La literatura sobre el buen Liderazgo es abundante. Infinidad de libros y artículos especializados describen sus atributos positivos en forma detallada, aunque muchas veces no sorprenden a los numerosos y ávidos lectores deseosos de continuar fortaleciendo sus habilidades de liderazgo, por considerar que sus descripciones generalmente destacan más las características positivas, que hacen sentido, y algunas veces son bastante obvias.
Sin embargo, el escritor estadounidense Tom Peters, gurú especializado en prácticas de gestión empresarial, muy conocido por sus publicaciones relacionadas con el tema “En búsqueda de la Excelencia”, hace ya muchos años produjo un escrito en el que compartió unos aspectos del liderazgo eficaz que son, o fueron, muy originales. Entre los que, en su momento, se percibieron como más novedosos, y que pudieran contribuir a mejorar el desempeño de muchos lideres, encontramos algunos elementos que se describen en los siguientes párrafos.
- Dicen “No sé”. Esta frase es contraria a la creencia generalizada de que un buen líder se las sabe todas. La realidad es que con frecuencia un buen líder reconoce la insuficiencia de sus conocimientos, y las de su equipo de trabajo. Este es un aspecto que debe verse en forma positiva y sana, porque nos lleva a investigar más, nos estimula la curiosidad y en general nos abre puertas.
- No suelen destacarse por su capacidad de ejecución. Esta afirmación nos lleva a reflexionar y a recordar que la esencia de un buen líder la conducción acertada, no la eficiencia en la puesta en marcha y la ejecución de las decisiones. Peters nos recuerda que no necesariamente los buenos directores de orquesta son buenos músicos; por esa misma razón el líder exitoso no hace el trabajo o tareas decididas y planeadas, lo que hace es organizar muy bien el trabajo de los expertos.
- Escuchan a los “saboteadores”. Es conocido, y hay investigaciones que si lo demuestran, que alrededor del 19% de los empleados están en abierto descuerdo con lo que hace la empresa o con la forma en que lo hace, o con ambos, y activamente tratan de “sabotear” los planes y procesos que se ejecutan. Por otro lado, un porcentaje importante de colaboradores en la empresa son pasivos y no contribuyen eficazmente con la mejora continua de competitividad. La recomendación fuerte a los Lideres es que escuchen con frecuencia y atención a los inconformes pues pueden encontrarse en sus opiniones muy buenas ideas para mejorar los resultados.
- Cometen “muchos” y “grandes” errores. Esta afirmación nos lleva a confirmar que el Líder infalible es un mito. Los buenos lideres no le temen al fracaso, por el contrario les gusta experimentar y aprender de los errores. Por supuesto no hay que exagerar en el numero y la magnitud de las equivocaciones, pero si no se corren riesgos de manera razonablemente aceptable, no habrá un liderazgo que trascienda.
- Son apasionados. También es falsa la creencia de muchos acerca de que los lideres que triunfan son grandes genios, que analizan todo de manera detallada, ajedrecística y estratégica. Que tienen alto nivel de inteligencia emocional y actúan serenamente y siempre controlan sus emociones. No, la inmensa mayoría de los lideres sobresalientes son muy apasionados, soñadores y entusiastas.
- Aman la “Política”. En el contexto en el que la palabra “política” se define como el arte de lograr que se haga el trabajo, y se logren las metas empresariales, gracias a la gente. El buen líder permanentemente motiva, persuade y seduce a sus colaboradores y coequiperos. Debe ser carismático y apoyar el logro del propósito y metas personales de su gente, en armonía con el propósito corporativo o empresarial. Siempre cumpliéndole las promesas y creando condiciones para que crezcan como seres humanos y mejoren sus condiciones de vida.
Álvaro López Peralta