible, finalmente, el padre Blaster instó a los asistentes a promover ambientes seguros, libres de estigmas y prejuicios, donde hablar de salud mental sea parte del cuidado cotidiano.
Alcibíades Núñez Manjarres

