Cuando algo está destinado a ser, será, pero también estoy segura de los excelentes resultados que deja en nuestros sueños la perseverancia.
Creo que ningún logro se alcanza sin haber atravesado muchos NO, sin haber experimentado lo amargo de la espera, de la incertidumbre, incluso cuando sentimos que nadie cree en nosotros…
Hoy uno de los municipios de La Guajira saborea la gloria de uno de sus hijos, un joven que dejó de ser solo una promesa del futbol, para convertirse en uno de los más grandes jugadores a nivel mundial, exaltado por la FIFA y otras organizaciones deportivas del mundo, ¿Quién iba a imaginar que este joven llegaría tan lejos? Si en su tiempo de niñez y juventud, era solo una más de los que sueñan con llegar a ser un gran futbolista, de los que entrenan en canchas de arena y barro en una tierra que ha sido olvidada muchas veces y donde el deporte no es una prioridad de apoyo.
¿Qué piensan ahora quienes tal vez en algún momento le cerraron la puerta? ¿Qué pasará por la mente de quienes lo veían solo como uno más de los que demuestran destreza con bolas de trapos, afianzados al estancamiento, porque si no ven los resultados en nuestra región, permanecen atados a la zona de confort que nos limita a ser más grandes?
Si supieran cuanto esfuerzo hubo detrás de todo esto, solo una parte conocemos quienes hemos indagado sobre la vida de este joven que hoy es tendencia en Twitter y las redes sociales, el gran Luis Díaz, el hijo de “Mane”, quien recorría las calles de su barrio ofreciendo chivo para poder recolectar los pasajes de su hijo, para mandarlo a entrenar a Barranquilla, hay muchas cosas, situaciones que solo ellos vivieron a fondo y que son las que hoy hacen que brote cada lagrima de alegría y agradecimiento por el creador, por no haber dejado que ninguna de ellas cayeran al piso y que hoy eso se convierta no solo en una bendición para Luis y su familia, sino también para un pueblo y una región que ha estado atado a la desesperanza, un lugar llamado tierra amable donde muchos jóvenes se rinden porque creen que llegar tan lejos es imposible.
Aquí no solo es grande Luis Díaz, es grande su papá, “Mane” Díaz, quien fue el primero en creer en él y quien lo encaminó en este mundo de logros. ¿Cuánto apoyas a tus hijos en sus sueños? ¿Trabajas día a día para recordarle que todo lo que se propone lo puede lograr? Esto es no solo una historia de superación, de perseverancia, sino de valentía, y de amor hacia los otros. Tenemos que aprender a levantarnos unos a otros, a creer en nosotros y en los demás, ya es tiempo de apoyar más el deporte, la cultura y todo aquello que crean que, por no generar dinero para algunos, no será de beneficio y progreso en nuestra región.
Que orgullo escuchar el nombre de Barrancas, de La Guajira y el apellido de una familia que nos ha permitido con este gran jugador, recibir reconocimiento a nivel mundial, esto es una muestra de que los sueños si se alcanzan, pero más que eso, es una muestra de que vale la pena apoyar a nuestra juventud, a nuestros niños y a toda persona que tenga la firme intención de abanderar el nombre de una tierra llena de riquezas y de innumerables talentos.
Es necesario mostrar a nuestra Guajira desde diferentes escenarios, mostrar también la realidad de todo esto que nos inspira, para que conozcan realmente quienes somos y qué hay detrás de esta gente pujante y de grandes anhelos, para que no digan en los medios de manera equivoca que Luis Díaz era un desnutrido y mucho menos que Barrancas es una ranchería.
Gracias Mane por tu hijo, gracias Luis Díaz por ser un joven perseverante, disciplinado y entregado a tus sueños sin perder tu esencia y humildad, gracias por enchinarme la piel en innumerables ocasiones.
¡Vale la pena soñar! Barrancas y La Guajira, aquí está tú hijo, vamos a apoyar a los cientos de Luis que hay por ahí también en busca de llevar nuestra bandera con orgullo.
Jaimelis Fonseca Sierra