SOY UN GUAJIRO HONESTO.

Igual que muchos guajiros, a mi también me tocó salir de mi tierra con el sacrificio de la familia para construir mi futuro. Y gracias a DIOS que los deseos de superación fueron mayores que mis limitaciones económicas.

Nací en Villanueva, en el hogar de una madre villanuevera y un papá santandereano que llegó a La Guajira en 1958, como empleado de TELECOM, para poner a comunicar al departamento con el mundo.

Empecé mis estudios de primaria en Villanueva, en el reconocido colegio Santo Tomás, y los terminé en la escuela Urbana de Varones de Uribia a donde nos trasladamos luego del fallecimiento de mi madre. El bachillerato lo empecé en la Escuela Normal Nacional de Uribia, y terminé en 1978 en el Colegio Nacional Roque de Alba de mi pueblo Villanueva.

En el Seminario Mayor Arquidiocesano de Bucaramanga empecé los estudios superiores junto con otros paisanos guajiros de Villanueva y San Juán, y alcancé a terminar la primera parte relacionada con los estudios de filosofía porque, después de una profunda reflexión junto con mi familia, me retiré en 1981 para ingresar a la facultad de Contaduría Pública en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, donde cursé cuatro semestres, y me retiré para seguir con un crédito del ICETEX en la Universidad Central en Bogotá, titulándome como Contador Público, al mismo tiempo que trabajaba en la Contraloría General de la República. 

En Bogotá conocí a “la única villanuevera que no tira piedra pero en cambio con detalles me pegó en el alma”; me casé con ella en Villanueva y tuvimos dos hijos. Actualmente Jorge Luís, nuestro segundo hijo, es Concejal de Bogotá.

Luego me especialicé en Finanzas Públicas en la ESAP; Gestión Pública en la Universidad de los Andes; y Gobierno y Asuntos Públicos en la Universidad Externado, cuyo título está en trámite. 

En España cursé las especializaciones en Planificación y Presupuestación, además de Gestión y Control del Gasto Público, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED); en la misma UNED me titulé en una maestría en Hacienda Pública y Administración Financiera. Luego me titulé de otra maestría en Administración Pública en la ESAP; y finalicé mis estudios de posgrado con la especialización en Administración y Gerencia de los Sistemas de Calidad en la Universidad Santo Tomás.

He cursado algunos estudios específicos en entidades internacionales, con becas concedidas por los gobiernos, en reconocimiento a mi desempeño académico y laboral, tales como Administración Financiera y Control del Sector Público en la Escuela de Capacitación del Ministerio de Economía de Argentina; Planificación, Políticas Presupuestaria y de Personal, además de Administración Financiera, en el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Economía y Hacienda de España; Gestión Macroeconómica y Política Fiscal en el Instituto del Fondo Monetario Internacional en Washington. 

Ingresé a la Contraloría General de la República como Técnico en Control Fiscal por la gestión que hiciera el doctor José Vicente Berardinelli cuando fue Representante a la Cámara, un gesto que nunca le terminaré de agradecer. En la Contraloría me ascendieron dos veces por méritos, y renuncié al terminar de estudiar la carrera. 

Luego pasé al Ministerio de Hacienda como asesor de la DAF. Mas tarde me desempeñé como Subcontador y Contador General de la Nación, y dirigí el proyecto del Régimen de Contabilidad Pública y el de Armonización del Plan General de Contabilidad Pública a normas internacionales; también fui Presidente de la Junta Central de Contadores, y mi último cargo público fue como Presidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, donde lideré el proceso de convergencia a normas internacionales de información financiera (NIIF).

Nunca he sido declarado insubsistente, ni me han solicitado renuncia en ningún cargo de los que he ocupado, es decir, nunca he salido por la puerta de atrás, porque siempre he trabajado con ética y me he retirado por voluntad personal en procura de mejores oportunidades. Tampoco he rendido siquiera una versión libre ante ningún organismo de control o judicial en razón de las funciones que he cumplido. 

Mi mayor acercamiento a los jueces ha sido como consecuencia de la tragedia que vive mi familia desde el año 2010. 

En el ejercicio profesional me he desempeñado como asesor y consultor de varias entidades territoriales en temas relacionados con la hacienda pública, control público y  contabilidad pública.

Desde el año 1993, al mismo tiempo de mi desempeño laboral y profesional, he llevado a cabo el ejercicio apasionado de la docencia, en temas relacionados con la gerencia pública, hacienda y finanzas públicas, revisoría fiscal y contabilidad pública en posgrados de diferentes universidades, entre las cuales destaco la Universidad del Norte, de Manizales, Central, Externado de Colombia, de Antioquia, del Sinú, Mariana, Libre, Popular del Cesar, Autónoma de Bucaramanga, del Valle, Tecnológica de Bolívar, de Cartagena, de Nariño, del Cauca, de los Andes, ESAP, Cooperativa de Colombia, CECAR; y también participé como docente del programa de Contaduría Pública en la Universidad Nacional de Colombia.

Lo que acabo de exponer no es un acto de arrogancia. Tengo claro que la arrogancia es tan reprochable como la falsa modestia, porque esto último es hipocresía. 

Es la historia de mi vida a través de mis logros, y no la puedo ocultar porque mi vida siempre ha sido un libro abierto.

Pero tampoco intento enrostrársela a nadie, sino que la he querido contar porque algunos se han interesado en ponerle un manto de duda a mi vida profesional, en razón a mis opiniones objetivas expuestas de manera publica con base en el conocimiento y la experiencia que tengo porque solo hablo de lo que conozco,  y no lo hago a cambio de ninguna contraprestación porque tampoco he tenido interés económico como algunos lo han querido hacer ver. 

En mi caso personal se cumple aquello de que “nadie es profeta en su tierra”, pero no es porque me haya faltado voluntad, sino porque no se ha presentado la ocasión que lo permita. 

Sin embargo, siempre estoy atento de los acontecimientos de La Guajira y, cuando lo he considerado necesario, he expresado mis opiniones con el ánimo de contribuir, sumar, construir, porque nunca me he desarragaido de mi tierra. 

 

Luís Alonso Colmenares Rodríguez

@LcolmenaresR

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