Tanto la cumbre del Foro Mundial de Migración y Desarrollo (FMMD) como los 480 años de poblamiento de Riohacha son acontecimientos que marcan, sin duda, hitos en el devenir histórico de la ciudad. Y coinciden no solo en su trascendencia intrínseca si no en que ambos sucederán en el entrante mes de septiembre de 2025.
Frente a ambos acontecimientos, más allá de la obligación de la realización exitosa del primero y de la conmemoración solemne del segundo, el verdadero reto para el gobierno distrital es como aprovechar las oportunidades inmejorables e irrepetibles que generan el uno y el otro en beneficio de la ciudad y sus habitantes.
En el caso del FMMD debe contemplar al menos tres escenarios de gerencia y gestión:
El primero es mostrar y posicionar a Riohacha como una ciudad emergente con la capacidad institucional y la gobernanza apropiada para realizar un evento de clase mundial, compromiso al que por ningún motivo debe ser inferior, máxime teniendo en cuenta que la anterior sede de la cumbre fue nada menos que París y por tanto serán sus estándares organizativos los que tendrán como referentes las delegaciones asistentes.
El segundo es resaltar la larga y positiva trayectoria de Riohacha como ciudad receptora de migrantes, no solo de los más recientes llegados en gran número de Venezuela, si no de los provenientes, décadas atrás, de otras regiones de Colombia. Tanto aquellos como estos sentaron reales aquí sin mayores problemas de discriminación o xenofobia. Estos antecedentes, unidos a su condición de anfitriona, le otorgan una gran legitimidad para presentar propuestas o iniciativas de impacto a los actores internacionales del FMMD, que beneficien a la población, especialmente a la migrante, no como si la ciudad estuviera pidiendo ayuda si no como una alternativa de inversión en soluciones innovadoras y replicables en el marco de alianzas y convenios de cooperación.
Y el tercero, promocionar a Riohacha, sede del FMMD 2025, como el nuevo y mas atractivo destino turístico del caribe colombiano para la inversión y para el disfrute, en el que además de sol y playa se cuenta con múltiples y variadas experiencias que combinan la historia, la naturaleza, la gastronomía y una gran riqueza cultural que va desde lo étnico a lo musical.
En lo que respecta a la conmemoración de los 480 años de poblamiento, aupada por el impulso que seguramente dejarán a la ciudad los eventos del FMMD, además de los consabidos actos protocolarios que semejante aniversario amerita, sería deseable que la administración distrital propiciara algunos espacios de reflexión en los que, a partir del Plan de desarrollo “Riohacha socialmente sana y sostenible”, se puedan debatir con sentido pragmático los problemas sustantivos del presente y sus posibles soluciones, visionar la Riohacha pronta a cumplir 500 años, realizar alguna jornada o taller de prospectiva con base en las ventajas comparativas y competitivas con que se cuenta y, por supuesto, resaltar las buenas ejecutorias y los resultados de la gestión de gobierno.
Pero este ejercicio tendría validez y razón de ser solo en la medida en que no se quede en el ámbito local, en que no se estructure y se gestione solo para los riohacheros y los guajiros. Para que valga la pena y se le pueda sacar provecho a la oportunidad resulta imperativo darle al aniversario 480 de Riohacha, resaltando su condición de capital de La Guajira, una connotación nacional e internacional, vinculando al alto gobierno de Colombia y a algunos organismos multilaterales para que participen en la conversación.
Dos ejemplos recientes y muy similares a los que se avecinan para Riohacha y de los que puede aprender y sacar alguna enseñanza, son el foro de la OCDE en Barranquilla y la celebración de los 500 años de Santa Marta. Ambas ciudades alcanzaron una gran exposición mediática, se promocionaron y se posicionaron a nivel nacional e internacional, lograron un considerable impacto en sus economías y en la generación de empleos y concretaron iniciativas para apalancar sus procesos de crecimiento y desarrollo. Para solo mencionar los más destacados, en el caso de Barranquilla, un crédito de $50 millones de dólares para soluciones ambientales por parte de la CAF y un crédito de $50 mil millones del Banco Popular para financiar proyectos de su plan de desarrollo. Y en el caso de Santa Marta, su inclusión en la iniciativa “Iberoamérica 500+: Ciudades con un legado para el futuro”, cuyo fin es promover la preservación del legado histórico, cultural y natural de 41 ciudades con más de cuatro siglos de fundación, como Riohacha. Debido a esto la CAF, entidad que impulsa la iniciativa, anunció un préstamo de $20 millones de dólares para la capital del Magdalena.
Finalmente, algo que podría darle brillo y emotividad a la conmemoración de los 480 años y que por tanto no debería faltar, es el componente de identidad y orgullo local. Es buena la ocasión para motivar el sentido de pertenencia de los ciudadanos, que hoy luce poco y escaso, resaltando las cosas positivas y haciendo un reconocimiento, desde la administración distrital, a los riohacheros ejemplares que se hayan destacado, en cualquier campo, en los ámbitos local, nacional e internacional.
Álvaro Cuello Blanchar

